(Publicado en la Carta Semanal 543)
Este domingo 20 se han celebrado las elecciones legislativas anticipadas en Grecia, que siguen a la crisis abierta a consecuencia de la firma, por parte del gobierno Tsipras, del Memorándum impuesto por el capital financiero y sus instituciones el 13 de julio. El Gobierno presentó la dimisión y convocó elecciones anticipadas. Buscaba también aplastar la rebelión interna en Syriza y la ruptura de 25 diputados que crearon un nuevo partido, Unidad Popular. El 15 de julio los sindicatos del sector público llamaron a una huelga, de impacto limitado, contra el “acuerdo”, en la línea de las múltiples jornadas de huelga general sin continuidad de los últimos cinco años, una manera de “protestar” sin objetivos claros. El desconcierto recorre las filas obreras, después de 6 meses de gobierno Tsipras que engañó a la población prometiendo un “acuerdo honorable” con la Unión Europea. La firma de un Memorándum aún más duro chocaba violentamente con las aspiraciones de la mayoría, que se expresaron masivamente en el referéndum del 5 de julio contra la política de la U.E..