Carta Semanal 1051 para descargar en PDF
La ley fiscal presentada por Trump – que éste denomina “el Gran y Hermoso Proyecto de Ley”- ha sido aprobada por escaso margen, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
En el Senado, de mayoría republicana, el proyecto fue aprobado el 1 de julio, superando la oposición de los demócratas y de sus propias filas (tres senadores republicanos votaron en contra) tras una turbulenta sesión nocturna. Tuvo que ser el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, con su voto de desempate, quien convirtió un empate en 51-50, para imponer la medida. En la Cámara de Representantes el proyecto fue aprobado a finales de mayo con un voto de diferencia (215 a 214). En la segunda votación, tras su paso por el Senado, la ley ha salido adelante con 219 votos a favor: solamente dos congresistas republicanos se han atrevido a votar en contra.
En ambas cámaras, Trump ha tenido que ejercer enormes presiones sobre sus propias filas, llegando a amenazar a los republicanos con no apoyarles en las próximas elecciones si no votaban a favor de su proyecto.
Las resistencias de algunos legisladores republicanos se deben, sobre todo, a dos cuestiones: el enorme déficit que va a generar el nuevo sistema fiscal y los recortes sociales que implica, y que pueden influir en los resultados de las próximas elecciones de medio mandato, previstas para 2026, en las que se renuevan 33 senadores y los 435 representantes. Otros se alinean con Elon Musk, quien defiende que el proyecto no incluye recortes suficientes para reducir el déficit.