El movimiento obrero y el referéndum sobre el «Brexit»

(Publicado en la Carta Semanal 581)

Carta-581Dentro de unos días (el 23 de junio) tendrá lugar en el Reino Unido el referéndum sobre la salida o permanencia en la Unión Europea. Las últimas encuestas, al lado de una enorme abstención, dan como vencedores a los partidarios de la salida de la UE.

Recordemos que en el mes de marzo el primer ministro británico David Cameron negoció con la Comisión Europea una serie de exenciones y excepciones, que concernían sobre todo a la autonomía de la City de Londres (el segundo centro financiero del mundo) en relación con el Banco Central Europeo, y la no aplicación a los trabajadores emigrantes de las leyes sociales del conjunto de los trabajadores.

No está de más recordar que el Reino Unido forma parte de los 11 países de la UE que no están sometidos a la moneda única y que no es firmante del Tratado de Schengen sobre la libre circulación. La burguesía británica siempre ha mostrado sus reticencias ante las instituciones supranacionales de la Unión Europea y ha privilegiado sus relaciones particulares con los Estados Unidos para preservar su lugar en el mercado mundial. A pesar que la tercera parte de las grandes empresas están contra el Brexit una buena parte de la media burguesía y sectores de la burguesía tradicional consideran que pueden mantener y mejorar su lugar en mercado mundial sin necesidad de Bruselas centrándose en sus relaciones con los EEUU y sus antiguas colonias Al mismo tiempo, en la actualidad la mayoría de sus relaciones comerciales se realizan con los demás países de la Unión Europea.

El hecho de que la burguesía británica esté dividida es una expresión de la crisis que sacude el sistema capitalista en general y la UE en particular. La UE como máquina de guerra contra los derechos sociales, e incluso contra los derechos democráticos precisa de los gobiernos nacionales para llevar a cabo los planes del capital financiero. Pero los intereses de los diferentes sectores de las burguesías europeas son competidores y los trabajadores y los pueblos rechazan abierta o indirectamente los planes de ajuste y contrarreformas.

El propio Partido Conservador (el partido tradicional de la burguesía) está dividido y ha surgido con fuerza un partido de derecha extrema: el UKIP de Nigel Farage, de marcado carácter xenófobo, que se reclama de la continuidad de la política de Thatcher, en particular de las leyes antisindicales, adoptadas después de la derrota de la huelga minera en 1985/86. Este partido, junto a un sector importante del Partido Conservador son las principales fuerzas que hacen campaña por la salida de la Unión Europea, centrándola en la denuncia del exceso de “extranjeros”. Modo tradicional para la burguesía de utilizar la mano de obra “ilegal” contra los derechos del conjunto de la clase.

Hay que añadir que el gobierno norteamericano de Obama, con la mayoría del capital financiero estadounidense, ha volcado su peso a favor de la permanencia en la UE, para garantizar los intereses norteamericanos. Pero Trump tiene la posición contraria.

Los cuatro candidatos a liderar el próximo gobierno de la Monarquía española coinciden en apoyar la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea.

El Partido Laborista y las TUC

La dirección del Labour Party, con el actual secretario Jeremy Corbyn y la dirección del sindicato -las Trade Unions– se han pronunciado por el mantenimiento en la Unión Europea con el argumento de que esta protege los derechos de los trabajadores. Así dirigentes de las TUC como Brebdan Barber han publicado junto con Cameron artículos defendiendo a la Unión Europea. Y esto cuando Cameron ha anunciado que tiene intención de reforzar las leyes antisindicales de Thatcher.

Corbyn, que suscitó el entusiasmo de centenas de miles de sindicalistas y jóvenes que se afiliaron al Partido cuando fue elegido, defiende la permanencia en la UE para «reformarla desde dentro» siguiendo los pasos del ex ministro griego Yanis Varufakis, presente en el lanzamiento oficial de la campana proUE del Partido Laborista el 28 de mayo último. Esto choca con buena parte de los militantes conscientes que la Unión Europea y su pretendida Europa social no ha puesto ningún obstáculo a las leyes antisindicales aún en vigor. Esto explica que el 40 por ciento de los militantes del Labour Party se pronuncian contra la Unión Europea.

Sin embargo en las TUC –a pesar de que las federaciones más importantes apoyan la línea oficial– numerosas federaciones no se han pronunciado y tres de ellas –RMT (ferrocarriles), ASLEF (maquinistas de tren) y BFAWU (sindicato de la Alimentación)– hacen campaña por la salida de la Unión Europea.

Políticamente, en lo inmediato la campaña parece polarizada entre sectores de la burguesía y hemos visto que diputados del Partido Laborista e incluso algunos dirigentes sindicales hacen campaña junto a los dirigentes del UKIP, tanto o más reaccionario que Cameron.

