(Publicado en la Carta Semanal 575)
Para los medios de comunicación -todos los privados, sin excepción, propiedad de grandes grupos financieros o grandes fortunas, y los públicos, controlados por el Gobierno- los congresos sindicales no suponen más noticia que la elección de uno u otro dirigente.
No es de extrañar, el objetivo de esos medios es contribuir a mantener la dominación del capital financiero, tanto por medio de los artículos “de opinión”, como por medio de las supuestas noticias.
A duras penas encontrará el lector en esos medios alguna referencia a las movilizaciones de Francia contra la reforma laboral, que han implicado a la inmensa mayoría de la clase trabajadora, convocadas por las dos grandes organizaciones sindicales, en un frente común con las principales organizaciones reales de la juventud escolarizada.
Más difícil aún se hace encontrar alguna noticia sobre la huelga general de 48 horas que se ha desarrollado en Grecia contra los nuevos recortes aplicados por el gobierno Tsipras al dictado de la Unión Europea y el FMI.
Precisamente por eso es una necesidad urgente levantar el periódico obrero independiente que necesitan los y las militantes de nuestra clase para conocer las luchas, para debatir, para organizar la solidaridad y la acción en común.
Congresos de UGT llaman a pasar a la acción
Volviendo a la reflexión con que iniciábamos esta carta, los grandes medios de comunicación han dejado en letra pequeña en el mejor de los casos la insistencia sin precedentes de CCOO y UGT a los diputados de la legislatura ahora terminada para que tomasen ya medidas urgentes y sobre todo para que formasen un gobierno de izquierdas, todo lo cual cayó en saco roto.
A la vista de lo sucedido, los últimos congresos de UGT, que se han celebrado tras el anuncio del convocatoria de nuevas elecciones, han vuelto a la carga. Han adoptado diversas resoluciones sobre la situación política que se ha abierto ante la negativa de los dirigentes de las principales organizaciones que hablan en nombre del pueblo trabajador a formar un gobierno, echando a Rajoy. Un gobierno cuyo objetivo fuera derogar todas las medidas antiobreras del PP y restablecer los derechos y conquistas sociales.
El 14º Congreso de UGT de Madrid ha aprobado por aclamación una resolución de urgencia promovida conjuntamente por todas las federaciones en la que, tras repasar los principales ataques perpetrados por el gobierno Rajoy contra conquistas y derechos obreros, se dice lo siguiente: “afirmar esta evidencia, denunciarla, ya no es suficiente. Es necesario dar un paso adelante. Revertir esta situación pasa por cambiar la actitud que se ha mantenido en los últimos años ante el Gobierno, que aplicaba una medida tras otra por decreto (…) recuperar los derechos y libertades perdidas pasa por organizar medidas concretas, en base a la unidad de acción, para la movilización, que abran una salida diferente…”.
Más adelante, la moción aprobada concluía que el Congreso de UGT Madrid decide trasladar a la dirección confederal “la necesidad de organizar urgentemente la más amplia movilización social que cierre el paso a la derecha, así como a cualquier combinación que bajo otras siglas, represente la continuidad de las políticas que combatimos”.
En términos muy similares se han expresado el 12º congreso de UGT de Euskadi y el Congreso de UGT del País Valenciano.
Todos esos congresos recogen el sentir de la gran mayoría de sindicalistas, frustrados por la negativa de los dirigentes del PSOE, y, en menor medida, de Podemos, a formar un gobierno que diera satisfacción a las principales reivindicaciones levantadas por la clase trabajadora en el último periodo, y que no se resignan ante la posibilidad de que las nuevas elecciones den lugar a un gobierno del PP (en alianza con Ciudadanos o de “gran coalición”).
Un mensaje a toda la clase
Al mismo tiempo, las resoluciones de estos congresos suponen un llamamiento al conjunto de la clase trabajadora y del movimiento obrero, a la movilización en defensa de esas reivindicaciones elementales. Movilización independiente, con los métodos propios de la clase trabajadora, como única garantía de que se produzca la necesaria movilización electoral para echar a Rajoy y al PP el 26 de junio. Y como única garantía para que los candidatos, los nuevos diputados y un eventual gobierno hagan más caso.
Un llamamiento que se dirige, también, a los dirigentes de las principales organizaciones que reclaman el voto de los trabajadores y trabajadoras para que lleven a cabo la unidad que el conjunto de clase reclama para garantizar el fin del gobierno Rajoy y la formación de un gobierno que responda positivamente a las exigencias elementales de la clase trabajadora, de la juventud y de los pueblos.
La exigencia que expresan esas resoluciones no es sólo que PSOE, Podemos, IU, etc. lleguen a un acuerdo de gobierno. Va más allá. Se trata de que ese gobierno derogue las contrarreformas laborales, la LOMCE, el decreto 3+2, la Ley Mordaza, los recortes en la Sanidad, la Enseñanza, la Dependencia y demás servicios públicos, paralice los desahucios, suba el salario mínimo y las pensiones… Sólo así se trataría del verdadero “gobierno de izquierdas” que reclaman la clase y sus principales organizaciones, haciéndose eco del deseo de la inmensa mayoría.
No nos engañemos. Para que eso se lleve a cabo, ese gobierno tendrá que enfrentarse a los banqueros, al aparato de Estado de la Monarquía y negarse a obedecer los cantos de sirena de la Unión Europea, que exige todo lo contrario, más recortes. Para que eso sea posible, hace falta la movilización unida de la clase trabajadora para imponer ese programa y defender esas medidas. Unidad que requiere acabar con el enfrentamiento entre pueblos impuesto por la Monarquía y la Constitución de 1978 y reconocer el derecho a decidir, única piedra sobre la que puede levantarse la unión libre.
¿Ilusiones parlamentarias? Es evidente que muchos trabajadores y jóvenes aún esperan que por medio de las elecciones se pueda acabar con Rajoy y su política. Pero, sin pretender “enmendarles la plana”, la experiencia de estos últimos meses nos dice que sin la movilización unida con las organizaciones, especialmente los sindicatos, este objetivo es difícilmente alcanzable.
Por ello en todas circunstancias combatimos por la unidad para acabar con el gobierno Rajoy, contra todo pacto con la derecha (sea del color que sea), por la formación de un Pacto entre las organizaciones que se reclaman de la clase obrera y los pueblos para conseguir un gobierno al servicio de los intereses y reivindicaciones de la mayoría obrera y los pueblos. Un gobierno que en los hechos dé pasos hacia la ruptura con el capital financiero, o sea, con la Monarquía y la Unión Europea. Por ellos llamamos a hacer campaña, a luchar incondicionalmente por la UNIDAD para echar a Rajoy y demoler su obra antiobrera.