(Publicado en la Carta Semanal 740 – ver en catalán)
Los resultados de las elecciones del 28 de abril suponían un mandato claro para los dirigentes de las organizaciones que hablan en nombre de la clase trabajadora y de los pueblos. Millones habían acudido a las urnas para cerrar el paso a la ultraderecha, para acabar con la “era Rajoy”, y para que se formara un gobierno de “izquierdas” que abriera la vía a la satisfacción de las principales reivindicaciones.