El CATP en la lucha contra la guerra

Carta Semanal 923 en catalán

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Pronto se cumplirá un año desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania (la guerra en la región se inició, en el Donbás, en 2014). Un año en que la guerra ha traído la muerte de miles de jóvenes rusos y ucranianos, la destrucción de Ucrania, la miseria creciente para la población trabajadora de toda Europa, aplastada por la subida de los precios de productos de primera necesidad, la destrucción de buena parte de la industria europea. Y los dirigentes de los EE.UU. y la OTAN defienden la continuación de la guerra “hasta la victoria total” de Ucrania (que supondrá la destrucción total de buena parte de su territorio).

En todo este tiempo, los militantes y organizaciones que participan en el CATP han luchado por ganar más compañeros y agruparlos para el combate contra la guerra.

29 de enero, conferencia del CATP

El 29 de enero de 2022, cuando ya sonaban tambores de guerra, la conferencia del CATP, celebrada en Madrid, aprobaba una declaración con el título “No a la Guerra de la OTAN”

En ella se señalaba que “la ampliación de pses miembros de la OTAN no tiene nada que ver ni con la paz, ni la seguridad de estos países, obedece única y exclusivamente a los intereses de la administración americana, que quiere reafirmar su hegemonía mundial en la actual guerra comercial con China. El peligro de un conflicto bélico es contrario a los intereses de los pueblos europeos, que lo que necesitan es paz y cooperación entre ellos mismos, para poder conquistar o salvaguardar sus derechos sociales y democráticos”.

Y añadía que “la decisión de multiplicar los gastos militares en este año 2022, por parte del Gobierno, es contraria a la necesidad de satisfacer las necesidades sociales, en particular la sanidad y la educación, y a reintegrar a la Seguridad Social las decenas de miles de millones utilizados para pagos ajenos a las pensiones”.

9 de abril, conferencia de urgencia

El 9 de abril, poco más de un mes después de iniciarse la invasión de las tropas de Putin, el CATP  agrupó compañeros para participar en una conferencia europea de urgencia, convocada a iniciativa de la Nueva Corriente de Izquierda (NAR), de Grecia, y el Partido Obrero Independiente (POI), de Francia, que se dirigían “a todos los militantes, grupos y organizaciones que rechazan verse arrastrados a la guerra desencadenada por Rusia, Estados Unidos y la OTAN, guerra que los pueblos no quieren, y que rechazan la unión sagrada que reclaman los Gobiernos implicados en la liquidación de todas las conquistas sociales”.

El llamamiento del POI y el NAR partía del hecho de que “Los trust y los oligarcas se enfrentan brutalmente por el reparto de un mercado mundial sobresaturado”. Y de cómo esa competencia económica por el mercado mundial se traduce en la acción de los gobiernos al servicio del capital financiero: “El Gobierno estadounidense y su brazo armado, la OTAN, uncen a su carro a todos los Gobiernos de La UE (…) Bajo esta presión, los estados mayores de los monopolios imperialistas están comprometidos en un giro, coordinado por las instituciones europeas, que amenaza con destruir el aparato productivo de los países europeos y todas las relaciones sociales basadas en el reconocimiento de las conquistas políticas y sociales de la clase obrera. Este giro condena al paro, a la miseria y a la guerra a millones de trabajadores y a sus familias”.

El llamamiento señala la nueva etapa abierta por la guerra: La guerra en Ucrania marca la entrada en un nuevo periodo en el que las rivalidades entre capitalistas desembocarán cada vez más en el recurso a las armas. La intensificación de esas rivalidades amenaza la supervivencia misma de la humanidad”.

Y también la oposición de los pueblos a la guerra y la utilización de ésta por los gobiernos para imponer los planes del capital financiero: “Los pueblos no quieren la guerra. Ni el pueblo ruso, ni el pueblo ucraniano quieren la guerra”.

“Los Gobiernos al servicio del capital exigen la unión sagrada en nombre de la guerra. La patronal española ha declarado: La realidad es que estamos en guerra (). Es un momento muy importante para hacer una contención salarial’; o bien la primera ministra sueca que explicaba, en la Cumbre Europea de Versalles: Me gustaría mucho invertir el dinero de los contribuyentes en escuelas y pensiones, pero tenemos que gastarlo en defensa’. Señalando así la relación entre guerra y guerra social, entre lucha contra la guerra y lucha en defensa de las conquistas sociales y por las reivindicaciones.

La conferencia se pronunció contra los llamamientos a la unión sagrada declarando que “Llaman a la unión sagrada para intentar amordazar a los asalariados y sus organizaciones en el momento mismo en que se anuncian las medidas más brutales contra las pensiones, contra los derechos sociales, contra los servicios públicos, contra todos los acuerdos colectivos sobre el contrato laboral (…) Con la unión sagrada, los Gobiernos exigen a los trabajadores que renuncien a las reivindicaciones y a las libertades (…) Nosotros decimos: Esta no es nuestra guerra, se está librando por los intereses de los trust y de las multinacionales. Los pueblos no pueden esperar nada, no pueden ganar nada con la competencia imperialista, con los Gobiernos promotores de guerra, sean de donde sean.

