Carta Semanal 969 en catalán
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El X Congreso del IV Internacional se ha celebrado la semana pasada. Reproducimos en esta edición de la Carta Semanal la declaración final aprobada por el Congreso
Declaración final del X Congreso Mundial de la Cuarta Internacional
A los militantes que a escala internacional buscan las vías y los medios de resistencia a la política destructora del imperialismo:
Nada más abrirse la primera jornada del X Congreso Mundial de la IV Internacional, delegados e invitados aprobaron conjuntamente la siguiente moción de urgencia:
“Una guerra genocida y una limpieza étnica están en curso en Gaza y Cisjordania.
¿Quién es responsable?
El X Congreso Mundial de la Cuarta Internacional condena al Estado de Israel como responsable.
El X Congreso Mundial de la Cuarta Internacional condena al gobierno de Joe Biden que, en nombre del imperialismo estadounidense, financia, arma y apoya diplomáticamente los crímenes del Estado de apartheid de Israel. El Congreso Mundial de la IV Internacional condena a los cómplices europeos del imperialismo.
El X Congreso Mundial de la Cuarta Internacional denuncia la responsabilidad de los gobiernos árabes que, mientras dicen ser “hermanos” del pueblo palestino y estar a su lado, en realidad caucionan o apoyan el genocidio cometido por el Estado de Israel.
El X Congreso Mundial de la IV Internacional expresa su indignación ante la actitud de los dirigentes de las grandes organizaciones obreras y populares que, más allá de sus declaraciones, en los hechos no hacen nada para salvar al pueblo palestino amenazado de exterminio.
El X Congreso Mundial de la IV Internacional, incondicionalmente solidario con el pueblo palestino, se dirige a los trabajadores y a los pueblos del mundo:
– ¡Alto a los bombardeos!
– ¡Levantamiento incondicional del bloqueo de Gaza!
Aprobado por unanimidad por el Congreso”.
Durante estos tres días de Congreso, escuchamos a militantes de Asia, África, Europa, Estados Unidos, Oriente Medio, el Caribe y América Latina, todos los cuales pusieron en el centro de sus discursos la lucha contra la barbarie y los medios y las formas de resistir a ella. Los tres días transcurridos desde la aprobación de nuestra moción confirman desgraciadamente lo que escribimos: Gaza y Palestina están siendo sometidas a una guerra genocida y es toda la humanidad la que está en peligro.
Los acontecimientos en Palestina expresan lo que supone el mantenimiento del sistema capitalista a escala mundial: la barbarie y la guerra.
Este sistema amenaza a toda la humanidad. Amenaza el medio ambiente con la deforestación, la contaminación del aire y del agua, la clordecona, la sucesión de catástrofes… Desde el estallido de la guerra en Ucrania, la crisis económica y la inflación hacen estragos, alimentadas por la especulación y el saqueo de las multinacionales que compiten ferozmente a escala mundial. La industria armamentística obtiene cada día beneficios más enormes, mientras los presupuestos militares crecen exponencialmente. Este aumento de los presupuestos militares está provocando recortes drásticos en los presupuestos sociales, como la sanidad, la educación, las pensiones. Los beneficios nunca han sido tan altos, mientras que los trabajadores y los pueblos deben sufrir un empobrecimiento generalizado. La pobreza y la precariedad laboral no dejan de crecer a escala mundial. El imperialismo y su política de saqueo están lanzando a millones de personas a las vías del exilio, huyendo de las guerras, la precariedad y el hambre. Al mismo tiempo, las “contrarreformas”, destruyendo lo conquistado durante décadas de lucha de clases, golpean brutalmente a las clases trabajadoras y a las poblaciones.
El imperialismo y los gobiernos que se le someten son responsables de la situación en Palestina, como la de Ucrania. El imperialismo estadounidense ha intentado constantemente cercar a Rusia para ponerla de rodillas, y después atacar a China y cuestionar su posición económica en el mercado mundial.
El mantenimiento del sistema capitalista conduce a un saqueo cada vez mayor -en África en particular, a guerras y al debilitamiento de la soberanía nacional, como lo demuestra el ejemplo de los países latinoamericanos sometidos a una explotación salvaje con el apoyo de gobiernos sometidos al imperialismo.
Para arrastrar a todas las fuerzas existentes en el acompañamiento de esta política destructiva, los gobiernos intentan, por todos los medios, llevar a cabo la “unidad nacional”. Ninguna voz independiente y que no acepte someterse escapa a la represión, la denuncia y la calumnia. Hay que constatar que la mayoría de los dirigentes de las grandes organizaciones que se reivindican de la clase obrera miran hacia otro lado en la mayoría de los casos y apoyan así esta política, no sin contradicciones y elementos de resistencia en el seno de estas organizaciones, ya que en varios países, las organizaciones sindicales o políticas tratan de preservar la independencia de clase en una línea de ruptura con el imperialismo.
A escala mundial, decenas de millones de trabajadores y pueblos de todos los continentes se levantan contra el aplastamiento del pueblo palestino. Estas manifestaciones masivas, que tienen lugar sin convocatoria alguna por parte de las grandes organizaciones obreras, están cuestionando a sus propios gobiernos, acentuando a su vez las contradicciones en su seno. Pues la línea divisoria respecto del aplastamiento de Palestina está estrecha y directamente ligada a la lucha por la defensa de las conquistas y los logros, producto de décadas de lucha de clase, cuestionados por estos gobiernos. Está estrechamente ligada a la lucha de los pueblos por su soberanía nacional, como puede verse en el África subsahariana en la movilización contra la antigua potencia colonizadora.
Lanzamos un grito de alarma: la humanidad entera está amenazada.
El X Congreso Mundial de la IV Internacional, abierto a militantes de diferentes orígenes políticos, decide dirigirse a los miles y miles que en todas partes y en todos los continentes tratan de resistir a la barbarie capitalista, como lo indica el llamamiento de dirigentes políticos y sindicales de 20 países africanos. Estos miles aspiran a organizarse a escala internacional contra el capital que engendra la barbarie.
Proponemos que más allá de las fronteras y nuestros diferentes orígenes políticos, nos juntemos de manera urgente para constituir juntos un polo de resistencia a escala mundial en una línea de ruptura con el imperialismo.
Aprobada por unanimidad el 7 de diciembre de 2023