Ante los atentados de Cataluña

(Publicado en la Carta Semanal 641)

Declaración del Comité Ejecutivo del POSI (20 de agosto de 2017)

La violencia ciega ha golpeado en Cataluña afectando a ciudadanos de muchos países. Sean quienes sean los responsables reales, y sus objetivos,

Expresamos nuestro dolor e indignación ante estos atentados que se suman a la larga lista contra la población inocente en París, Niza, Berlín, Londres… y  a las matanzas diarias en Iraq, Siria, Afganistán y todos los pueblos de Oriente Medio que sufren los bombardeos asesinos de la llamada “coalición internacional” en la que participa el gobierno de la Monarquía.

Estos atentados se inscriben en el caos reinante a escala internacional, producto de la política del imperialismo en crisis, que no duda en agredir, ocupar, desmantelar o destruir a los pueblos, como hace en Venezuela. Política al servicio de los intereses espurios del capital financiero. Del mismo modo, los gobiernos e instituciones, tan emparentados con promotores de bandas terroristas, tampoco dudan en utilizar la pretendida lucha antiterrorista para afirmar su dominación, para incrementar la opresión contra los pueblos y la explotación contra los trabajadores.

Resaltamos la inmensa solidaridad de la población de Barcelona, de los trabajadores de los establecimientos de las Ramblas, de los taxistas, de los servicios de urgencia, de la red de hospitales públicos –que trabajan en condiciones límite debido a los recortes del gobierno central y del govern, de todos los servicios públicos que han respondido con abnegación, entrega y sacrificio.

Nos indignamos ante el espectáculo de hipocresía del viernes 18 de agosto en la Plaza de Cataluña en torno al Rey –amigo íntimo de la monarquía saudí, conocida por proteger la financiación de los grupos terroristas–. Y en torno a Rajoy, cuyo gobierno es el primer obstáculo para defender a los pueblos y trabajadores del Estado español de las amenazas constantes contra la paz, la convivencia y la fraternidad. Esto continúa con la supuesta colaboración institucional antiterrorista y la aplicación de medidas que perjudican a la población y no garantizan su protección. ¿Hay que olvidar que en el origen de la barbarie que ha golpeado a Barcelona está la barbarie que golpea cada día a Palestina, que golpeó a Iraq y Afganistán, que golpea cada día a Siria? Barbarie impulsada por el imperialismo y su agencia militar, la OTAN, y por los aliados y colaboradores del mismo, como la Rusia de Putin, Arabia Saudí, los Emiratos…

Y nos debemos preguntar: ¿a quién sirve el crimen y quién quiere aprovecharse de él?

Mariano Rajoy exigió la unidad institucional, o sea aparcar las reivindicaciones de los trabajadores y de los pueblos, particularmente del pueblo catalán, al que quiere dictar el abandono del referéndum convocado legítimamente por el Govern y su mayoría parlamentaria. Así como quiere imponer a los trabajadores de Eulen, de Aena, actualmente en conflicto por sus derechos, el abandono de sus reivindicaciones.

De este modo el régimen monárquico quiere utilizar desvergonzadamente el crimen contra los trabajadores, los pueblos.

Los grandes medios de comunicación (empezando por El País, ABC, El Mundo, La Vanguardia…) machacan a la población con las exigencias del régimen de abandonar la lucha por las reivindicaciones y derechos, particularmente la demanda casi unánime del pueblo catalán de celebración de un referéndum libre para decidir sobre su destino.

El pueblo catalán, todos los pueblos del Estado, los trabajadores no tienen como enemigos a otros pueblos. Sus enemigos residen en los gobiernos que aplican la política del capital financiero de despidos, austeridad, bajos salarios, precarización, privatización de la sanidad y la enseñanza y del conjunto de los servicios públicos, y el anunciado ataque a las pensiones. A esto se suma el ataque al derecho de huelga y la negociación colectiva, la persecución de los sindicalistas y de la juventud y la ofensiva contra el conjunto de libertades adquiridas en lucha contra el franquismo.

La paz, a la que aspiran todos los pueblos, desde Gaza, Bagdad y Damasco a Barcelona, solo será posible cuando se imponga el respeto a la libertad de decidir por sí mismos para todos los pueblos, sin injerencias o intervenciones externas.

Más que nunca el pueblo catalán necesita un referéndum, libre, masivo para levantarse como pueblo tendiendo la mano a los demás pueblos para liberarse juntos de la Monarquía, su yugo y el conjunto de las instituciones heredadas del franquismo, y de entrada del gobierno Rajoy.

Garantizar este referéndum cumpliendo las aspiraciones de la población exige la movilización unida de los trabajadores y pueblos de todo el Estado con las organizaciones que dicen representarles. Movilización que recoja todas las reivindicaciones de trabajadores y pueblos.

Esta es la alianza que hay que forjar. Todos los partidos que se reclaman de los trabajadores y  de los derechos de los pueblos deben ocupar su lugar en esta batalla, cuyo primer paso ha de ser romper todo apoyo al gobierno Rajoy, gobierno de la corrupción y de los recortes, soporte de la Monarquía amiga de los dictadores y enemiga de los pueblos.

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