Hace 12 años que la CGTP y la UGT no se unían para convocar una huelga general.

 Carta Semanal 1075 para descargar en PDF

Portugal ha vivido el pasado día 11 una potente jornada de Huelga General, que ha pasado casi desapercibida en la prensa española y –más grave- aún en los propios sindicatos. Una poderosa movilización, convocada por las dos grandes confederaciones, que contrasta con la ausencia de una representación política de los millones de huelguistas, a la vista de la decisión del PS portugués de permitir con su abstención la aprobación en la Asamblea Nacional de los presupuestos presentados por el gobierno de la derecha que ha elaborado la reforma laboral que millones de trabajadores combatían con su huelga y sus manifestaciones el día 11.

Compartimos con los lectores de esta Cara Semanal la información sobre la huelga que nos envía un camarada portugués.

El 11 de diciembre, más de 3 millones de trabajadores del sector público y privado iniciaron la que se ha considerado «una de las mayores huelgas generales jamás vistas, si no la mayor» (Tiago de Oliveira, secretario general de la CGTP).

El punto de partida de la huelga general fue la gran manifestación celebrada en Lisboa el pasado 8 de noviembre, donde más de 100 000 manifestantes (véase IO n.º 885, página 8) recibieron con un enorme aplauso el anuncio que se les hizo: ¡las dos centrales sindicales iban a convocar y organizar, conjuntamente, una huelga general contra el «pacote laboral» (contrarreforma del Código Laboral)!

En las fábricas, especialmente en las más grandes, las comisiones de trabajadores y las comisiones sindicales convocaron asambleas generales y reuniones. Muchos trabajadores participaron de forma significativa. A veces, con la participación de los dirigentes sindicales, como fue el caso en Yasaky Saltano (en el norte) y en Autoeuropa (Volkswagen), en Palmela (véase el comunicado adjunto de la Comisión de Trabajadores y Sindicatos que invitó a los dos secretarios generales de la CGTP y la UGT a participar en las asambleas preparatorias de la huelga general).

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La Estrategia de Seguridad de Trump intenta relanzar la hegemonía USA en crisis

 Carta Semanal 1074 para descargar en PDF

El 5 de diciembre Donald Trump hizo público el nuevo documento de Estrategia de Seguridad Nacional. Normalmente, en cada mandato presidencial se elaboran documentos de este tipo para señalar las prioridades de la administración norteamericana en estos años. En este sentido, repite lo dicho en anteriores informes, pero en una situación particularmente crítica: más de 30 años después de la caída de la URSS y, por tanto, del reparto a veces muy conflictivo del orden mundial, los USA son la única potencia que asegura -o intenta hacerlo- el orden mundial capitalista, con sus instituciones: ONU, FMI, OTAN, OCDE… salidas de la Segunda Guerra Mundial. Este orden no solo está en crisis, sino que vive una situación de guerras permanente -casi una necesidad del sistema capitalista para mantenerse- y algo quizás aún más destructivo, una guerra comercial de proporciones históricas, cuyo principal rival es China, en un mercado mundial que relativamente se retrae, inundado por mercancías y por la exportación de capitales sin control.

El punto de partida: la crisis interna en los EE. UU.

Trump acusa a las elites norteamericanas de querer dominar el mundo, de haberse obsesionado con el «globalismo» y el «libre comercio» y las instituciones internacionales, cosa que ha desmantelado las clases medias y la base industrial americana. Critica haber mantenido al mismo tiempo un estado del bienestar y un aparato militar y diplomático global, parasitado-según él- por los “aliados” (de ahí exigir a los gobiernos europeos que asuman el costo de la OTAN).

El objetivo de Trump es cambiar el rumbo, mantener a los USA como la república más fuerte y rica del mundo. Y esto tiene de entrada una lectura interna. En este marco, se entiende la ley fiscal aprobada en octubre: reducir impuestos a los ricos, desmantelar conquistas sociales, como el MEDICARE, aumentar los gastos militares (a un billón de dólares, o sea más del 40% del gasto mundial) y para conseguirlo en el orden interno, buscar una cabeza de turco: los migrantes (se acabó «la época de la migración masiva») con el doble objetivo de dividir a la clase obrera y de disciplinar a los países de América Latina al respecto.

