“Se cierra un periodo, se abre uno nuevo…”

Carta Semanal 856 en catalán

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Esta semana se publica en español el número 109 de La Verdad. Esta Carta Semanal proporciona un resumen de su contenido para preparar su difusión y su discusión. El título de la portada presenta su contenido: «Se cierra un periodo, se abre uno nuevo… (notas del Secretariado de la IV Internacional); Dosier: Transición ecológica y economía «verde».

PRIMERAS NOTAS DEL SECRETARIADO INTERNACIONAL PREPARATORIAS DE LA DISCUSIÓN DEL X CONGRESO MUNDIAL DE LA IV INTERNACIONAL

Estas notas del Secretariado internacional tienen por objeto alimentar la discusión de las secciones. Hay que asimilar plenamente los grandes cambios.

Para comprender el alcance de la retirada de las tropas americanas de Kabul, hay que enlazarlo con la carta dirigida el 8 de septiembre por Janet Yellen, secretaria de Estado del Tesoro, a los congresistas. En ella les exhorta a que eliminen el límite de la deuda. Cualquier retraso, dice, situaría «a los Estados Unidos en la incapacidad de cumplir con sus obligaciones por primera vez en su historia [y] causaría un daño irreparable a la economía de Estados Unidos y a los mercados financieros globales». Difícil decir con más claridad que la decisión estadounidense de desentenderse no se limita a un ajuste de orden militar del ejercito norteamericano, sino que constituye una clarísima expresión de la crisis de todo el sistema de dominación imperialista. Imposible aislarlo del giro del mundo y de su devastación por las bandas de los monopolios imperialistas. «Nueve millones de personas mueren de hambre cada año en el mundo; el número de refugiados expulsados de sus tierras por la guerra y la miseria alcanza la alucinante cifra de 82,4 millones (según el ACNUR).»

La descomposición del sistema capitalista es el resultado de la dislocación del mercado mundial provocada por la saturación de los mercados y la sobreacumulación. Por otra parte, Joe Biden justificó la retirada americana de Kabul para concentrarse en China. Pero la ofensiva será también contra los viejos imperialismos de Europa que deben afrontar los trust americanos.

«Frente a la estrechez del mercado mundial, a la competencia, el imperialismo en crisis debe abrirse nuevos mercados utilizando la cuestión de la ecología -es la pretendida «transición energética», la «green» economía del plan Biden-, arrastrando a escala mundial la liquidación de ramas enteras de la industria que ya no son rentables. Es una destrucción gigantesca de las fuerzas.

El capital, a fin de contrarrestar el descenso tendencial de la tasa de ganancia, ataca la fuerza de trabajo mediante despidos masivos y eliminación de derechos y conquistas. Es preciso que todo lo concedido durante decenios (conquistas de 1945 en Europa, las de la independencia en los países dominados) sea irremisiblemente destruido para preservar e «orden mundial»: código laboral, pensiones, sanidad, escuelas, servicios públicos. Al hacerlo, socava los fundamentos sobre los que se levantaron los Estados burgueses, muy especialmente en Europa.

Con la pandemia este objetivo de los gobiernos pretendía contrarrestar el punto común de las movilizaciones desde 2019 «¡Váyanse, Fuera todos!». Quieren repetir la misma operación con la cuestión del clima. Debido al rechazo de los partidos, las colaboraciones de clase de tipo frente popular de los años 30 ya no son posibles, hace falta integrar a todas las fuerzas en el consenso.

«La IV Internacional y sus secciones no pueden ignorar la combinación realizada para ayudar a salvar el sistema mediante la ilusión de una utopía reaccionaria de bien común bajo el capitalismo». La IV Internacional combate el consenso. Está en contra de la alianza de explotados y explotadores. El consenso es una forma moderna del viejo corporativismo, retocado con colores actuales, que busca destruir las organizaciones sindicales como organizaciones de clase.

Ante la política de acompañamiento de las cúpulas sindicales, se organiza la resistencia. Los militantes quieren reapropiarse de sus organizaciones de clase, se agrupan en torno a puntos de apoyo, combatiendo en defensa de la independencia de clase y de las organizaciones independientes de la clase obrera.

La IV Internacional se mantiene íntegramente en el terreno de la independencia de clase: defensa de la independencia de las organizaciones sindicales y apoyo a todas esas movilizaciones que, partiendo de abajo, se inscriben para nosotros en la perspectiva del combate por crear las formas organizativas controladas por las propias masas a fin de romper la resistencia contrarrevolucionaria de los aparatos.

En esta nueva situación, en la que todas las relaciones políticas están trastocadas, hay que liberarse, apoyándose en el análisis marxista, de los esquemas del pasado. La IV Internacional debe estar atenta a todos esos movimientos e intervenir en ellos para que se sumen al combate general de la clase obrera que planteará necesariamente la cuestión del poder.»

Nadie puede prever las formas que tomará el período que se abre, pero es una certeza: para su supervivencia, el imperialismo va a desencadenar la barbarie a escala mundial. En ese enfrentamiento entre las clases sociales antagonistas, en cuyo seno deberá «probarse» e implantarse la IV Internacional, se dibujará el nuevo periodo histórico.

