(Publicado en la Carta Semanal 716 – ver en catalán)
Las distintas derechas que representan al aparato de Estado heredado del franquismo no han aceptado jamás al gobierno de Pedro Sánchez, surgido de la moción de censura votada en el Congreso del 1 de junio. Desde el primer momento han tildado a su gobierno de “ilegítimo” y a Sánchez de “okupa”. Ahora, la decisión de Sánchez de nombrar un “relator” neutral en un intento por mantener el diálogo entre los partidos catalanes los ha llevado a dar un paso adelante con tintes de golpe de Estado.