(Publicado en la Carta Semanal 598)
El Comité Federal del PSOE, reunido el pasado domingo, ha consumado el golpe de mano animado por Susana Díaz y la mayoría de los “barones” autonómicos.
En los días anteriores a esa reunión del Comité Federal, millares de militantes socialistas, de hecho una mayoría de afiliados y afiliadas al PSOE, se han pronunciado de diversas maneras, ya sea firmando una petición o escrito colectivo, en asambleas de agrupaciones o en pronunciamientos de grupos de militantes y responsables, en contra de que el grupo parlamentario invistiera, a través de su abstención, a Mariano Rajoy para que forme un nuevo gobierno. Muchos de ellos y ellas han exigido la celebración de un Congreso extraordinario. Otros han pedido que se hiciera una consulta a la militancia. Pero el Comité Federal reunido este domingo día 23, desoyendo este clamor y oponiéndose la voluntad de la mayoría de militantes, ha votado por una mayoría de 139 contra 96 abstenerse en la segunda votación de la próxima sesión de investidura permitiendo, así, que la semana próxima se constituya un nuevo gobierno Rajoy. Dos de los presentes no votaron y al parecer 42 no se presentaron, entre ellos el ex secretario general, Pedro Sánchez. De confirmarse estas cifras, a pesar de haber impuesto una gestora y del apoyo masivo de los medios de comunicación, la abstención no ha conseguido el respaldo ni de la mitad de los miembros del Comité Federal (139 / 140).
Un clamor de las bases socialistas
Prácticamente a la vez que se celebraba el Comité Federal, el alcalde socialista de Jun (Granada) anunciaba que tenían ya 93.720 firmas de afiliados socialistas, la cantidad exigida para que se tenga que convocar un Congreso extraordinario y elecciones a secretario general. Estaba gestionando la entrega en la sede del PSOE, en la calle de Ferraz (Madrid), donde la víspera se habían concentrado algunos representantes de esos firmantes venidos de todo el Estado español. Los portavoces de esta recogida de firmas declaran que van a continuar la campaña con el objetivo de recoger 120.000 firmas para demostrar que “la gran mayoría de los militantes exigen un congreso extraordinario y siguen con el NO a Rajoy y por recuperar su partido.”
La rebelión de los militantes se ha traducido en la posición de muchas agrupaciones socialistas, pero también de varias federaciones regionales. Entre ellas, las de Castilla y León, Galicia, Euskadi y Cataluña. La Presidenta de Baleares ha reafirmado que sus dos diputados votarán NO. El recién reelegido secretario general del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) reafirmó en el mismo Comité Federal que sus 7 diputados deben votar no dada la política desarrollada por Rajoy contra el pueblo catalán. De todos modos, el martes el Comité Nacional del PSC tomará la decisión definitiva, bajo las enormes presiones de la Gestora impuesta por Susana y sus seguidores exigiéndoles que «respeten» la disciplina del Comité Federal. Es decir, que vuelvan la espalda a sus votantes y a los afiliados que representan, como harán otros. La propia Susana ha amenazado con romper el pacto federal entre el PSOE y el PSC: está dispuesta a romper el socialismo para sostener a Rajoy.
Una cuestión que no afecta sólo al PSOE
El POSI, sección de la Cuarta internacional en el Estado español no comparte, -es evidente- ni la política del PSOE, ni la de su ex Secretario General, Pedro Sánchez, defenestrado por los partidarios de ayudar a que Rajoy gobierne. Pero compartimos plenamente el sentido y aspiraciones de la inmensa mayoría de los afiliados socialistas. Porque no se trata ni de un cuestión interna ni de un problema interno del PSOE. Con el doble NO se identifica la inmensa mayoría de los trabajadores, y también la inmensa mayoría de los pueblos que buscan que su derecho a decidir sea reconocido y que no haya un gobierno en Madrid que no sólo se cierra a este derecho, sino que organiza activamente el enfrentamiento entre pueblos.
De inmediato se han alzado voces desde Podemos y desde Izquierda Unida llamando a enterrar al PSOE y presentándose como la “única oposición” a Rajoy. Lo que plantea dos problemas: en primer lugar, sin duda alguna, Susana Díaz y los suyos celebrarían que quienes se oponen a su política dentro del PSOE abandonaran la lucha y les dejaran quedarse en paz con el dominio absoluto del PSOE. Pero, además, ¿no debería cualquier que quiere oponerse al gobierno Rajoy buscar la unidad con los cientos de miles de militantes y simpatizantes socialistas que se oponen, igualmente, a ese gobierno?
El capital financiero exige un gobierno que aplique de inmediato su programa
en estos días se encuentra en Madrid una delegación del FMI. Esta delegación, como el conjunto de las instituciones al servicio del capital financiero, desde la Unión Europea a la Monarquía, tienen una «hoja de ruta» ya trazada para el próximo gobierno: de entrada una nueva reforma que imponga nuevos recortes en el régimen de pensiones, así como una nueva vuelta de tuerca a la reforma laboral, y cerrar filas contra los derechos de los pueblos, y en primer lugar del pueblo catalán. Hablan ya de nuevos recortes del orden de 27.000 millones de euros. Pero para ello necesitan un nuevo gobierno Rajoy. Pero no sólo un gobierno Rajoy, sino también una «oposición » responsable, como ha declarado Susana Díaz.
Ahora bien, ¿qué quiere decir un Partido Socialista «responsable»? Sin duda alguna, un PSOE responsable quiere decir un PSOE dispuesto a apoyar a Rajoy contra las reivindicaciones de la clase trabajadora, y contra la mayoría de militantes del propio PSOE. Esta es la cuestión que esta en juego. La abstención es solo el primer paso en esa colaboración.
Organizar la lucha por las reivindicaciones, por la ruptura con el régimen
Tienen razón algunos de los colectivos que llaman a manifestarse contra la investidura de Rajoy reclamando democracia frente al golpe de los poderes económicos y del régimen monárquico: “de esto solo nos saca la República”.
Traer la República y desmantelar las instituciones y el entramado de poder heredado de la dictadura de Franco requiere la más amplia alianza de las organizaciones que representan a los trabajadores y a los pueblos.
Y la primera batalla de ese combate es construir la unidad que reclaman la mayoría de los trabajadores y de los pueblos: unidad para impedir que Rajoy pueda desnaturalizar el sistema de pensiones, para impedir que pueda continuar los recortes, hundiendo las condiciones de vida de la mayoría. Unidad para impedir que el nuevo gobierno divida a los trabajadores y enfrente a los pueblos con su cruzada contra el pueblo catalán.
Unir fuerzas en ese empeño será en las próximas semanas o meses la continuidad del NO es NO.