DOSIER: BIENES COMUNES, TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y ENERGÉTICA, ECONOMÍA “VERDE”…

Para los grandes capitalistas y los gobiernos, la transición ecológica, la economía «verde» es la ocasión de realizar lo que no han podido hacer hasta ahora, es decir, liquidar ramas enteras de la industria, cuestionar las conquistas de 1945 en Europa y la independencia en los países oprimidos. Los diferentes artículos demuestran la realidad de una operación de supervivencia del sistema capitalista y sus consecuencias para las poblaciones trabajadoras.

ENERGÍA EÓLICA, TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y CAPITAL

Esta técnica, que se presenta como una electricidad con baja emisión de carbono, es objeto de un martilleo mediático intensivo. Grandes sumas de dinero (160.000 millones en cinco años en Alemania) están a cargo del contribuyente. En Francia y en España, también se prevén grandes proyectos.

¿Cuál es realmente el balance de carbono de la turbina eólica? Existen estudios serios que demuestran que no es excelente y es mucho peor que el de la hidráulica o la nuclear. En efecto, hay que tener en cuenta la totalidad de la cadena de construcción y de utilización, y no un segmento limitado. Son las falsas presentaciones del balance de carbono las que sirven de pretexto para una financiación masiva.

La creación de puestos de trabajo anunciados es débil y se utiliza para privatizar y precarizar, destruir el sector público. El ejemplo de Texas muestra los efectos catastróficos de este mecanismo.

FINANZAS Y ECONOMÍA VERDE

El eslogan «Todos unidos contra el virus» debía enmascarar el estado desastroso de los sistemas de salud, sometidos a los planes de privatización y de austeridad. También debía disimular las medidas liberticidas, que deben permitir acelerar la destrucción de las conquistas sociales. En este marco, ¿cómo valorar la «resolución verde» propuesta por la Unión Europea el 14 de julio?

Europa está atrapada en su dependencia de los Estados Unidos, que han decidido salvar su economía afectada por una crisis sin precedentes. Toda la industria europea está amenazada.

El plan que se someterá a la aprobación del Consejo Europeo prevé doce iniciativas legislativas. Los fondos europeos que se destinarán a estos planes están sujetos a una doble condicionalidad: acentuar las destrucciones sociales, liquidar sectores enteros de la producción (ejemplo: los créditos para España condicionados a la reforma laboral).

A la vez que se alaba la creación de puestos de trabajo, se hace un silencio total sobre la destrucción que estos planes provocarán, por ejemplo, en el automóvil.

El temor de una explosión social, de resistencias tipo «chalecos amarillos», ha llevado a la Comisión Europea a crear un fondo social para el clima de 72.000 millones, que pretende amortiguar tanto como sea posible este desempleo masivo. Los dirigentes de los partidos socialdemócratas y exestalinistas han retomado estos objetivos con entusiasmo.

LA «ACTITUD VERDE» DE LAS MULTINACIONALES

Las grandes empresas compiten por técnicas de gestión para aumentar la «eficiencia social». Se trata de una nueva asociación capital-trabajo envuelta en el desarrollo sostenible y la calidad de vida de las generaciones futuras. Los sindicatos a veces se prestan a ello en formas disfrazadas. A los que se oponen a ella se les acusa de obstaculizar la protección de la naturaleza, de oscurantistas, de ser un peligro para el futuro de la especie humana.

Los discursos sobre la responsabilidad social de las empresas no han tenido ninguna traducción concreta en materia de protección del medio ambiente. Han representado una nueva forma de hipocresía dictada por la marcha al caos y el engaño del reverdecimiento.

LA HUELLA ENERGÉTICA DE LA TECNOLOGÍA DIGITAL Y DE LAS «TECNOLOGÍAS VERDES»

«La transición energética y digital devastará la región en proporciones sin precedentes.» Es la constatación del autor del libro La guerra de los metales raros aparecido en 2018.

Se dan cifras precisas sobre la creciente demanda de metales raros, la huella de carbono digital. Las tecnologías llamadas «verdes» (turbinas eólicas, solares, coches eléctricos) son muy consumidoras de estos metales.

«Tenemos que extraer del subsuelo más metales de los que ha extraído la humanidad desde su origen.» También se necesitan grandes cantidades de agua. Dondequiera que sea posible, el imperialismo americano trata de controlar el abastecimiento, se emprende una reorganización generalizada.

LA ESTRECHEZ DEL MERCADO MUNDIAL Y EL CALLEJÓN SIN SALIDA DE UNA SUPUESTA «TRANSICIÓN ECOLÓGICA»

Hay una propaganda orquestada para decirnos que los «paquetes de estímulo» traerán la prosperidad. ¿Cuál es la causa de los crecientes problemas sociales? El artículo vuelve sobre esta cuestión. ¿Por qué el mercado mundial es demasiado estrecho? Marx ha dado una explicación muy amplia. ¿Sigue siendo válida?

La guerra comercial y la deuda son mecanismos permanentes del funcionamiento del capital que debe vender para realizar sus beneficios. La guerra comercial se exacerba para eliminar a los competidores y mantener su cuota de mercado. Desde la decisión de agosto de 1971, el imperialismo americano ha utilizado hasta sus límites el endeudamiento, el parasitismo, el militarismo.

La transición ecológica se pone de relieve porque el imperialismo, que destruye cada vez más rápidamente el medio natural, debe suscitar la ilusión de una transición ecológica para dar la impresión de que el capitalismo puede resolver los problemas y desarrollar un nuevo campo de saqueo y acumulación con el militarismo y la guerra.

Se trata, pues, de una operación política y financiera.

El capitalismo verde es una nueva versión del capitalismo «el mejor, el eterno orden social posible»

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