Los profesores portugueses imponen un retroceso al Gobierno Pasos Coelho / Troika

(Publicado en la Carta Semanal 428. También podéis leerla en catalán)

Carta-428La crisis abierta en el gobierno portugués –y, como todo parece indicar, cerrada en falso– ha sacudido las Bolsas y el Mercado de deuda. El ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, al dimitir el lunes 1 de julio, ha explicado claramente que el problema que le ha llevado esa decisión es “la erosión del apoyo popular a las reformas”, es decir, la resistencia de las masas trabajadoras a la destrucción de todos sus derechos y conquistas.

El gobierno portugués de Passos Coelho no tiene más programa que la aplicación del memorando de la Troika. En eso es “gemelo” del gobierno Rajoy, cuyo único programa es el pago de la deuda y la aplicación de las políticas de “austeridad” y recortes impuestas por esa misma Troika.

Ahora bien, mientras en Portugal los trabajadores han conseguido imponer a los dirigentes sindicales la movilización unida, cuyos últimos episodios han sido la huelga general del 27 de junio y la huelga de profesores que ha obligado al gobierno a retroceder, eso aquí aún no ha sido posible. Este retroceso impuesto al gobierno portugués es histórico, provocando una tormenta en toda Europa.

En nuestro país, el 8 de julio cientos de miles de trabajadores se han quedado sin convenio colectivo en aplicación de la reforma laboral. Y sin embargo, los dirigentes se han negado a organizar la movilización unida de todos estos trabajadores para defender sus convenios. Han preferido un pacto con la patronal (que la mayoría de patronales sectoriales se ha negado a aplicar) para mantener unos meses la ultraactividad de los convenios. ¿Por qué? Porque los dirigentes de los sindicatos apuestan, como Rubalcaba, por defender al gobierno y al régimen llegando a un pacto con él.

La clave de la situación en España es hoy esa decisión de los dirigentes de no organizar la movilización unida para echar a este gobierno, que, hundido en las encuestas y podrido por los escándalos de corrupción, sólo se mantiene porque recibe ese “soporte vital”. La campaña para que los sindicatos rompan toda negociación y todo acuerdo con este gobierno es, por tanto, fundamental en esta situación.

Pero esa campaña no es un hecho asilado. Debe y puede apoyarse en la derrota que los profesores portugueses en nombre de toda la clase obrera junto con sus sindicatos han impuesto al gobierno sometido a la troika.

Publicamos a continuación la declaración del POUS, sección portuguesa de la IV Internacional.

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