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La resistencia de los pueblos

Carta Semanal 1073 en catalán

Carta Semanal 1073 para descragar en PDF

Contra el genocidio en Gaza

Contra la marcha hacia la guerra

Para derrotar al sistema

LA VERDAD 117 ACABA DE PUBLICARSE

La IV Internacional difunde una revista de 40 páginas que trata de ayudar a los militantes a comprender mejor una situación mundial complicada, y que destaca, frente a quienes venden una apreciación pesimista, la organización de la resistencia de los pueblos frente al imperialismo y sus planes, dando la palabra a representantes de diversas corrientes, muchas de ellas ajenas a la IV Internacional.

Comienza la publicación con un análisis de la situación dentro de los propios EE. UU., tras la victoria en las elecciones municipales de la mayor ciudad del país, y sede del mayor centro financiero mundial, Wall Street, de Zohran Mahmadi, candidato de Socialistas Democráticos de América (DSA), y las enormes manifestaciones contra Trump en el No Kings Day.

En segundo lugar, publicamos un artículo sobre Rusia, a los 35 años de la caída de la URSS, que relata la evolución de la situación y termina planteado la cuestión que preocupa a muchos militantes: ¿hacia dónde va Rusia?

El tercer artículo de La Verdad 117 señala cómo, en Europa, los gobiernos preparan la guerra, pero se topan con la resistencia de los pueblos, con referencias a las movilizaciones en Bélgica, Francia, Alemania, Italia, y con una amplia explicación del papel de la conferencia y el mitin contra la guerra de los días 4 y 5 de octubre en París. Conferencia que reunió a 150 delegados y delgadas de 20 países de Europa y mitin al que asistieron más de 5.000 personas, y a la continuidad de ese combate, en la jornada internacional de solidaridad con el pueblo palestino del 29 de octubre y el mitin que la coalición Stop The War prepara en Londres para el 20 de junio, a las mismas puertas del parlamento de Westminster.

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Un rasgo característico del imperialismo: la economía de armamento

Carta Semanal 1072 en catalán

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Los gastos de armamento han tomado una dimensión histórica: Ya superan los dos billones de dólares a escala mundial (1 billón los EEUU). No es un fenómeno coyuntural, ni tiene que ver con la defensa de la democracia o los supuestos valores occidentales, o para «defenderse». Es un fenómeno inherente al modo de producción capitalista a la descomposición del mercado mundial. El rearme no sólo es una necesidad política para el capital, es una necesidad económica para utilizar la carrera de armamentos como un estímulo al crecimiento, para intentar buscar nuevos mercados y combatir la baja de la tendencia de la tasa de beneficio… pero la producción masiva de armas fuerza en sí de destrucción de las fuerzas productivas, e implica la reestructuración de la sociedad en economía de guerra. Es una necesidad económica. Publicamos extractos de un documento publicado en los años 70 en La Vérité, que muestran la actualidad de esta política.

Recordar la definición del imperialismo que formuló Lenin.

“…El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en que ha tomado cuerpo la dominación de los monopolios y del capital financiero, ha adquirido señalada importancia la exportación de capitales, ha empezado el reparto del mundo por los trusts internacionales y ha terminado el reparto de toda la Tierra entre los países capitalistas más importantes.

La concentración del capital se expresa, finalmente, en los monopolios, expresión más acabada de la “la fusión del capital bancario con el industrial y la creación, sobre la base de este ‘capital financiero’, de la oligarquía financiera”.

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La extrema derecha gobierna, por medio del Tribunal Supremo

Carta Semanal 1071 en catalán

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Hasta la fecha exigida para hacer púbico el contenido de la sentencia, el 50 aniversario de la muerte de Franco, es significativa. En ese día, la cumbre del aparato judicial, el Tribunal Supremo, condenó al fiscal general nombrado por el gobierno sin ninguna prueba y modificando la acusación.

Es uno más de los ataques judiciales que buscan acabar con el gobierno y con las libertades conquistadas, a cargo de un aparato judicial que se mantiene como franquista porque no fue depurado en ningún momento tras la muerte del dictador.

Un aparato judicial que primero persiguió a Podemos (26 procesos, todos acabados en nada), a Alberto Rodríguez, a Mónica Oltra,.a cientos de sindicalistas por formar parte de piquetes de huelga, a cientos de catalanes, a los seis de la Suiza… Y que la ha tomado con un gobierno incapaz de defenderse porque no se atreve a enfrentarse con ese poder judicial.

