Archivo de la etiqueta: CGT

La movilización de los trabajadores franceses con sus organizaciones

(Publicado en la Carta Semanal 578)

Carta-578Después de un cierto bloqueo informativo, la prensa de nuestro país y toda la prensa internacional hablan estos días con preocupación y alarma de las huelgas y manifestaciones que se desarrollan en la vecina Francia. Alarma y preocupación de los portavoces del capital financiero, de la Unión Europea, del Fondo Monetario Internacional, del régimen monárquico de nuestro país, que temen el contagio. No es casualidad que también se haya silenciado la manifestación del frente sindical en Bélgica el martes 24 de mayo y el llamamiento a huelga indefinida a partir del 31 de mayo por parte de los sindicatos de los servicios públicos en Bélgica. Las medidas del gobierno belga son análogas a las del gobierno francés y es evidente que se ejerce una influencia mutua entre la clase obrera de un país y la del otro.

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Francia: el balance de las elecciones provinciales y la preparación de la huelga del 9 de abril

(Publicado en la Carta Semanal 519)

Carta-519La evolución de la situación política francesa tiene un impacto directo en los acontecimientos del Estado español. El hecho de que las principales confederaciones obreras, la CGT y FO se negaran a participar en la Conferencia Social a fines del año pasado y no firmaran después el Pacto de Responsabilidad (equivalente al pacto social) y se pronunciaran contra la ley Macron (verdadero plan de austeridad) es uno de los elementos clave de la situación política que la inmensa mayoría de la prensa oculta.

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Huelga general en Italia y Bélgica, sí, la lucha de clases existe

(publicado en la Carta Semanal 504)

Carta-504La semana pasada, las clases trabajadoras de Bélgica e Italia se han expresado por medio de una de sus armas fundamentales de lucha, la huelga general, el 12 de diciembre en Italia y el 15 en Bélgica. Por cientos de miles, han hecho la huelga y se han manifestado con sus organizaciones sindicales. Y sin embargo, esta formidable acción de clase, en el tercer país de la Unión Europea por su tamaño, y en el país que alberga a la Comisión Europea, la “capital” de la UE, apenas ha merecido unas líneas en los principales medios de prensa. Lo que demuestra, de una parte, la necesidad apremiante de organizar medios de comunicación de la clase trabajadora, y en primer lugar periódicos propios, y, por otra parte, la vacuidad de los argumentos de quienes niegan la lucha de clases y de los que pretenden destruir a los sindicatos que ha levantado la clase trabajadora para sustituirlos por organizaciones “novísimas” o “abiertas a los emprendedores”.

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Tras las manifestaciones del 29 de noviembre

(publicado en la Carta Semanal 501)

Carta-501Las manifestaciones del sábado 29 han tenido una respuesta muy desigual, en todo caso muy lejana del éxito indudable de la Marcha de la Dignidad del 22 de marzo. Un resultado que se veía venir, puesto que la propia preparación de las mismas no era la de una manifestación masiva. El hecho de que, en esta ocasión, UGT y CCOO se hayan sumado a la convocatoria ha sido, además, recibido con rechazo por los propios organizadores de las marchas. En Sevilla, por ejemplo, CNT decidió retirarse de la convocatoria y no asistir en respuesta a la anunciada presencia de CCOO. En su comunicado, decían que “No podemos, por dignidad, salir juntos a la calle cuando ellos son los verdaderos traidores de los trabajadores de este país”. Para terminar diciendo que “pedimos a nuestros afiliados, simpatizantes y al resto de ciudadanos que hagan boicot a las movilizaciones a las que acudan CCOO y UGT” (¿Llamarán a boicotear las movilizaciones de los de Coca-Cola o las de Correos?). Por su parte, el secretario de acción sindical de CGT-Madrid, Santiago Alonso, declaraba en la misma manifestación sobre la presencia de UGT y CCOO que “meterse como han hecho esta semana en una movilización de la que no son parte es vergonzoso. Han caído muy bajo y la gente se está dando cuenta”. Sin duda alguna, esta combinación de desgana y división en la convocatoria no ha ayudado a fomentar la participación.

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