Archivo de la etiqueta: electricidad

Nacionalizar las eléctricas PARA SALVAR A LA POBLACIÓN

Carta Semanal 848 en catalán

Carta Semanal 848 para descargar en PDF

El precio de la factura eléctrica ha alcanzado unas cifras escandalosas en las últimas fechas avivando el debate sobre el funcionamiento de este oligopolio. Efectivamente el precio del Mg/hora el viernes 13 de agosto fue de 117.29 euros. Hace exactamente un año era de 36 euros. No hay razones objetivas que expliquen esta subida. No solo supone una agresión a la población más necesitada, sino que además supone un obstáculo para la industria de este país.

Al mismo tiempo que el kilovatio se pone a precio de oro, muchos barrios obreros han sufrido continuos apagones este invierno por la falta de mantenimiento de las redes. Es el caso de muchas barriadas de Sevilla, de la Cañada Real en Madrid… A las multinacionales eléctricas no les interesa invertir en zonas de bajo consumo y donde mucha gente, que no puede pagar las facturas, se ve obligada a conectarse ilegalmente.

Hay que señalar que España fue uno de los países que más prisa se dio en privatizar las empresas públicas energéticas como parte de lo que se denomina la liberalización de la economía. El Consejo Europeo de 23 y 24 de marzo del 2000 de Lisboa (1) utilizando el lenguaje grandilocuente que precede a las grandes fechorías, prometía una serie de bondades que iban a hacer a la economía de la UE la primera economía del mundo, ¡casi nada!, y además alcanzaríamos la sociedad del conocimiento, la del pleno empleo, etc.

¿Quién se podría oponer? Ahora, obviamente, se nos decía que habría que hacer algunos cambios para lograr estos objetivos. Lo que pomposamente llamaban liberalización de la econo- mía, sobre todo del sector energético, era lo fundamental. También hablaban de retrasar jubilaciones, y de otras medidas como el apoyo al sector financiero.

En España, la empresa estatal Endesa llegó a tener más de un 40% del mercado, fue privatizada por los gobiernos de Felipe González y de Aznar. Mientras otros países se hacían los remolones en cuanto a la privatización (de hecho, una empresa estatal italiana, Enel, es propietaria del 70% de Endesa), nuestros gobiernos aceleraban como si se hubiesen creído que iba a haber pleno empleo y la mayor economía del mundo. Como suele pasar en estos casos el complemento de las privatizaciones fue la colocación de diversos dirigentes del PSOE y PP en puestos bien remunerados de los consejos de administración de las empresas eléctricas. Entre ellos Felipe González y Aznar y hasta 24 altos cargos del PSOE y PP y algunos nacionalistas.

El Estado mantiene un porcentaje en la red eléctrica (REE, un 20%), que le permite nombrar al presidente. Anteriormente Jordi Sevilla, exministro, y ahora Beatriz Corredor.

Con la privatización hicieron un negocio ruinoso, para la ciudadanía, claro. No solo se convirtió en un desastre en cuanto al servicio, sino que se encareció cada vez más el recibo de la luz y los beneficios multimillonarios pasaron a las multinacionales. La UE decía que quería acabar con el monopolio de los Estados y ha pasado al oligopolio de seis empresas para toda la UE. Y como todo lo que hacen está marcado por el caos, se da el caso de que empresas públicas de otros países en las que el Estado es mayoritario o propietario único participan en el pastel de la privatización de otros estados.

Generación, transporte, distribución y comercialización.

El mercado español se compone de cuatro fases distintas. Todo esto es un caos agravado por la privatización.

Están las empresas generadoras de energía. Bien de energías fósiles y nuclear, o las renovables. Entre las primeras, las de gas, carbón y nuclear. En las segundas las hidroeléctricas, eólicas o fotovoltaicas.

Entre las empresas que producen energía eléctrica en España hay 3 que copan el 80% del mercado. Endesa, Iberdrola y Naturgy. Otras dos, EDP y Repsol, el 10% y luego hay hasta 600 que producen energía en pequeñas proporciones. Empresas locales, cooperativas etc.

El transporte lo ejerce en solitario la empresa Red Eléctrica. Es la encargada de recibir la energía de los distintos productores, la mete en el “depósito” estatal y de ahí lo envía a los distintos distribuidores regionales. La distribución nuevamente está en manos muy mayoritaria- mente de 5 empresas. Iberdrola, Endesa, Unión Fenosa, EDP y Viesgo

Una vez estas empresas llevan, cada una en una zona, la electricidad a cada punto (vivienda o empresa) entran las comercializadoras. Otra vez un galimatías de empresas, con las grandes llevándose la parte mayor del negocio y el resto que se busca un hueco a base de engañar a la gente. Para ello contratan a gente que vaya con- venciendo a los usuarios de que se cambien de comercializadora y le prometen rebajas que suelen convertirse en aumentos de precios.