Mientras el gobierno practica el “buenismo”, evitando acabar con la herencia franquista, Poder Judicial y Guardia Civil (a través de la UCO) hacen todo lo posible por precipitar su caída.

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A 50 años de la muerte de Franco: el mito de la Transición Democrática

Carta Semanal 1070 en catalán

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Cuando se van a cumplir 50 años de la muerte del dictador Franco, y algunos medios nos vuelven a bombardear con la versión oficial de la Transición, merece la pena recordar los hechos reales.

Para la historia oficial de la Transición –la que nos cuentan los medios de comunicación, los comentaristas políticos, las escuelas, que conforman la opinión pública burguesa y la versión delos partidos del régimen– “Franco murió en su cama”, sin apenas oposición popular, y a la muerte del dictador se estableció, por voluntad del rey, y de común acuerdo entre los sectores “reformistas” del régimen franquista y la llamada “oposición democrática”, un régimen de libertades democráticas consagrado en la Constitución monárquica de 1978.

Pero las cosas no ocurrieron así. A la muerte de Franco, el aparato de la dictadura franquista, apoyado por la burguesía, la jerarquía de la Iglesia y el ejército optaba por la continuidad del Régimen, como mucho con algunas reformas cosméticas. En palabras del propio Franco, “todo estaba atado y bien atado”.

Contaban con un hecho: Los Estados Unidos y la URSS, el Vaticano y los gobiernos europeos, temían una reedición de la revolución portuguesa, y se habían reunido en la “conferencia de Helsinki” para asegurar que no hubiera más revoluciones en Europa.

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La movilización ha echado a Mazón, ahora hay que acabar con su política

 Carta Semanal 1069 para descargar en PDF

Un año después de su catastrófica gestión de la DANA, el presidente de la Generalitat Valenciana ha presentado su dimisión, aunque va a continuar como diputado en las Corts.

Como señala el Acord Social Valencià (ASV), “¡Mazón no dimite, entre todas lo hemos echado!”. Ha sido un año de movilización, con poderosas manifestaciones cada mes, con el rechazo a su presencia en cualquier acto público, culminada con las recriminaciones de los familiares de las víctimas en el “funeral de Estado”, lo que le ha obligado a irse. Nada de lo conseguido ha sido sino gracias  a la movilización continua. Movilización que ha arrastrado, en las últimas manifestaciones, particularmente la del 26 de octubre,  a los sindicatos mayoritarios. “No han podido con un pueblo que todavía no ha podido secarse las lágrimas ni vivir el luto que necesita. Un pueblo que no ha desistido en su esfuerzo de denunciar la impunidad y la negligencia criminal, ni de exigir verdad y justicia. La vida humana es irreparable (…) Esta es la victoria de las familias de las personas asesinadas y de sus asociaciones; la victoria de los pueblos anegados que, saliendo del barro a trompicones, se organizaron en sus comités locales luchando por la reconstrucción de la vida, sin dejar de exigir la dimisión de Mazón y de su Consell; la victoria de los periodistas que se atrevieron a buscar y encontrar la verdad y sacarla a la luz; la victoria de las miles de personas que se han movilizado cada mes de este año y no han desfallecido; la victoria de las miles de personas solidarias que desobedecieron y salvaron la vida de las personas de las zonas afectadas cuando las instituciones nos abandonaron.”, añade el ASV

Pero su dimisión forzada no es, no puede ser el fin del proceso. No puede irse para disfrutar de su pensión, o de la puerta giratoria que le destinen. 230 muertes penden sobre su conciencia. Deben establecerse sus responsabilidades políticas y penales. Como señala el ASV, debe irse todo su gobierno: “si se va Mazón, su Consell y otros cómplices tienen que acompañarlo, como por ejemplo todo el entramado empresarial que ha sacado beneficio económico de la muerte y el Partido Popular y VOX, que han mantenido un asesino para sus cábalas electorales”.

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Palestina tras el “acuerdo de paz”

Carta Semanal 1068 en catalán

Carta Semanal 1068 para descargar en PDF

En una Carta Semanal anterior (CS 1064) hemos analizado el supuesto acuerdo de paz en Gaza. En esta ocasión, reproducimos las opiniones de varios habitantes de la zona sobre la situación actual y las perspectivas de lucha del pueblo palestino.

