Carta Semanal 961 en catalán
El alto mando del Ejército sionista ha conminado al millón cien mil habitantes del norte de Gaza para que en 24 horas abandonen sus casas pues al parecer van a iniciar una ofensiva terrestre después de seis días de intensos bombardeos.
Desde hace 8 días de intensos bombardeos sobre Gaza ya se cuentan más muertos entre la población civil que durante la guerra de 2014, anunciando lo que pretende a nivel masivo el ejército sionista. Los portavoces de la ONU han declarado que “es imposible que el movimiento de personas de esta amplitud se pueda producir sin consecuencias humanas dramáticas”. Entretanto, el Estado de Israel ha cortado el suministro de agua, electricidad y alimentos a la Franja de Gaza, una medida considerada como un crimen de guerra. May Golan, ministra de los Derechos de la Mujer en Israel, llama al exterminio total de los gazatíes, declarando que “algunas almas frágiles están explicando que la mayoría de los residentes de Gaza son población civil no implicada, por lo que no debemos hacerles daño. Nada de eso. Tenemos que destruirlos hasta la médula”. El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, declaraba que “Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia”. El Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios, Ghasán Alian, declaraba que “Los animales humanos deben ser tratados como tales. Israel ha impuesto un bloqueo total a Gaza. No habrá electricidad ni agua, sólo destrucción. Queríais un infierno y tendréis un infierno”. En estas palabras puede sentirse un eco de las de los responsables de las SS hitlerianas, cuando decretaron el corte de agua del gueto de Varsovia, en 1943, y tildaban a los judíos hacinados en el mismo de “subhumanos”.
Recordemos que Gaza que no tiene una superficie mayor que tres veces el término municipal de Barcelona o menor que el de Madrid, está habitado por 2.100.000 habitantes. Cerrado por el ejército sionista al norte y al sur por el de Egipto. Con la salida al mar controlada, sin salida por el aire (el aeropuerto construido con ayuda de la Unión Europea fue destruido por bombardeos israelíes en 2001), prácticamente sin tierra de cultivo, un 80 por ciento de la población vive de la ayuda humanitaria, y solo unos contados miles de trabajadores podían ir a trabajar en el territorio directamente ocupado por Israel.
Mientras esto sucede en Gaza, en Cisjordania –donde no puede invocarse un ataque de Hamas- la semana pasada 31 palestinos han sido muertos y más de 60 heridos en ataques de los colonos judíos.
El antiguo general del Tsahal y antiguo jefe del Consejo de Seguridad de Israel Giora Eiland declaraba: “Debemos crear una catástrofe humanitaria sin precedentes en Gaza, esto permitirá en Gaza encontrarse ya sea sin Hamas o ya sea sin humanos”.
Una vez más afirmamos: la muerte trágica de ancianos, niños y mujeres y hombres israelitas no puede justificar la muerte, igual de trágica, de ancianos, niños, mujeres y hombres de Gaza. La vida de un infante israelita vale tanto como la de un niño palestino.
Desde hace 75 años, los palestinos sufren una violencia terrible. Fue el genio científico del siglo XX; Albert Einstein quien ante la situación en Palestina declaraba en 1948: “Cuando una catástrofe real y final caiga sobre nosotros en Palestina, el principal responsable por ésta será Gran Bretaña, y el segundo responsable serán las organizaciones terroristas nacidas desde nuestras propias filas. No me gustaría ver a alguien asociado con esa gente criminal y engañadora”. En efecto, el proyecto sionista de un Estado judío del mediterráneo al Jordán –que exige la limpieza étnica- es inseparable de la violencia.
