(Publicado en la Carta Semanal 723 – ver en catalán)
Ya sabemos que a las encuestas no hay que hacerles mucho caso. Todas las últimas previsiones han sido fracasos rotundos. Pero no hace falta ser muy listo para saber que en la Comunidad de Madrid la cosa está igualada. Hace unos años la izquierda ganó por un escaño, pero el escándalo de dos trásfugas del PSOE obligó a repetir las elecciones y permitió a la corrupta Esperanza Aguirre presidir la Comunidad de Madrid (CAM).
Posteriormente, hace cuatro años, la derecha gano por otro diputado. La candidatura de IU con 130.000 votos se quedó sin representación por el antidemocrático requisito de tener un 5%. A esos 130.000 votos le deberían corresponder 6 diputados o más, que hubiesen dado la victoria a la izquierda.
En esa derrota contribuyó la dirección de IU que, enfrentada a la que entonces era su federación madrileña, apostó por apoyar a Podemos de una forma velada.
Así la candidatura de Luis García Montero, antes en IU y ahora encargado del Instituto Cervantes y socio de Llamazares en Actúa, contribuyó a una nueva auto derrota de la izquierda.
En 2019, ¿otra vez la división?
Ahora se da un escenario inédito. Podemos se ha dividido. Errejón rompió con Iglesias hace unos meses lo que no tiene porqué restar votos ya que la división interna era tan grande que entre ellos había más enfrentamientos que colaboración. Pero ahora aparece Llamazares, que acaba de romper con la Federación de IU para presentarse a todas las elecciones, menos al Ayuntamiento de Madrid donde Carmena ha ofrecido un puesto al polémico juez Garzón.
Esto sí, aparece como una autentica maniobra de división porque, aunque Llamazares dice buscar el voto de los abstencionistas, lo que él ofrece es mucho más de lo mismo y nada que pueda ilusionar a nadie. Un espacio entre IU y PSOE que no es el espacio de la gente desanimada. Más bien parece un paso previo a integrarse en el PSOE o con Mas Madrid.
IU se divide en Madrid
Al mismo tiempo IU ha anunciado que no concurrirá con Podemos a las elecciones a la Comunidad de Madrid. Para más inri, al Ayuntamiento de Madrid, Podemos ha sido excluido por Carmena, y tampoco aquí presentan candidatura los de Pablo Iglesias.
La explicación de IU Madrid es que las “bases” han rechazado el acuerdo. De los 2.000 militantes y 5.000 simpatizantes que dice tener IU en Madrid han participado según sus datos algo más de 2.000. De ellos el 60% contra el acuerdo al que habían llegado las direcciones estatales de IU y Podemos. Una pelea del PCE de Madrid, con el PCE estatal. Una derrota para Alberto Garzón, que se encuentra ahora en una situación incómoda.
E IU de Madrid en una situación rocambolesca, ya que van en unos sitios con Podemos y en otros solos y en otros contra Podemos.
El movimiento Madrid en Pie no parece haber agrupado a gente más allá de los militantes de PCE y anticapitalistas. Al romperse IU, Mauricio Valiente, que iba de candidato a la alcaldía de Madrid ha dimitido, las expectativas de voto de IU son bajas y es posible que no saque representación ni a la Comunidad ni al Ayuntamiento de Madrid, pero además de perderse los votos hay un halo de decepción bastante grande.
El PSOE también con problemas internos
Entre los despropósitos no se queda a la zaga el PSOE. Hace tiempo que las continuas crisis de la federación madrileña han hecho de esta federación una fuente de disgustos para los socialistas. En las pasadas elecciones municipales sacaron un resultado vergonzoso. 15% de los votos.
Ahora les puede ir peor a pesar de que a nivel estatal hay un avance del PSOE. Y es que la larga mano del aparato federal y sus respectivos secretarios generales de estos últimos años han hurgado más en los problemas que otra cosa.
Ya Sánchez en su anterior mandato, cuando era más próximo a Susana Díaz, destituyó al secretario general de Madrid (Tomas Gómez) y puso como candidato a la CAM a Gabilondo.
Ahora, aunque sea secretario general con otros apoyos distintos, Pedro Sánchez ha sacado el dedazo para poner como candidato a un entrenador de baloncesto ajeno a la política y que hizo unas declaraciones en TV no hace mucho diciendo que prefería a Rajoy antes que a Zapatero. (Pepu Hernández). Ha habido primarias, con baja participación, y Pedro Sánchez presentó públicamente a Pepu, en una demostración de parcialidad injusta e innecesaria, porque podría haberse evitado las primarias si quería imponer a su candidato.
A la vez en la Comunidad de Madrid el exalcalde de Fuenlabrada, un feudo socialista desde siempre, ha dimitido de las listas, en las que le ofrecían ir el 38, para demostrar su rechazo a lo que desde Fuenlabrada señalan como un menosprecio y una consecuencia de no haber apoyado a Pepu Hernández y sí haberlo hecho con Manuel de la Rocha candidato de Izquierda Socialista en las primarias.
En fin, todo un panorama desalentador, en el que el debate sobre programa o proyecto está ausente. Más bien una pelea de puestos, que también tiene su trasfondo político, pero de puestos al fin y al cabo.