Y la necesidad de ayudar a organizar el rechazo a la guerra de la población trabajadora: “Tenemos que contribuir, en cada país del viejo continente, a ayudar a los trabajadores a rechazar la unión sagrada, a agruparse en el terreno de clase para derrotar los planes de supuesta «reorganización» de la producción y de las relaciones sociales. Ese es el único medio para detener el mecanismo de la guerra”.

Madrid, 25 de junio 2022, Encuentro Europeo contra la Guerra:ni Putin ni OTAN”

En un encuentro que reunió a militantes de varios países europeos, coincidiendo con la cumbre de la OTAN, aprobábamos una declaración que decía, entre otras cosas: “Nosotros, que hemos exigido desde el primer día un alto el fuego y la retirada del ejército de Putin de Ucrania, queremos denunciar el torrente de mentiras con que nos inundan cada día. Esta guerra no es ni una guerra para defender a Rusia, como pretende Putin, ni una guerra «en defensa de los valores de Europa», como pretenden Biden, Scholtz, Johnson, Macron y Draghi. La guerra que devasta Ucrania, enfrenta, por el control de la distribución de materias primas, a los oligarcas rusos representados por Putin con los jefes de los monopolios imperialistas, representados por los jefes de Estados miembros de la OTAN”.

El día siguiente al encuentro, la mayoría de participantes se unía a un cortejo internacional en la manifestación convocada contra la cumbre de la OTAN, manifestación entre cuyos convocantes se encontraba el CATP y que reunió a decenas de miles de personas. En coherencia con la declaración aprobada: “La OTAN es la guerra, es la intervención directa del imperialismo norteamericano en Europa, pisoteando toda soberanía de los pueblos, imponiendo el vertiginoso aumento de los presupuestos de guerra. La Unión Europea y los Gobiernos europeos votan más y más miles de millones para la guerra y los detraen de la enseñanza, la sanidad, las pensiones”.

La declaración señalaba, acertadamente, las graves consecuencias de la guerra para la clase trabajadora:La guerra combinada con la especulación trae consigo penuria y subidas de precios que sumen a millones de personas en la miseria, en Europa y en todos los continentes”.

Pero no se quedaba en el terreno de la denuncia. Incluía un llamamiento a la acción de militantes y organizaciones obreras: Nuestros Gobiernos, al tiempo que atacan todas las conquistas sociales, pretenden que las organizaciones sindicales renuncien a las reivindicaciones más inmediatas, a las reivindicaciones fundamentales: pensiones, protección social, servicios públicos (...) Es responsabilidad de todo militante obrero, de todo demócrata, llevar adelante la lucha contra la guerra, unificar el movimiento antiguerra con la lucha por el pan, la paz, la salud y la libertad, por la congelación de precios y el aumento de salarios, contra los Gobiernos y el capitalismo bárbaro”.

Enero de 2023: Manifiesto ¡Alto a la Guerra! ¡Alto el fuego inmediato, sin condiciones!

En estos momentos, recogemos apoyo para un manifiesto por un alto el fuego inmediato, firmado por centenares de militantes de toda Europa, que fue presentado en rueda de prensa ante las Cortes el 11 de enero, y preparamos actos de presentación del mismo.

El manifiesto parte de las consecuencias de la guerra, que tiene ya sus consecuencias políticas y económicas en todo el mundo. Supone la amenaza de un peligro mortal para todos los pueblos de Europa y de todos los continentes”.

Por tanto, Para preservar a la humanidad, hay que detener esta marcha hacia la barbarie. La guerra de Putin, como la de la OTAN a cargo de Zelenski, no es nuestra guerra (…) Queremos la paz para el pueblo ruso y para el pueblo ucraniano”.

Parar la guerra, oponerse a su escalada, no es apoyar a Putin: “Al invadir Ucrania, Putin se lanzó a una aventura criminal y sin salida para el pueblo ruso y el pueblo ucraniano. Putin no defiende al pueblo ruso. Exigimos la retirada de las tropas del ejército de Putin. Condenamos la escalada bélica de la OTAN y exigimos la retirada de las tropas de todos los países de la OTAN”.

Y se opone a toda la política de guerra y de guerra social. Los firmantes del manifiesto nos oponemos: “A que los dirigentes de nuestros Estados suministren armas que matan y hieren a cientos de miles de seres humanos de ambos bandos con su multitud de masacres, refugiados, destrucción (…) A «sanciones ecomicas» contra el pueblo ruso, exigidas por el Gobierno estadounidense, que se utilizan para disparar los precios, los beneficios cord de los trust y oligarcas del petróleo, la compra masiva de gas de esquisto, un inicio de colapso industrial en Europa (…) A que se utilicen miles y miles de millones para el rearme de Ucrania en beneficio de la industria de armamento y en detrimento de los pueblos trabajadores con recortes en todos los presupuestos públicos, hospitales, escuelas, etc”.

.Por todo ello, “¡Lanzamos un llamamiento a todos los trabajadores y militantes de Europa a unir sus fuerzas para detener este engranaje mortal y esta carnicería y por el cese de la guerra y un alto el fuego inmediato!”

El combate contra la guerra debe continuar. Los participantes en la rueda de prensa de presentación del manifiesto han propuesto una reunión amplia de todos los firmantes del mismo para debatir cómo impulsar la campaña y formar un equipo de coordinación. Invitamos a todos los lectores de esta carta a suscribir el manifiesto y participar en esa reunión, que se hará por videoconferencia el próximo día 25.

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