El precio ¿cómo se fija?

Lo hacen de tal manera que es difícil entenderlo. Fundamentalmente es un proceso dividido en tres partes. Los impuestos, que son casi un 30% entre IVA, impuesto eléctrico, y municipal, la subasta de lo que realmente es el precio de la electricidad y que es un proceso totalmente especulativo donde las grandes empresas pueden hacer sus amaños. Como ejemplo la investigación abierta por el gobierno a Iberdrola por el vaciado de pantanos efectuados con el fin de influir en los altos precios. Y luego una parte importante se fija por otras partidas, los costes regulados, que no tienen nada que ver con el coste de la generación de la energía. Y que son cosas tan variables como compensaciones a las renovables, compensaciones a las empresas que garantizan el consumo, partidas para que no tengan pérdidas, y un montón de mamoneos. Otra vergüenza, buena parte de ella en nombre del cambio climático.

El precio final lo fija la última electricidad que entra en la red. Casualmente suele ser la más cara. Si es así pagamos las verduras, la pasta y él solomillo todo a precio de solomillo. Es fácil para las empresas multinacionales que tiene distintas centrales de combustibles fósiles y renovables, meter a última hora la que les interesa. Negocio completo. Hay que tener en cuenta que buena parte de la energía que se genera en España se hace a partir de las centrales que utilizan gas. Y en España no hay gas, así que hay que importarlo y ahí entra en juego otro factor que es el de la especulación con las materias primas.

El sistema, impuesto por la UE, ha llegado a tal nivel que países como Alemania han pedido a la UE reforme los mercados eléctricos porque se ha llegado a la barbaridad de que se generen escenarios perversos como que la rentabilidad de algunas plantas dependa únicamente de los momentos de escasez. Cuanto peor para todos, mejor para algunos.

Mintieron una vez más

Cuando señalaban que si se privatiza el sector energético tendríamos una energía más barata y mejor servicio nos engañaban conscientemente. Lo único que han conseguido es con la excusa de acabar con el monopolio estatal, crear un oligopolio europeo donde 6 empresas se llevan la mayoría del pastel y si siguen así las cosas aumentarán su presencia cada año.

En el caso español tres grandes eléctricas, Endesa, Iberdrola y Naturgy, han ganado, según el diario digital Público de 25 de julio de 2021, 25.977 millones de euros en un lustro con los ajustes contables y se disparan a 29.888 sin ellos, cifras a las que deberían añadirse las magras provisiones para afrontar las inversiones en renovables.

Sigue leyendo

Nacionalitzar les elèctriques PER SALVAR LA POBLACIÓ

Carta Setmanal 848 per descarregar en PDF

El preu de la factura elèctrica ha assolit unes xi- fres escandaloses en les últimes dates avivant el debat sobre el funcionament d’aquest oligopoli. Efectivament el preu del Mg/hora el divendres 13 d’agost va ser de 117.29 euros. Fa exactament un any era de 36 euros. No hi ha raons objectives que expliquin aquesta pujada. No només suposa una agressió a la població més necessitada, sinó que a més suposa un obstacle per a la indústria d’aquest país.

Al mateix temps que el quilowatt es posa a preu d’or, molts barris obrers han patit continues apagades aquest hivern per la manca de manteniment de les xarxes. És el cas de moltes barriades de Sevilla, de la Canyada Reial a Madrid … A les multinacionals elèctriques no les interessa invertir en zones de baix consum i on molta gent, que no pot pagar les factures, es veu obligada a connectar il·legalment.

Cal assenyalar que Espanya va ser un dels països que més pressa es va donar en privatitzar les empreses públiques energètiques com a part del que s’anomena la liberalització de l’economia. El Consell Europeu de 23 i 24 de març de l’any 2000 de Lisboa (1) utilitzant el llenguatge grandiloqüent que precedeix a les grans malifetes, prometia una sèrie de bondats que anaven a fer de l’economia de la UE la primera economia de la terra, gairebé res !, i a més aconseguiríem la societat del coneixement, la de la plena ocupació, etc.

Qui es podria oposar? Ara, òbviament, se’ns deia que caldria fer alguns canvis per aconseguir aquests objectius. El que pomposament cridaven liberalització de l’economia, sobretot del sector energètic, era el fonamental. També parlaven de retardar jubilacions, i d’al- tres mesures com el suport al sector financer.

