Ante las amenazas de Trump y las contrarreformas de Peña Nieto ¡Unir fuerzas!

(Reproducimos el editorial de El Trabajo nº 255 de febrero de 2017, periódico de la Organización Socialista de Trabajadores, sección mejicana de la IV Internacional y componente de la Organización Política del Pueblo y los Trabajadores)

Es la responsabilidad de los dirigentes de las organizaciones que se manifiestan por los intereses de la nación y del pueblo trabajador

Donald Trump amenaza con cumplir sus propuestas de campaña: construir el muro, imponer aranceles a las importaciones provenientes de México (20%, 35%), expulsar a migrantes mexicanos y renegociar el TLCAN para imponer un intercambio comercial aún más lesivo para nuestro país.

Trump busca redefinir las relaciones políticas comerciales y financieras con México, con China, con los países de Europa, con todo el planeta. Intenta golpear primero al más débil para poner el ejemplo.

Entramos en una nueva etapa. Está en juego cualquier posibilidad de soberanía nacional. Están amenazados todos los derechos y conquistas de los trabajadores y del pueblo oprimido y la unidad misma de la nación.

Sin embargo, el gasolinazo ha derramado el descontento social acumulado a lo largo de décadas por las políticas de entrega de los intereses nacionales.

En enero, semana tras semana, el país ha visto manifestaciones espontáneas, tomas de depósitos de Pemex, ocupaciones de casetas de peaje, de gasolineras y de palacios municipales, cierre de puentes internacionales, etc.

Ha habido manifestaciones de 40 000, 50 000 personas: en el norte del país, en los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Durango,… En el centro, en Jalisco, Michoacán,… En el sureste, en Chiapas, Oaxaca,…

Son acciones que continúan las movilizaciones de la lucha magisterial con su huelga de 120 días de cinco secciones sindicales en mayo-agosto pasado.

Se trata de una primera explosión social de la nación mexicana.

Sin embargo, el gobierno de Peña Nieto no solo reprime (Hidalgo y Durango), sino que pretende continuar con su política de contrarreformas y de entrega de las riquezas de la nación.

A pesar de las amenazas de Trump, envió a sus funcionarios a Estados Unidos renegociar el TLCAN.

Luego, cuando el presidente norteamericano exigió el compromiso de pagar el muro, Peña Nieto aunque tuvo que suspender el viaje a Washington, habló telefónicamente con Trump y se comprometió a renegociar el Tratado y a guardar en secreto lo referente al muro.

Peña Nieto, su gabinete, los medios de comunicación, los partidos institucionales llaman a la “unidad nacional”.

Pero ¿se puede defender la soberanía y la unidad de la nación, entregando el petróleo, imponiendo las contrarreformas de energía y de educación?

La defensa de la nación implica la defensa de los derechos del pueblo trabajador y de los recursos naturales (petrolíferos, acuíferos, mineros, etc.).

¡Sí, se necesita la unidad!, pero de las organizaciones sindicales, sociales y políticas y de las personalidades, así como de las agrupaciones que surgen del movimiento contra los gasolinazos.

Unidad para decir ¡no al muro! ¡No a las pretensiones de Trump de expulsar migrantes!

Unidad para decir ¡no al gasolinazo! ¡No a las contrarreformas de energía, de educación,…!

El 31 de enero habrá una gran manifestación en la que participarán la UNT, NCT, CNTE, organizaciones campesinas y de colonos, etc. Es muy positivo pero es insuficiente.

Ante las amenazas de Trump y las contrarreformas de Peña Nieto ¡Unir las fuerzas! es la responsabilidad de los dirigentes de las organizaciones que se manifiestan por la nación y por los intereses de los trabajadores

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