Así tenemos:
Ayuntamiento de Madrid. Carmena y Errejon juntos. Se integra Actúa. Podemos no se presenta, IU y Anticapitalistas presentan una lista
Comunidad de Madrid, Podemos por un lado, Más Madrid (Errejón) por otro, IU y Anticapitalistas (lo llaman Madrid en Pie) por otro y Actúa apoya a Errejon
Europeas Podemos por su lado. Errejón apoya, sin implicarse en la campaña a Podemos. Actúa se presenta en el proyecto europeo de Varufakis. Aquí IU si va con Podemos además de los Anticapitalistas.
Para las generales Podemos se presenta con IU. Errejón apoya a Podemos, aunque no hará campaña, y Actúa presenta lista.
Una grave amenaza
Este enfrentamiento, que aparece para la mayoría como una mera cuestión de ver quien ocupa los puestos, tiene un fondo político. El balance de estos años demuestra que no se pueden utilizar las instituciones del régimen, en este caso ayuntamientos y comunidades aplicando las leyes del régimen como la de administración local, al servicio de la mayoría. La disputa por ver quién es más buen y honesto gestor solo sirve para enfrentarse a las reivindicaciones de la mayoría trabajadora y popular. Porque nos e trata de ver quien recorta “mejor” ni quien gestiona más la miseria sino de ver como ayudamos a acabar con los recortes e imposiciones.
Hay que decir que, aunque no seamos partidarios del Estado de las autonomías, porque defendemos la Unión de Repúblicas, estas elecciones son importantes. Las autonomías fueron creadas para evitar el derecho de las naciones a la autodeterminación en la famosa fórmula del café para todo de la época de Adolfo Suarez. En vez de para buscar la fraternidad de los pueblos ha servido para enfrentamientos múltiples entre ellos en la competencia por los recursos escasos. Una fórmula para aplicar los recortes región a región. En Madrid el presupuesto de la CAM es de 20.000 millones de euros. De ahí dependen la sanidad, la educación y tantos gastos sociales. En la CAM los distintos gobiernos del PP han saqueado las cuentas y servicios públicos. Han deteriorado la sanidad al tiempo que han aumentado lo destinado a sanidad privada. Han hecho lo mismo con la educación.
Madrid parte siempre con una gran desventaja. En Madrid reside la mayor parte del aparato de Estado. No digamos que todos los jueces, policías, guardia civiles y altos funcionarios y militares son de derechas, pero la gran mayoría sí.
Han aparecido datos y encuestas en estas últimas fechas de asociaciones de militares, jueces y policías franquistas. No hablamos de pequeños grupos. Son la demostración de que el franquismo quedó metido en las instituciones hasta los huesos.
En Madrid residen muchos directivos de las grandes empresas, representantes de lobbies y organismos internacionales. Esto no solo pasa en estas elecciones, pero demuestra que en Madrid debería haber un esfuerzo suplementario por la unidad ya que hay un plus de presencia del aparato del estado.
Que gane la izquierda necesita de un esfuerzo suplementario. Acabar con estas políticas exige un esfuerzo. Pero la crisis de la izquierda y los intereses espurios, la lucha por los puestos, puede hacer que se facilite un gobierno, seguramente más de derechas, porque puede depender de los nuevos franquistas de Vox.
Esta situación se extiende a otros municipios, como el de Getafe, en el que de la lista de Ahora Getafe han salido ahora cinco listas para las municipales.
La unidad necesaria
Obviamente no confiamos en que en el terreno electoral se van a solucionar los problemas de los trabajadores y los pueblos. Y más cuando las políticas que se prometen son respetuosas con la Constitución, la Unión Europea y sus tratados y mandatos. Y especialmente con la “austeridad” (es decir, con los recortes) auspiciada desde Bruselas y consagrada en los “techos de gasto” y las leyes de estabilidad presupuestaria, que todos respetan.
La división de las “izquierdas” no obedece a ningún debate político. No olvidemos que el único motivo de la ruptura de Carmena con Podemos es que ella quería imponer todos y cada uno de los miembros de su lista. La decisión de Errejón de presentar su propia lista a la Comunidad con los seguidores de Carmena también obedece a una pelea por los puestos en las listas. La “nueva política” ha seguido bien rápido los pasos de la “vieja”. En última instancia, es la podredumbre del Régimen, que se ha infiltrado en las filas de la “izquierda” que actúa dentro de las instituciones del Régimen, y que no quiere acabar con él, sino gestionarlo “lo mejor posible” y tal vez aplicarle algunas mínimas reformas.
Es más, en buena parte estos debates y peleas forman parte del “escenario” político y contribuyen a eludir el debate sobre problemas reales.
Pero de cara a los ciudadanos, a los trabajadores, esta división sin ningún fondo político aparece como un elemento de desánimo y desafección.
Este panorama plantea sin duda una cuestión, un interrogante que afecta a todos los militantes que se reclaman del socialismo, de las libertades de los pueblos: ¿No hay en el fondo un verdadero problema de representación política?, o sea ¿no es necesario avanzar hacia una verdadera representación fiel a los intereses de los trabajadores, independiente de las instituciones de la Monarquía y el gran capital?
¿No es este el debate en el que debemos participar?