Carta Semanal 873 en catalán
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La victoria por mayoría absoluta en las elecciones legislativas del 30 de enero del Partido socialista portugués(por la ley electoral consigue con el 41,7 por ciento de los votos la mitad más uno de los diputados) puede aparecer como un caso único en Europa.
Sin embargo, esta “victoria” es más bien la derrota de sus adversarios e incluso sus aliados. En efecto el hundimiento del Bloque de izquierdas (el equivalente de Podemos) tiene una explicación política. Según un histórico del Bloco, Mario Tomé, se debe al error estratégico del Bloco de “extender la mano al PSP para hacer acuerdos en vez de presentarse como una alternativa”. El Partido Comunista de Portugal sigue la evolución de TODOS los PCs que o han desaparecido o están en crisis de desaparición. Y esto es el producto diferido de la caída de la URSS en 1991, pues todos los PCs dependían de la estructura internacional del Kremlin. El PC portugués sigue manteniéndose porque continúa dirigiendo la CGTP, el principal sindicato de masas del país .
Y lo que es más que significativo es la casi desaparición de un partido tradicional de la burguesía, el Centro Democratico y Social (CDS) y la incapacidad del partido principal de ella, el PSD, de ganar en ninguna provincia excepto Madeira al PSP.
Por un lado el voto obrero se ha concentrado en el PSP al no ver tampoco ninguna diferencia con el Bloco y el PCP, y los partidos burgueses se han fragmentado (con una extrema derecha sin estructura ni organización).
El aspecto principal es que contrariamente a la vuelta a una socialdemocracia reformista en un sentido progresista, lo que emerge son partidos bajo la órdenes del “logiciel ” marcado por la Unión Europea… estos “nuevos” partidos no ofrecen ninguna renovación ideologíca emancipadora sino el consenso en torno a las políticas económicas marcadas por la UE y en particular la transición energética, o sea la desindustrialización. Todo ello aderezado por medidas de acompañamiento social.
Y todo ello en contradicción con las verdaderas reivindicaciones. El ejemplo preclaro es el SPD alemán que se proclama de hecho como el continuador de Merkel.
Sin duda alguna las movilizaciones y resistencia que se anuncia en toda Europa chocan abiertamente contra esta “socialdemocracia” que aspira a ser ya no solo partidos de gobierno, sino de Estado.
Publicamos a continuación la declaración de la sección portuguesa de la Cuarta Internacional.
El significado de los resultados de las elecciones legislativas
Por el Secretariado de la Asociación por una Política Obrera de Unidad Socialista
El presidente de la República – en connivencia con António Costa[1]– logró consumar un golpe de Palacio y convocar nuevas elecciones legislativas, ante la falta de movilización frente a la Asamblea de la República de las fuerzas que representan a la población trabajadora organizada, para exigir un Presupuesto del Estado capaz de satisfacer las necesidades de su mayoría.
Cerrada la salida de la movilización de la población trabajadora, fue fácil colocar a los trabajadores y a la población frente a un chantaje: o la continuidad del gobierno del PS, o un gobierno de la derecha pura y dura.
Y en ese contexto impuesto, los trabajadores y la población -incluyendo a una gran parte del electorado del Partido Comunista Portugués (PCP) y Bloco de Esquerdas (BE) – no vieron otra alternativa, para “ir a lo seguro”, que la de concentrar su voto en el Partido Socialista, aún más con el agravante de las encuestas que anunciaban el crecimiento, día tras día, de las intenciones de voto en los principales partidos de la derecha.
Los resultados electorales son claros.