A Espanya, l’empresa estatal Endesa va arribar a tenir més d’un 40% de mercat, va ser privatitzada pels governs de Felipe González i d’Aznar. Mentre altres països es feien els ronsos pel que fa a la privatització (de fet, una empresa estatal italiana, Enel, és propietària del 70% d’Endesa), els nostres governs acceleraven com si s’haguessin cregut que hi hauria plena ocu- pació i la major economia del món. Com sol passar en aquests casos el complement de les privatitzacions va ser la col·locació de diversos dirigents del PSOE i PP a llocs ben remunerats dels consells d’administració de les empreses elèctriques. Entre ells Felipe González i Aznar i fins a 24 alts càrrecs del PSOE i PP i alguns nacionalistes

L’Estat manté un percentatge a la xarxa elèctrica (REE, un 20%), que li permet nomenar el president. Anteriorment Jordi Sevilla, exministre, i ara Beatriz Corredor

Amb la privatització van fer un negoci ruïnós, per a la ciutadania clar. No només es va convertir en un desastre pel que fa al servei, sinó que es va encarir cada vegada més el re- but de la llum i els beneficis multimilionaris van passar a les multinacionals. La UE deia que volia acabar amb el monopoli dels Estats i ha passat a l’oligopoli de sis empreses per a tota la UE. I com tot el que fan està marcat pel caos, es dóna el cas que empreses públiques d’altres països en què l’Estat és majoritari o propietari únic participen en el pastís de la privatització d’altres estats.

Generació, transport, distribució i comercialització

El mercat espanyol es compon de quatre fases diferents. Tot això és un caos agreujat per la privatització.

Hi ha les empreses generadores d’energia. Bé d’energies fòssils i nuclear, o les renovables. Entre les primeres, les de gas, carbó i nuclear. En les segones les hidroelèctriques, eòliques o fotovoltaiques.

Entre les empreses que produeixen energia elèctrica a Espanya hi ha 3 que copen el 80% del mercat. Endesa, Iberdrola i Naturgy. Dues, EDP i Repsol, el 10% i després hi ha fins a 600 que produeixen energia en petites proporcions. Empreses locals, cooperatives etc.

El transport l’exerceix en solitari l’empresa Red Elèctrica. És l’encarregada de rebre l’energia dels diferents productors, la fica en el “dipòsit” de l’Estat i d’aquí l’envia als diferents distribuïdors regionals. La distribució novament està en mans molt majoritàriament de 5 empreses: Iberdrola, Endesa, Unión Fenosa, EDP i Viesgo.

Un cop aquestes empreses porten, cadascuna en una zona, l’electricitat a cada punt (habitatge o empresa) entren les comercialitzadores. Una altra vegada un galimaties d’empreses, amb les grans portant-se la part més gran del negoci i la resta que es busca un forat a força d’enganyar a la gent. Per a això contracten a gent que vagi convencent als usuaris que es canviïn de comercialitzadora i li prometen rebaixes que solen convertirse en augments de preus.

El preu com es fixa?

Ho fan de tal manera que és difícil entendre-ho. Fonamentalment és un procés dividit en tres parts. Els impostos, que són gairebé un 30% entre IVA, impost elèctric, i municipal, la subhasta del que realment és el preu de l’electricitat i que és un procés totalment especulatiu on les grans empreses poden fer els seus tripijocs. Com a exemple la investigació oberta pel govern a Iberdrola pel buidatge de pantans efectuats per tal d’influir en els alts preus. I després una part important es fixa per altres partides, els costos regulats, que no tenen res a veure amb el cost de la generació de l’energia. I que són coses tan variables com compensacions a les renovables, compensacions a les empreses que garanteixen el consum, partides perquè no tinguin perdudes, i un munt de mamonejos. Una altra vergonya, bona part d’ella en nom del canvi climàtic.

El preu final el fixa l’última electricitat que entra a la xarxa. Casualment sol ser la més cara. Si és així paguem les verdures, la pasta i el filetto ta preu defilet. És fàcil pera les empreses multinacionals que tenen diferents centrals de combustibles fòssils i renovables, ficar a última hora la que els interessa. Negoci complet. Cal tenir en compte que bona part de l’energia que es genera a Espanya es fa a partir de les centrals que utilitzen gas. I a Espanya no hi ha gas, així que cal importar-lo i aquí entra en joc un altre factor que és el de l’especulació amb les matèries primeres.

El sistema, imposat per la UE, ha arribat a tal nivell que països com Alemanya han demanat a la UE reformi els mercats elèctrics perquè s’ha arribat a la barbaritat que es generin escenaris perversos com que la rendibilitat d’algunes plantes depengui únicament dels moments d’escassetat. Com pitjor per a tothom, millor per a alguns.

