(publicado en la Carta Semanal 462)
Mientras el régimen de la Monarquía “autonómica” establecido en la Constitución de 1978 bajo la presidencia del heredero designado por el dictador Franco se enfanga en la corrupción que lo corroe de arriba abajo, de la que más de 800 casos están siendo investigados o juzgados, empezando por las más altas instituciones del Estado, y mientras la desafección popular hacia los “políticos” (es decir, los políticos asentados en las instituciones de ese régimen) crece de manera exponencial, en las Cortes hemos podido ver el supuesto debate “sobre el estado de la nación”, que demuestra una sola cuestión: todos los que se sientan en el hemiciclo en partidos financiados por el aparato de Estado están dispuestos a mantener ese régimen y a soportar al gobierno Rajoy hasta 2015.