En especial, ahora, cuando el supuesto plan de paz está siendo utilizado para intentar desactivar las acciones en apoyo al pueblo palestino. La continuidad del genocidio, la limpieza étnica en Cisjordania, exigen continuar esta batalla. Para ello se anuncia una Jornada internacional el 29 de noviembre: Es responsabilidad de todas las organizaciones no bajar la guardia y continuar la movilización con el objetivo de imponer la ruptura total de las relaciones con el estado sionista

En primer lugar, Gideon Levy publica en el diario israelí Haaretz un artículo sobre la situación en Cisjordania, tanto antes como después del “acuerdo de paz”. Si bien no compartimos la propuesta final de este articulista del periódico israelí (una “fuerza de paz” multinacional en Cisjordania, una solución que mimetiza la que Trump ha impuesto para Gaza, y que niega el derecho del pueblo palestino a decidir sobre su futuro), creemos interesante recoger los hechos que el artículo señala, en un extracto del artículo. El artículo completo se puede ver en https://tlaxcala-int.blogspot.com/2025/10/ya-no-es-posible-ser-palestino-en.html.

Ya no es posible ser palestino en Cisjordania

Gideon Levy, Haaretz, 26/10/2025

Mientras Trump promete a los países árabes que la anexión israelí “no ocurrirá”, da la espalda a la destrucción, al despojo, a la pobreza, a la violencia de los colonos y a los abusos militares en Cisjordania, permitiendo que el tormento continúe: no hay alto el fuego

En Cisjordania, nadie ha oído hablar del alto el fuego en Gaza: ni el ejército, ni los colonos, ni la Administración Civil, y, por supuesto, tampoco los tres millones de palestinos que viven bajo su tiranía. No sienten en absoluto el fin de la guerra.

Desde hace dos años reina en Cisjordania un régimen de terror, bajo la cobertura de la guerra en la Franja, que sirve como pretexto dudoso y cortina de humo, y no hay señales de que vaya a terminar.

Todos los decretos draconianos impuestos a los palestinos el 7 de octubre siguen vigentes; algunos incluso se han endurecido. La violencia de los colonos continúa, al igual que la implicación del ejército y la policía en los disturbios. En Gaza muere y se desplaza menos gente, pero en Cisjordania todo sigue como si no existiera ningún alto el fuego.

La administración Trump cierra los ojos ante Cisjordania. Bloquear la anexión (aprobada en lectura preliminar por el Parlamento Israelí el 22 de octubre) le basta. “No sucederá porque di mi palabra a los países árabes”, declaró el presidente Donald Trump la semana pasada, mientras a sus espaldas Israel hace todo lo posible en Cisjordania para destruir, despojar, maltratar y evitar cualquier posibilidad de La esperanza de que su ansia de abuso se apaciguara junto con los combates en Gaza se desvaneció.

El 7 de octubre fue, en efecto, una oportunidad histórica para que los colonos y sus colaboradores hicieran lo que no se habían atrevido a hacer durante años.

Ya no es posible ser palestino en Cisjordania. No ha sido destruida como Gaza, no han muerto decenas de miles de personas, pero la vida allí se ha vuelto imposible. Es difícil imaginar que el férreo control de Israel pueda durar mucho más sin una explosión de violencia —justificada, esta vez.

Entre 150.000 y 200.000 palestinos de Cisjordania que trabajaban en Israel están desempleados desde hace dos años. Los salarios de decenas de miles de empleados de la Autoridad Palestina también se redujeron drásticamente debido a la retención por parte de Israel de los impuestos que recauda para dicha Autoridad.

La pobreza y la miseria están por todas partes. También los bloqueos y los puestos de control; nunca ha habido tantos, y durante un período tan prolongado. Ahora son cientos.

Aproximadamente 120 nuevos puestos avanzados de colonización, casi todos violentos, se han establecido desde el maldito 7 de octubre, abarcando decenas de miles de hectáreas, todos con el apoyo del Estado. No pasa una semana sin nuevos puestos avanzados; también es inédita la magnitud de la limpieza étnica que buscan: durante la guerra de Gaza, los habitantes de 80 aldeas palestinas de Cisjordania huyeron por miedo a los colonos que se habían apoderado de sus tierras.

Extractamos el llamamiento al movimiento sindical internacional que ha formulado el sindicato de Trabajadores árabes de Nazaret.