Van mentir un cop més

Quan assenyalaven que si es privatitza el sector energètic tindríem una energia més barata i millor servei ens enganyaven conscientment. L’únic que han aconseguit és amb l’excusa d’acabar amb el monopoli estatal, crear un oligopoli europeu on 6 empreses s’emporten la majoria del pastís i si segueixen així les coses augmentaran la seva presència cada any.

En el cas espanyol tres grans elèctriques, Endesa, Iberdrola i Naturgy, han guanyat, segons el diari digital Público de 25 de juliol de 2021, 25.977.000 d’euros en un lustre amb els ajustaments comptables i es disparen a 29.888 sense ells, xifres a les que haurien d’afegir les magres provisions per afrontar les inversions en renovables.

L’excusa ecològica

Amb l’excusa de salvar el planeta els governs de la UE no dubten a destruir empreses i encarir la factura elèctrica. Aquests països, els més rics, han creat un principi que no és el de no contaminar. És el que diuen que qui contamina paga, fixat en la cimera ‘ecològica’ de Kyoto. I d’aquesta manera es fa funcionar un mercat d’emissions, mercat especulatiu, que permet seguir funcionant a empreses pagant un cànon que cada vegada fa més difícil la supervivència. Una política que porta a la fi al tancament d’empreses amb alt consum d’energia (sector acer, tèrmiques, Alcoa …) i a traslladar les emissions a altres països amb menys controls i més necessitat econòmica. És la deslocalització d’emissions.

I mentre tanquen empreses que contaminen, donen desenes de milions per l’anomenada transició energètica que suposa ajudar les elèctriques a canviar el negoci per parcs eòlics i solars que creen també grans problemes de tot tipus amb el medi ambient

Nacionalitzar el sector elèctric o crear una empresa pública

En aquests dies ha aparegut en el debat la necessitat de crear una empresa pública que pugui fer front a les empreses privades elèctriques. Molts menys adeptes entre les organitzacions polítiques i sindicals ha tingut la proposta de nacionalització del sector elèctric.

Els que plantegen que creant una empresa pública es pot resoldre els problemes, o no coneixen la Unió Europea o simplement falten a la veritat. Per descomptat millor que hi hagi empreses públiques que privades. Com a mínim, els beneficis no aniran a especuladors. Però això no és la solució que es necessita perquè hi hagi una energia barata, neta i perquè es garanteixi el subministrament a tota la població i la continuïtat de la indústria i els llocs de treball.

Què pot fer una empresa pública? Ha de competir en les condicions que fixa la UE i accepta el govern espanyol. No posarà millors preus i per molt que pressionin no abaratirà els preus. Caldria trencar amb la UE i els seus tractats. La major part de les despeses es van en primes a les renovables i compensacions diverses a les empreses. Ara els diners que vindran de la UE a través dels anomenats PERTE, aprofundiran en la privatització i el reforçament de l’oligopoli energètic. Per això s’han dissenyat.

El govern a bufar i xuclar

El Govern es mostra escandalitzat per la pujada del preu. UP fins i tot ha amenaçat de sortir al carrer, contra el govern? Podrien solucionar tot nacionalitzant les elèctriques. No subordinant-se a la UE.

Acabar amb aquest robatori exigeix enfrontarse amb la UE, nacionalitzar el sector elèctric i posar al servei de la majoria tots els recursos energètics. Generació, distribució i comercialització d’una cosa que és tan important per a la vida de les persones i per a la indústria.

Com venim assenyalant contínuament, la Monarquia i la Unió Europea actuen com una camisa de força per impedir el desenvolupament de les forces productives, per impedir una democràcia plena i la satisfacció de les reivindicacions. La lluita per la República deixa de ser una reivindicació ideològica per esdevenir una necessitat material per acabar amb l’explotació.

(1) https://www.europarl.europa.eu/summits/lis1_ es.html

¡Nacionalización de las eléctricas!

(publicado en la Carta Semanal 452)

Carta-452El pasado 19 de diciembre en la “subasta” que supuestamente celebran cada trimestre las compañías eléctricas para fijar el precio que ponen a la parte liberalizada del recibo de la luz, se decidió una subida del recibo de la electricidad de nada menos que el 11%. Esta subida sería la cuarta que se produciría en los últimos nueve meses. El escándalo ha sido tal que ha obligado al Gobierno, que teme que, en la situación explosiva que vive el país, cualquier chispa pueda hacer saltar todo, a intervenir para anular la subasta, alegando una supuesta manipulación de la misma. Un cínico alegato de quienes saben perfectamente que la manipulación es consustancial al sistema implantado desde 1997, que ha permitido desde entonces pactar los precios (los beneficios) entre las empresas que controlan el sector, mientras la Administración hacía de maestro de ceremonias.

Sigue leyendo