(Publicado en la Carta Semanal 487)
En las últimas semanas, el Tribunal Constitucional toma un desdichado protagonismo.
El 15 de julio, las ejecutivas confederales de CCOO y de UGT tuvieron que denunciar que ese “tribunal” nos retrotrae a la época franquista de las relaciones laborales pisoteando los criterios de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
Ahora, todos los grandes medios de comunicación, siguiendo al gobierno Rajoy, hacen campaña para sostener una futura sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que debería prohibir la consulta a los ciudadanos decidida por los representantes elegidos del pueblo catalán. Cifran en esa prevista intervención del TC la legalidad y la democracia, exigiendo los peores castigos para el pueblo de Cataluña y sus representantes si no se sometiesen al veredicto del TC.