Como decía Marek Edelman (uno de los cinco comandantes del levantamiento del gueto judío de Varsovia contra la ocupación nazi en 1943 )”Si Israel fue creado es gracias a un acuerdo entre la gran Bretaña , los Estados Unidos y la URSS (fue incluso Andrey Gromiko quien presentó la propuesta), no fue como expiación de los seis millones de judíos asesinados en Europa ,sino para repartirse las riquezas del Medio Oriente (..) vuestra filosofía israelí consiste en pensar que se pueden matar 20 árabes ,para que un judío siga con vida. Para mí no hay lugar ni para un pueblo elegido, ni una tierra prometida”
En junio 1982 en un mitin convocado por el Partido Comunista Internacionalista (nombre de la sección francesa de la IV Internacional en la época ) contra las masacres de Sabra y Chatila, en el Líbano, Pierre Lambert, que había escapado a la deportación y que había combatido la ocupación nazi, particularmente en la construcción de sindicatos clandestinos de la CGT, decía: “el cuerpo destrozado y dislocado de un niño judío del ghettho de Varsovia no tiene precio mayor que el cuerpo destrozado y dislocado de un niño palestino”
Todo ello, acompañado de las acusaciones vertidas contra quienes osan oponerse a esta ofensiva mediática, que son tildados de “antisemitas”. Es el caso del líder de la Francia Insumisa, Jean-Luc Melenchon. Como lo fue, en su día, el del dirigente del partido laborista británico, Jeremy Corbyn.
En 1938, León Trotsky escribía lo siguiente: “Un esclavista que, con astucia y violencia, encadena a un esclavo, y un esclavo que, con astucia o violencia, rompe las cadenas— ¡que los despreciables eunucos no nos digan que son iguales ante un tribunal de moralidad!”. Se creería que son un eco de estas palabras las declaraciones de la Unión de Trabajadores y Profesores de la Universidad de Birzeit, en Ramala (Cisjordania) “Un poder colonial ocupante no puede reclamar el derecho a la autodefensa contra el pueblo bajo su brutal ocupación. No hay equivalencia moral entre el colonizador y el colonizado, por mucho que los medios de comunicación pretendan lo contrario”.
Amira Hass ha escrito, en estos días, en el periódico israelí Haretz:
“En unos días, los israelitas han vivido lo que los palestinos viven desde hace decenas de años, y siguen viviendo: incursiones militares, muertes; crueldad, niños muertos, cadáveres abandonados, angustia, cautividad, siendo objeto de venganza, de disparos mortales contra combatientes y civiles, la destrucción de las viviendas, el ataque contra fiestas y celebraciones, la debilidad y la impotencia frente a hombres armados ultra potentes y las humillaciones constantes
Es por ello que es necesario repetirlo una vez más: lo habíamos dicho. La opresión y la injusticia permanente.
El mundo ha de repente perdido pie, y la pesadilla cotidiana de los palestinos ha hecho volar en mil pedazos la fachada de normalidad que caracteriza la vida israelita desde hace decenas de años. Hamas ha aplastado gracias a la operación sorpresa y que ha demostrado su ingenio militar y su capacidad de elaborar planes y a mantenerlos secretos y de utilizar tácticas de diversión”.
Más allá de la necesaria resistencia, la obligación de buscar una salida política
Hace tres años un grupo importante de militantes judíos y palestinos lanzaban un “Llamamiento al apoyo internacional de la Campaña por un solo Estado democrático, One Democratic State Campaign (ODSC). Citemos algunos párrafos: “La liberación requiere más que resistencia, protestas y activismo. Requiere un plan político que sustituya las estructuras políticas de opresión por una nueva política y sociedad basada en la justicia, la igualdad y la inclusión, pero también en el respeto de las diversas identidades nacionales, étnicas, religiosas y comunitarias del país. Desde que Israel eliminó la solución de dos Estados en su implacable campaña para colonizar toda Palestina, la idea de un único Estado democrático como la mejor solución política para las personas que viven en la Palestina histórica ha ganado un creciente apoyo en los últimos años. Esta idea no es nueva. El movimiento de liberación palestino, antes y después de la Nakba (catástrofe en árabe) de 1948, promovió esta visión. Y el objetivo de establecer un Estado único, laico y democrático estaba consagrado en la Carta Nacional de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina).
