(Publicado en la Carta Semanal 685 – ver en catalán)

Recibimos una notas de nuestros compañeros de Mexico sobre el resultados de las elecciones en su país que suponen un vuelco en la situación y en el que Morena (coalición encabezada por Lopez Obrador) se ha hecho con la presidencia, y la mayoría de votos y escaños en todas las instituciones (Congreso, Senado, ayuntamientos…etc)

1 de julio de 2018: López Obrador ha ganado la presidencia, ¡es un triunfo del pueblo trabajador mexicano, un triunfo de la nación misma!

López Obrador logró 32 millones de votos, 53 por ciento de la votación ¡Cifras históricas, sin precedente!. (Según el Programa de Resultados Preliminares – PREP)

El voto emitido por la población trabajadora del campo, de las pequeñas poblaciones, de las ciudades, expresa el profundo rechazo de las grandes mayorías del país a la CORRUPCIÓN, LA VIOLENCIA, LA POBREZA, LAS MEDIDAS DESTRUCTIVAS Y LAS CONTRARREFORMAS (educativa, laboral, energética,…), orquestadas por el RÉGIMEN DEL PRI-PAN a lo largo de las pasadas décadas.

Es a la vez el rechazo a la política proimperialista del gobierno de Peña Nieto, de la mafia del poder que le sirvió de escalón a Trump durante las elecciones estadunidenses, que acepta la política del muro y de violencia contra las familias de migrantes, y de reducción del país a un territorio maquilador y sobre todo, de ENTREGA DE LAS RIQUEZAS NATURALES DEL PAÍS AL CAPITAL FINANCIERO (petróleo, agua, minas,…).

La campaña de los medios de comunicación (mintiendo, buscando confundir y aterrorizar a la gente), los enormes recursos utilizados en la compra de votos por los partidos pilares del régimen a los cuales se ha integrado plenamente el PRD, no han podido detener la movilización en el terreno electoral, de millones y millones del pueblo trabajador.

Comienza una cuarta etapa, una cuarta revolución “pacífica pero radical” en la historia del pueblo mexicano, señala López Obrador. En efecto, se inicia una nueva etapa en la situación política y social del país cuyos objetivos serán seguramente recuperar los derechos y conquistas que los pasados gobiernos han destruido y, sobre todo, alcanzar los objetivos no logrados en las etapas anteriores de nuestra historia.

“¡Auténtica democracia!”, dice López Obrador, lo que quiere decir para los trabajadores el derecho a dirigir nuestras organizaciones sindicales y nuestro derecho a una representación política independiente.

¡Plena soberanía nacional! lo que quiere decir defensa de nuestras riquezas naturales, defensa de los migrantes, rechazo a las amenazas del imperialismo apoyándonos en la movilización de la población y en la solidaridad de los pueblos y trabajadores de América Latina y del mundo.

Sentimos que el triunfo del pueblo trabajador mexicano y de la nación es también una contribución a la lucha de los pueblos de América Latina y el Caribe en defensa de sus derechos, en contra de la intervención (encubierta o descarada) de las potencias dominantes y del gobierno de Trump. Sentimos a la vez que tenemos en los propios Estados Unidos, un potente aliado en la clase trabajadora (con sus diferentes componentes), en la lucha contra la política imperialista del gobierno de Trump.

Estemos alertas frente a las amenazas que estarán presentes en los próximos días y semanas. La amenaza de fraude está presente para la imposición de gobernadores y de diputados y senadores de parte del PAN-PRD y PRI, es decir, de la mafia del poder y del control que ejercen sobre las instituciones electorales y las estructuras de poder en los estados de la federación.

La conclusión que sacamos: Este primer triunfo del pueblo y la nación mexicana demanda más que nunca la necesidad de la organización de la clase trabajadora, independiente, en el terreno sindical y en el terreno político desarrollando una política de apoyo a las medidas progresistas que adopte el gobierno de López Obrador, una política de unidad con el partido de López Obrador y con todas las organizaciones en la lucha por las demandas del pueblo trabajador y por la defensa de la soberanía y unidad de la nación. ¡Es hora de parar la política entreguista de la nación!, ¡No a la política de destrucción de los derechos y conquistas de la clase trabajadora!