Sin embargo es evidente que una victoria del Bréxit será favorable a corto plazo a los trabajadores porque sus enemigos de clase, el Partido Conservador y el UKIP están abiertamente en crisis y divididos, y la política de «conciliación de clases» de la actual dirección del Partido Laborista entraría en crisis. Esto al mismo tiempo tendría un impacto en todos los países europeos donde los gobiernos justifican sus políticas antiobreras en nombre de Europa y de las directivas europeas.

Un llamamiento obrero independiente

En estas circunstancias cobra una importancia particular el surgimiento de grupos de militantes del Partido Laborista y del TUC que buscan hacer una campaña independiente de la derecha extrema y en contra de la política proUE de la dirección oficial.

Publicamos a continuación un llamamiento fechado el 9 de junio en Londres:

Llamamiento publicado el 9 de junio de 2016 por el Camden New Journal

«Muchos de nosotros, en la izquierda, tememos que la postura del Partido Laborista sobre Europa sea perjudicial para su base electoral.

Numerosos miembros del Partido Laborista, sindicalistas y socialistas como nosotros temen que la campaña del Partido Laborista por la permanencia en la Unión Europea –que merma nuestros derechos y apoya a los grandes patronos– sea perjudicial para sus resultados electorales.

Se nos cuenta que la Unión Europea nos protege de los ataques de los conservadores. Ahora bien la Comisión Europea ha saludado la política de vivienda del gobierno actual. La Unión Europea no se ha opuesto nunca a las leyes antisindicales que contradecían los acuerdos de la OIT. La Unión Europea apoya a los grandes patronos contra el pueblo.

En la UE toman las decisiones una Comisión Europea no elegida y un Banco Central.

La Comisión Europea es irreformable: se requiere el visto bueno del conjunto de los 28 Estados miembros para enmendar sus tratados fundamentales.

Es un mito decir que la Unión Europea defiende los derechos de los trabajadores: los sindicatos de ferroviarios RMT y ASLEF y el sindicato de los panaderos lo explican: ‘todas las leyes que protegen a los trabajadores en Gran Bretaña son prácticamente leyes británicas conseguidas con las luchas y las campañas de los sindicatos británicos con el movimiento obrero.’

Son los médicos internos y los profesores, y no la Unión Europea, quienes defienden hoy nuestros servicios públicos de sanidad y de educación.

La Unión Europea no fue creada en aras de la democracia, la libertad y la soberanía de los pueblos de Europa. Cuando millones de refugiados de África y de Oriente Medio huyen de las guerras, la fortaleza Europa levanta barreras, alambradas  y los deporta a Turquía.

La elección de Jeremy Corbyn ha mostrado que el pueblo quiere un Partido Laborista que se dedique a las defensa de los derechos de los trabajadores contra la política de austeridad de Cameron. Ahora bien, un gobierno laborista así se encontrará en situación de contravenir las reglas de la Unión Europea que prohíben que un gobierno recupere los servicios públicos privatizados que están en manos de empresas privadas.

Cameron y Osborne estarán acabados si pierden este referéndum. El partido conservador se desgarra. Una votación el 23 de junio, en favor de la salida de la Unión Europea es la vía más rápida para deshacerse de los conservadores y salvar nuestra democracia.

Llamamos a nuestros compañeros del Partido Laborista, a los sindicalistas y a los socialistas a que el 23 de junio voten por salir de la Unión Europea.»

Benoit Lahouze, miembro del Partido Laborista de King’s Cross; Sarah Friday, miembro del Partido Laborista de King’s Cross; Dean Williams, responsable del Partido Laborista de Holborn y Covent Garden; Ranjit Singh, miembro del Partido Laborista de Holborn y de Covent Garden; Pr Robert West, miembro del Partido Laborista de Highgate Branch; Roger Robinson, miembro del Partido Laborista de Saint Pancras y de Somers Town; John Sweeney, Labour Leave; Chris Reeves, responsable de la asociación de vecinos de Hillview; Mary Adossides, Partido Comunista de la Gran Bretaña, sección de Londres Norte; Bob Oram, responsable del comité de gestión del Morning Star; Andy Bain, ex presidente TSSA; Alex Gordon, ex responsable de RMT; Kathy Mazur, dirigente nacional de RMT y de su primera rama de Euston; Eddie Dempsey, dirigente nacional de RMT; Pr Susan Michie, dirigente nacional de UCU; Sally Sagall, responsable de la campaña de solidaridad con Palestina de Camden; Daniel Goblin, representante de FBU, parque de Euston; Hugo Pierre, iniciador de la asamblea de las escuelas Unison de Camden y NEC; Michael Calderbank, Red Pepper’s; Keith Dunn, del Partido Laborista de Tottenham. (Todos ellos firman a título personal)

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