La Campaña por un Estado Democrático fundada en 2018 por palestinos y sus camaradas judíos israelíes anticolonialistas, ha desarrollado un programa detallado de diez puntos para la creación de dicho Estado. Comienza afirmando que sólo un proceso profundo de descolonización puede desmantelar las estructuras coloniales sionistas de dominación y control. Esto allana el camino para una democracia constitucional única basada en el principio de la igualdad de los ciudadanos -una persona, un voto- que garantizará las libertades civiles individuales”.
En efecto este llamamiento tiene la fuerza por un lado de apoyarse en la Carta de la OLP de 1964, a la que Yaser Arafat renunció en 1993 al firmar los acuerdo de Oslo (ver la declaración de la Cuarta Internacional sobre estos acuerdos, de septiembre de 1993, publicada en La Verdad 113)
Y por otro en la evidencia de que la política promovida por el imperialismo norteamericano de dos Estados ha demostrado completa y trágicamente su fracaso.
En este llamamiento se concluye: “nosotros, miembros de la ODSC, hacemos un llamamiento a sostener y promover activamente nuestra campaña en favor de un solo Estado. Todas nuestras acciones actuales, ya se trate del BDS (Boicot) de manifestaciones, actividades; deben estar relacionadas con un programa político, un objetivo final, si queremos que tengan un impacto político. Para nosotros, el concepto de Estado Único es la única base válida para un tal programa político”.
La relación con la lucha contra la guerra
El miércoles 11 de octubre Zelenski aterrizó de urgencia en Bruselas, y visitó la sede de la OTAN, donde se entrevistó con Jens Stoltenberg (Director general de la OTAN) y declararon conjuntamente que la OTAN seguiría apoyando a Ucrania. El temor de Zelenski, y más aún después de que el Congreso norteamericano suspendiera la ayuda a Ucrania es que “se olvidaran de Ucrania” y los amigos norteamericanos se volcaran en Israel; De hecho, las últimas declaraciones de Biden van en este sentido. Y, sin embargo, la guerra sigue con sus cientos de muerte y destrucción cada día.
Biden ha intentado forzar un frente común en apoyo a Israel, y bueno es señalar que si bien todos los gobiernos europeos llaman a apoyar a Israel, las contradicciones han estallado. Por sus propias razones internas el gobierno Sánchez/Díaz no firmó una declaración común impulsada por Biden y se opuso al corte de víveres y ayuda humanitaria a Gaza;
En varios países, empezando por Francia, y seguida por Alemania y Gran Bretaña, se prohíben las manifestaciones propalestinas. En Francia van más lejos: a los partidos que no han condenado a los palestinos, y, en particular, a LFI, se les amenaza de disolución El ministerio de justicia ha elaborado una circular en la que plantea que toda declaración o participación en manifestación de ciudadanos extranjeros puede ser objeto de pena o expulsión del territorio.
Es evidente que intentan utilizar la cuestión palestina para intentar aplastar a todas las fuerzas de ruptura
En cierta manera, por el momento, en el Estado español vivimos una situación más favorable. Pero no olvidemos que el gobierno sigue casi cada semana aumentando los gastos militares: según informaciones fiables, desde el 23 J han sido 16.500 millones más.
Es por ello que la batalla política entorno a la cuestión palestina que formula la declaración del SI de la IV Internacional, la exigencia “ALTO A LA DESTRUCCION DE GAZA”, nuestra participación en las movilizaciones existentes no son en menoscabo de la campaña contra la guerra de Ucrania; En los próximos días publicamos el boletín 15 con los resultados de la constitución del Comité Europeo contra la Guerra, y con el llamamiento de 150 dirigentes obreros alemanes que convocan el 25 de Noviembre una manifestación central contra los presupuestos de Guerra en Berlín.