Valoración preliminar presentada a los compañeros y compañeras de “Diálogo y Acción Petista” (DAP), que después deberá integrarse en la discusión en las instancias del partido.
Elementos para el balance de la segunda vuelta electoral de 2018
Markus Sokol (miembro de la Comisión Ejecutiva Nacional del PT)
29 de octubre de 2018
Con los votos de un significativo 32% del total de electores, el candidato del PT, Haddad, perdió estas elecciones ante Bolsonaro, candidato de extrema derecha, apoyado por la clase dominante contra el PT en la segunda vuelta, que obtuvo el apoyo de un 39% de los electores. Pero un 29% del electorado se abstuvo, votó en blanco o nulo.
La primera felicitación que el vencedor recibió fue la Donald Trump, expresión de las expectativas de Washington de profundizar la ofensiva en curso contra la soberanía y los derechos de los pueblos del continente.
De hecho, el resultado, sumado a la conquista por parte de la extrema derecha de los gobiernos de Sao Paulo, Rio de Janeiro y Minas Gerais, en un primer momento, pone a los sectores populares y democráticos a la defensiva. Ya en la noche de ayer, varios incidentes llevaban la intranquilidad a la familia trabajadora y a los oprimidos.
Tras el discurso mistificador contra “comunistas y socialistas” de su líder, su esbirro el economista Paulo Guedes, anunciaba la “eliminación de las cotizaciones sociales en las nóminas”, mientras que sus colegas banqueros elogiaban el “funcionamiento de las instituciones” pidiendo “urgencia en las reformas” (Bradesco[1]), especialmente, como sabemos, la de la Seguridad Social.
Es hora de organizar la resistencia en defensa de los derechos, de reflexionar sobre los errores y aciertos en la lucha y, así, preparar la contraofensiva
Haddad tenía razón en la noche de la segunda vuelta cuando exhortaba al “valor” contra el miedo, “estamos unidos”. Pero ante el desastre, no es razonable responder con “hay elecciones dentro de cuatro años”, una eternidad que el pueblo no se merece. Tampoco es inteligente fijarse en “garantizar las instituciones” – podridas, esa es la verdad- , las cuales deberían ser reformadas de cabo a rabo.
Finalmente, uno de los elementos de la derrota electoral sufrida fue la inversión de papeles por parte del farsante, que se hizo pasar por “antisistema”, justo él, que surge directamente de las alcantarillas del sistema de la Constitución de 1988, siempre enmendada a peor y que mantiene a los militares impunes, el Poder Judicial cómplice, a la representación corrupta y la inicua desigualdad social.
Fue de las instituciones de esta Constitución que persiguen al PT desde hace más de una década de donde salió el golpe del impeachment. Fueron ellas las que metieron a Lula en prisión para impedirle ganar estas elecciones. Cómplices de la manipulación electoral fraudulenta desde la primera vuelta, las instituciones se quedaron pasivas ante la coacción ilegal de los trabajadores en las empresas, a la orquestación de los Tribunales Electorales Regionales con las Policías Militares contra nosotros, a la acción también ilegal de ciertas iglesias, y dejaron impune el delito electoral de “cajas negras” que financiaron la industria de “fake news” en WhatsApp ¿o acaso no es cierto?. No tenemos mucho que esperar de este sistema tal como es.
Es hora de organizar la lucha contra Temer-Bolsonaro. Ya perdimos mucho tiempo corriendo tras de ciertas figuras en busca de un “frente democrático” que no existe. Para eso hasta se eliminó precipitadamente la Constituyente del programa en la segunda vuelta, y nada.
El único frente que puede y debe existir es el frente en defensa de los derechos sociales y laborales y por la democracia, para abrir camino a las principales reformas de nuestro programa ¡No hay democracia real sin derechos, ni derechos completos sin democracia!
La situación es difícil, pero no sin salida
El día siguiente a las elecciones, el Estadao[2] que, de hecho apoyó a Bolsonaro contra el PT, reconocía en un editorial que fue “un salto al vacío”, revelando la inseguridad de los poderosos con la elección de “un oscuro parlamentario de discurso rabioso y vacío que apeló a los sentimientos primarios”.
El hecho es que el PT fue el único de los grandes partidos que sobrevivió al desmoronamiento del sistema partidario, y reúne las condiciones para liderar los movimientos sindicales, democráticos, populares y de la juventud. El PT puede y debe combatir todas y cada una de las medidas reaccionarias, bloqueando al gobierno Bolsonaro.
Es cierto que el PT perdió 7 millones de votos comparando con la segunda vuelta de 2014. Es, también, una consecuencia de las frustraciones de la base popular durante 13 años de gobiernos basados en la conciliación, a pesar del legado de las conquistas del periodo, que se sumaron a la persecución judicial y mediática.
Es preciso, por tanto, ir más allá en el balance iniciado en el 6º Congreso del PT del año pasado, para reconectar al partido con la base y las periferias, después de salir del fondo del pozo que fueron las elecciones municipales de 2016, cuando nos vimos reducidos al 40% de la representación anterior.
Ahora, el PT mantuvo la mayor bancada en la Cámara de Diputados, y varios gobiernos estatales en el Nordeste, una base de masas y una trinchera segura, para a partir de la resistencia organizar la contraofensiva popular. Pues incluso los votantes del otro, se levantarán cuando vean la realidad de sus medidas, y nos encontremos unidos en la lucha. A condición de no amarrarnos a las instituciones podridas.
¡Campaña Lula libre!
En ese sentido, la primer gran consecuencia práctica de este balance es retomar y sacar a las calles una gran campaña por Lula libre.
No cabe ninguna adaptación a una situación que no tiene nada de normal y cuya mayor evidencia a los ojos del pueblo, es que el mayor líder popular del país, se encuentra injustamente preso.
Clave de la situación, la lucha por Lula libre, es también, la mejor manera de revertir el antipetismo, en parte anclado en la campaña “anticorrupción” exacerbada por la clase dominante.
Es una batalla, en el fondo, para ayudar a capacitar efectivamente al PT para abrir un futuro de esperanza para la nación.
Son estos los puntos que someto a los debates que DAP y su Comité Nacional organizan tras la segunda vuelta, para así ayudar a preparar al partido para la nueva fase de dura lucha de clases que se abre.
No subestimar al enemigo, no caer en las provocaciones que éste multiplica incluso antes de asumir el gobierno, no dejarse llevar por el “movimientismo”, las protestas inconsecuentes, sino concentrar la energía para la defensa en luchas decisivas.
No electrizarse por los rumores, sino cuidar de nuestra propia protección.
Sobre todo, ¡no bajar las banderas y utilizar toda la fuerza en nuestra organización y en la organización del pueblo trabajador para la resistencia!
[1] Banco Brasileño de Descuentos, segundo banco privado de Latinoamérica
[2] Estado de Sao paulo, periódico de tirada nacional editado en esa ciudad