(Esta declaración ha sido adoptada en la reunión del Secretariado Internacional celebrada del 31 de marzo al 1 de abril de 2016)
En el mismo momento en que se reúne el Secretariado Internacional de la Cuarta Internacional, este 31 de marzo, se manifiestan en el Brasil cientos de miles de sindicalistas de la CUT, de militantes del PT, de trabajadores de las capas populares de las ciudades y del campo, de jóvenes. Cientos de miles se manifiestan contra el golpe organizado por la oligarquía por cuenta del imperialismo norteamericano, y a la vez reivindican un cambio de rumbo de la política del Gobierno, en favor de los trabajadores.
Esta situación del Brasil confirma lo que escribíamos en la declaración del IX Congreso de la Cuarta Internacional celebrado en febrero de 2016: “Estamos ante una guerra de descomposición de todo el sistema de dominación imperialista. Una guerra llena de cambios de chaqueta, de bruscos cambios de alianza, que expresan la incapacidad de los estados imperialistas dominantes –empezando por los Estados Unidos– para cubrir con sus propias fuerzas todas las exigencias del mantenimiento del orden burgués a escala mundial, en particular en el terreno militar.
[…] [el imperialismo] ha decidido utilizar la situación creada por los actos de guerra, los atentados terroristas y las masacres que organiza a fin de crear condiciones para destruir las principales conquistas obreras. Y para ello la emprende con la existencia de las organizaciones que en los propios países imperialistas estructuran a la clase obrera como clase organizada, y en los países dominados son la columna vertebral de la resistencia de los pueblos a la destrucción de las naciones por el imperialismo.
Es evidente, la humanidad ha llegado a una etapa crucial de su historia. ”
La decisión del imperialismo norteamericano de impulsar un golpe en el Brasil a través del aparato judicial –que, recordémoslo, es herencia de la dictadura militar– provoca entre los militantes de la CUT y del PT, entre los trabajadores, un movimiento de resistencia contra ese ataque a la democracia, a la soberanía de la nación, a los derechos de los trabajadores conquistados con la lucha de clase, especialmente en los 12 últimos años.
“Revertir la situación y derrotar el golpe, en defensa de los derechos de los trabajadores y de la nación” dice la primera página del periódico O Trabalho (31 de marzo), órgano de la corriente O Trabalho (sección brasileña de la Cuarta Internacional) del Partido de los Trabajadores, difundido ese día en todas las manifestaciones.
Para actuar en la nueva situación mundial que se está abriendo, es una cuestión de vida o muerte para todos los militantes obreros entender que los acontecimientos del Brasil y las movilizaciones en curso resuenan en todo el continente, y en todos los países del mundo, particularmente en los perjudicados por la bajada de los precios del petróleo y las materias primas, producto de la descomposición del sistema imperialista.
La crisis general de este sistema, la crisis de la clase dominante norteamericana, la necesidad de la minoría capitalista de preservar su dominación, arrastran a la humanidad a la barbarie, a la guerra y a un proceso de disgregación de las naciones. Países como Argelia o Sudáfrica están ya en el punto de mira del imperialismo.
Esta crisis de descomposición del sistema capitalista provoca la multiplicación de las guerras. Bajo los auspicios de los Estados Unidos, los gobiernos imperialistas, especialmente el francés y el británico, no paran de intervenir militarmente y de bombardear a los pueblos, de destruir las naciones, como en Afganistán, Siria, Irak y Libia.
Esta generalización de la guerra provoca oleadas cada vez mayores de refugiados que huyen de la guerra provocada por estas mismas grandes potencias. Ante esos refugiados que huyen de su tierra para sobrevivir, los dirigentes de la Unión Europea, cuyas instituciones viven una crisis dislocadora, solo saben responder levantando muros, alambradas y campos en los que concentran a decenas de miles de hombres, mujeres y niños.
Es de suma importancia para cualquier militante obrero establecer el vínculo entre el movimiento de resistencia que se desarrolla en el Brasil, y la búsqueda que se está dando dentro de las clases obreras de Europa para levantarse contra la política de destrucción de todos sus derechos y garantías.
El Secretariado Internacional de la Cuarta Internacional se ha reunido este 31 de marzo en París, el mismo día en que, convocados por las confederaciones sindicales, millones de trabajadores han ido a la huelga y en que 1,2 millones se han manifestado en todas las ciudades de Francia. Lo que quieren los trabajadores es la retirada de un proyecto de ley que destruye el Código Laboral, elaborado por un gobierno ”de izquierda” por cuenta de la patronal.
Establecer el vínculo entre lo que ocurre en Brasil y las movilizaciones a escala internacional, es responder plenamente al llamado de los coordinadores del Acuerdo Internacional de los Trabajadores y de los Pueblos “¡No al golpe! ¡Defensa del Partido de los Trabajadores y de la CUT! ¡Defensa de los trabajadores y de sus derechos! ”
Apoyar la lucha contra el golpe del Brasil es prepararse en el propio país a afrontar al imperialismo desde una posición independiente de clase.
En esta situación, la sección brasileña de la Cuarta Internacional, la corriente O Trabalho, ocupa plenamente su lugar ayudando a organizar la resistencia contra el golpe de Estado, en defensa del PT, de Lula, de la CUT y de todas las organizaciones obreras y populares, así como de los derechos de los trabajadores y democráticos directamente amenazados por los golpistas. Como señala la declaración del IX Congreso de la Cuarta Internacional,
“En los países dominados, los partidos obreros o los que se reclaman del “antiimperialismo” que se han desarrollado en la lucha para defender la nación (y que han sobrevivido), ante la nueva ofensiva lanzada por el imperialismo, se encuentran en una disyuntiva: o sobrevivir y desarrollarse ayudando a reunir a la nación bajo la dirección de la clase obrera realizando las tareas democráticas nacionales para levantarla contra las pretensiones del imperialismo y de sus agentes oligarcas, o desaparecer.”
El Secretariado Internacional de la IV Internacional saluda a la sección brasileña y el compromiso sin fisuras de todos sus militantes en esa batalla. Desde el nacimiento del PT, la sección brasileña ha combatido en defensa y por la construcción de ese partido y de la Central Única, porque se trata del marco organizativo de la clase obrera brasileña.
El Secretariado Internacional de la Cuarta Internacional subraya que la lucha contra el golpe de Estado del Brasil, la lucha contra el curso de dislocación de las naciones, la lucha contra la guerra no pueden disociarse de la lucha por acabar con el régimen de propiedad privada de los medios de producción.
El Secretariado Internacional de la Cuarta Internacional llama a los militantes y trabajadores que en todos los continentes y en todos los países están involucrados en la lucha contra la política destructora del imperialismo, a que discutan sobre las posiciones de la Cuarta Internacional
La Cuarta Internacional no se cree portadora de la verdad y no pretende dictar a las clases obreras del mundo qué deben hacer. Somete a debate sus propuestas e invita a los que las comparten a incorporarse a sus filas.