Llamamiento a los camaradas y amigos de los sindicatos internacionales

A fecha de 7 de octubre de 2023, fecha del inicio de la guerra contra Gaza, el número de trabajadores palestinos que trabajaban en Israel era de 125.000, de los cuales 18.000 procedían de la Franja de Gaza, y el resto, de Cisjordania. Estos trabajadores estaban empleados principalmente en los sectores de la agricultura, la construcción, la restauración y la hostelería, así como en otros sectores de servicios.

El 8 de octubre de 2023, Israel decidió revocar los permisos de trabajo de todos los trabajadores palestinos, que se vieron obligados a abandonar sus puestos de trabajo en Israel, sin saber qué les deparaba el futuro ni si podrían recuperar sus puestos de trabajo durante y después de la guerra.

Durante la guerra, cientos de trabajadores palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania se pusieron en contacto con el sindicato de trabajadores árabes de Nazaret para pedir ayuda a fin de recuperar sus salarios y prestaciones de sus empleadores israelíes por el período de empleo anterior a la guerra.

El servicio jurídico del sindicato se puso en contacto con varios empleadores israelíes para exigir el respeto de los derechos laborales de los trabajadores de Gaza y Cisjordania. La gran mayoría de los empleadores israelíes se negaron a responder a la solicitud del sindicato, afirmando en sus respuestas: “Estos trabajadores están afiliados a una autoridad terrorista y no tienen derecho a salario ni indemnización”. En otros casos, los empleadores israelíes respondieron: “Los trabajadores de la Franja de Gaza no tienen derecho a reclamar sus derechos porque la legislación laboral israelí no se aplica a ellos, mientras que la legislación laboral egipcia sí se aplica a los trabajadores de Gaza”.

Finalmente, reproducimos extractos de la reflexión de Awad AbdelFattah, coordinador de la Campaña por un Solo Estado Democrático (ODSC), en la que señala la importancia de la solidaridad internacional con el pueblo palestino, y los desafíos de la nueva situación que se abre ahora.

El fin de una fase, el comienzo de otra… y la necesaria revisión

El fracaso más sonado de Netanyahu sigue siendo haber resucitado la causa palestina y haberla devuelto al centro de la atención mundial, después de haber dedicado su vida política a intentar enterrarla… Nadie puede negar que no estamos viviendo el final del conflicto en Palestina, sino el comienzo de una nueva etapa de esta lucha colonial sangrienta, que dura ya más de ciento veinte años.

El acuerdo de alto el fuego no marca ni el fin de la estrategia de aniquilación, ni una ruptura en el pensamiento sionista. Cierra un capítulo de devastación de un salvajismo obsceno, que ha durado dos años, para abrir otro – el de una aniquilación, más lenta, menos estruendosa.

Pero el sistema exterminador se enfrenta a un desafío aún más temible –la marea mundial anticolonial y los tribunales internacionales que comienzan a rodear Israel moral y jurídicamente.

La prioridad para Gaza, y para todo el pueblo, es hacer que cese la guerra de exterminio que ha devorado a niños y ancianos, y permitir que respiren los supervivientes, que lloren a sus muertos, sus moradas, sus sueños. No es solamente una pausa humanitaria tras el infierno, sino una victoria estratégica: impedir la implantación del plan de desplazamiento y desarraigo que constituía el objetivo declarado de la alianza estadounidense-israelí de destrucción. Y ese resultado es producto de la resistencia heroica y única de Gaza.

Sin embargo, esta secuencia, la más feroz de toda la historia de la confrontación palestino-sionista, no ha revertido la relación de fuerzas: ha consolidado la superioridad del sistema estadounidense –israelí sobre Palestina y la región, sin obtener una verdadera victoria política.

Pero el mayor fracaso de Netanyahu sigue siendo haber llevado la cuestión palestina al centro del mundo. Ya que, a pesar de la fuerza bruta, Israel se viene abajo ante una revolución ética e intelectual global, que ha desvelado la realidad del proyecto sionista: una empresa colonial racial, una de las más feroces de la historia. Ha puesto en evidencia la profunda inmoralidad de los regímenes occidentales y de sus dirigentes.

Quizás el pueblo aspire a nuevos modelos de dirección –sensatos, creativos, capaces de despertar a las masas y hablar a los jóvenes marginados o retirados de la vida nacional. No es un sueño irrealizable.

