(Publicado en la Carta Semanal 567)
En la crisis que atraviesan el capital y el régimen monárquico, que tantos retos plantea al movimiento obrero, el reciente Congreso de UGT ha hecho algunas aportaciones importantes.
Ante todo, “la Unión en pie” (lema del Congreso), con sus 928,000 afiliados, ha respondido a la campaña gubernamental, mediática, policial y judicial de los últimos años que buscaba no solo el descrédito sino la anulación de este sindicato histórico. Como ha señalado el nuevo secretario general, José María Álvarez, se trata de una ofensiva internacional: el capital y los poderosos quieren acabar con nuestros sindicatos porque saben que sin ello no podrán destruir nuestras conquistas.