- El PS obtiene la mayoría absoluta de diputados (117 de 230, más dos posibles escaños de los emigrantes) con el 41,68% de los votos, en detrimento del PPC y en particular del
- Por su parte, los partidos de la burguesía continúan en un proceso de fragmentación: el PSD[2] es derrotado en todas las circunscripciones, con la excepción de la Región Autónoma de Madeira, mientras que la CDS[3] no obtuvo ni un solo representante; al mismo tiempo, los partidos que han salido de ellos (Chega[4] e Iniciativa Liberal) tienen aumentos significativos, multiplicando su número de diputados por 12 y por 8,
Una primera interpretación de estos resultados
- – La nueva derrota del PSD y el hundimiento del CDS – partidos históricos de la burguesía nacional – mientras liberan de su seno a fuerzas “más radicales” que compiten por el mismo electorado, puede interpretarse como expresión de las contradicciones en las que los diferentes sectores de la burguesía nacional, cada vez más laminados e incluso condenados a la desaparición, están inmersos en el contexto de la crisis global del sistema capitalista, en este contexto la necesidad destruir todos los logros de la Revolución de Para lograr estos objetivos de supervivencia, estas fuerzas, en lugar de unirse, parecen cada vez más fragmentadas.
- – El marco del “consenso de geometría variable”, practicado en la Asamblea de la República en las dos legislaturas anteriores, a saber, a través de los acuerdos con el PS del BE y el PCP, por un lado, y el PSD, por otro, fue responsable de la sanción electoral histórica que han sufrido el PCP y, en particular, el Sobre la situación creada, los militantes de estos partidos sacarán sus propias conclusiones.
- – El PS concentra, así, la mayoría del electorado; pero ¿para hacer qué política?
El periodista del semanario Expresso, Daniel Oliveira, escribió en uno de los dos artículos que ha publicado sobre la mayoría absoluta del PS, que una gran parte de sus votos eran “prestados”, votos de la izquierda para impedir una victoria de la derecha.
La pregunta es: ¿cómo se cobrarán estos votos, entregados al PS, sin ilusiones en su Gobierno?
Y también, por parte de los votantes socialistas hay quienes han dicho que: “Voto al PS, casi tapándome los ojos, tal es mi descontento con la forma en que ha sido tratado mi sector de trabajo (la enfermería); pero, pase lo que pase, jamás abandonaré la lucha por las políticas socialistas, las únicas que pueden garantizar la justicia social”.
Esta es la base electoral del Partido que ahora tiene una mayoría absoluta.
La “estabilidad” que defiende el capital financiero
En total contradicción con aquellos a quienes António Costa les debe la mayoría absoluta, vemos al presidente de la CIP[5], António Saraiva, decir que el estarían por fin creadas las condiciones “(de estabilidad política) para que el país pueda superar los desafíos y finalmente iniciar el verdadero camino de convergencia dentro de la Unión Europea”. En lenguaje codificado, el CIP espera que António Costa y su Gobierno hagan hincapié en la política que aumentará aún más las ganancias del gran capital, asfixiando a las pequeñas empresas y acentuando las condiciones de explotación de los trabajadores. Una política que sería la continuación de las demandas del capital financiero, en cumplimiento de los tratados europeos.
También el PS se encuentra en el centro de la contradicción. ¿Quién puede resolverla?
Los trabajadores y el pueblo de todo el país dirán a la Dirección del PS:
“Tienes una mayoría absoluta lograda con nuestro voto. ¿Qué te impide usarlo en nuestro nombre?
¿Qué te impide derogar las leyes antilaborales, garantizando los derechos de los trabajadores en todos los sectores, el público y el privado? ¿Qué te impide garantizar el respeto de las condiciones de trabajo y de vida de los profesionales de la salud y las escuelas públicas?
¿Qué te impide actuar para garantizar que la riqueza producida en nuestro país se ponga al servicio de su desarrollo, en lugar de ser desviada a paraísos fiscales?”
Los activistas de la Asociación Política Obrera de Unidad Socialista (POUS), Sección Portuguesa de la 4ª Internacional, impulsores del periódico “El Militante Socialista”, participarán en las iniciativas de los trabajadores y la población que ayuden a resolver positivamente esa contradicción.
[1] Presidente del gobierno
[2] Partido Socialdemócrata, considerado de centro
[3] Centro Democrático Social, partido “democristiano”, de derecha con vinculaciones con la dictadura salazarista
[4] Considerado de ultraderecha
[5] Confederação Empresarial de Portugal, la patronal