En cuanto a la Autoridad, nada puede esperarse de ella. Tres decenios de un poder dedicado a su propia supervivencia la han dejado sorda a la voz de su pueblo. Se ha enfangado en la coordinación de la seguridad incluso durante la guerra de exterminio, denunciando públicamente a la resistencia, esperando «volver a Gaza».

La liberación ya no puede medirse en un plazo corto: vuelve a ser una empresa histórica. He ahí una verdad esencial, de la que se desprende la necesidad de crear un camino de lucha sostenible basada en la resistencia popular civil, que permita a los palestinos soportar el peso del combate y a la vez el de la reconstrucción – edificación de escuelas, instituciones culturales y económicas, estructuras sindicales y profesionales, sustentadas todas en la democracia.

Henos aquí, pues, en los albores de una nueva fase. Tan peligrosa como la que termina, pero portadora de una oportunidad en su seno: la de volver a dar aliento y legitimidad al proyecto nacional palestino de liberación, a condición de una valentía moral, intelectual y política a la medida del dolor, para aliviar los sufrimientos de nuestro pueblo, sobre todo de Gaza martirizada, contribuir a sanarlo, y esbozar el camino, más seguro, más sencillo, hacia el futuro.

(https://informacionobrera.org/el-fin-de-una-fase-el-comienzo-de-otra-y-la-necesaria-revision/er artículo completo en https://informacionobrera.org/el-fin-de-una-fase-el-comienzo-de-otra-y-la-necesaria-revision/)

No Kings day: millones en las calles contra Trump

Carta Semanal 1067 en catalán

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Siete millones de estadounidenses salieron a las calles para participar en una de las 2.700 manifestaciones contra las políticas de Donald Trump organizadas con motivo del segundo Día Sin Reyes (celebrado el sábado 18 de octubre). Esto supone al menos un millón más que en la primera edición, el pasado junio.

Trump en guerra contra la clase obrera de los EE.UU.

Las manifestaciones protestaban contra la política de Trump, que libra una guerra contra la clase trabajadora de los EEUU, y en especial contra su componente migrante, y que está utilizando de manera creciente fuerzas militares para “imponer el orden” dentro de los propios EEUU. Una política que se complementa a nivel internacional con su política de guerra, desde Palestina al Caribe, y con el supuesto plan de paz para Gaza que solo pretende la continuidad del genocidio y a nivel general con el rearme generalizado.

El gobierno Trump ha multiplicado las actuaciones del ICE, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la agencia antiinmigración encargada de “fortalecer la seguridad fronteriza y prevenir el movimiento ilegal de personas, bienes y fondos hacia, dentro y fuera de Estados Unidos”. ICE fue creado en 2003 y cuenta con 20.000 empleados repartidos por todo Estados Unidos y otros países, y un presupuesto de 8.000 millones de dólares anuales. Con la llegada de Trump, la agencia es potenciada con el objetivo de deportar a millones de inmigrantes. Trump firmó una ley el pasado 4 de julio que aumentará el presupuesto de esta agencia en unos 100.000 millones de dólares hasta 2029, que la podrían convertir en la mayor fuerza policial de Estados Unidos. 

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Informe presentado en la conferencia del POSI

 Carta Semanal 1066 para descargar en PDF

El POSI ha celebrado el fin de semana pasado una conferencia política en la que una treintena de delegados y delegadas hemos debatido sobre la situación política y sobre cómo una organización revolucionaria puede ayudar a construir en el Estado español el movimiento de ruptura que la clase trabajadora, la juventud y los pueblos necesitan para realizar sus aspiraciones de libertad y de mejora social.

Publicamos en esta Carta Semanal un amplio extracto del informe presentado por el responsable político del partido, que abrió los trabajos de la conferencia y, con ello, queremos invitar a todos los que leen esta carta semanal a participar en el debate.

Voy a comenzar citando las palabras con las que John Rees, responsable de Stop The War de Gran Bretaña, cerraba el mitin de París contra la guerra y el genocidio: “creo, sinceramente, que estamos en los albores de una renovación obrera”. Unas palabras que resumían el contenido del mitin internacionalista en el que participaron, en condiciones de igualdad, fuerzas de 19 países que combaten en cada uno de ellos contra la guerra y por la construcción de una alternativa política de ruptura.

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