¿Un nuevo pacto contra los trabajadores?

(publicado en la Carta Semanal 419)

Carta Semanal 419

En sus discursos del pasado 1 de mayo, los dirigentes de UGT y CCOO reiteraron la petición que vienen haciendo desde hace más de un año: un gran “pacto social y económico por el empleo”. Y ello en contradicción fragante con lo que exigían el millón largo de manifestantes el 1 de mayo en las 77 manifestaciones convocadas por los sindicatos.

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, dijo al final de la manifestación de Madrid que “hay que cambiar las políticas, si no se siente capaz (por Rajoy) que convoque de forma urgente a los partidos y agentes sociales porque este país merece una oportunidad”.

Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, dijo: “Exigiremos, con mucha rotundidad y de manera multitudinaria, un cambio de rumbo radical en las políticas económicas y sociales y un gran pacto político y social a favor del empleo y del crecimiento económico, sustentado en la cohesión y la igualdad, que promueva el tan necesario cambio de modelo productivo y el mantenimiento y profundización en los servicios y prestaciones del Estado de Bienestar”.

La búsqueda de este “gran pacto” con el Gobierno puede explicar la tregua que le dieron Toxo y Méndez tras el 14-N, a pesar de los recortes de pensiones decretados (y los que anuncia el Gobierno), y el Plan de Empleo Juvenil que precariza aún más el trabajo para los jóvenes.

Por su parte, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que convoque a los partidos políticos, los sindicatos y los empresarios para lograr un “gran pacto nacional” en el que esté presente “lo mejor de cada uno” para luchar contra el desempleo y salir de la crisis. Según PSOE TV, Rubalcaba ha dicho: “Creo que hace falta que nos sentemos en una mesa y pongamos lo mejor de cada uno para que podamos salir de esta situación dificilísima por la que atraviesa nuestro país”.

Por su parte, el rey ha insistido en la necesidad de “buscar consensos para luchar contra el paro” en los contactos que ha mantenido durante las últimas semanas con Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. Un portavoz de la Casa del Rey ha informado de que este mensaje ha sido formulado por don Juan Carlos en las últimas semanas tanto a Rajoy, con quien celebra un despacho semanal en la Zarzuela, como a Pérez Rubalcaba, con quien ha mantenido contactos telefónicos.

Rajoy cita a los agentes sociales para el día 16

Un gobierno al que las encuestas no dan más de un 20% de popularidad y que se hunde cada vez más en el lodo de la corrupción que desvela el “caso Bárcenas”, necesita más que nunca un pacto que le permita sobrevivir y seguir aplicando su política. Por eso, sin duda, Rajoy ha anunciado que se reunirá en la Moncloa con los dirigentes de los sindicatos y la patronal el próximo día 16 de mayo.

La dirección de CCOO ha hecho público un comunicado en el que saluda esta decisión del Gobierno de convocar a las organizaciones empresariales y sindicales el próximo 16 de mayo, a fin de reflexionar sobre la situación económica y las políticas para enfrentar la crisis. “La sistemática demanda de consenso de país, reactivación económica, cohesión social y creación de empleo, que los sindicatos hemos reclamado parece haber dado sus primeros frutos, tras la convocatoria de esta reunión”, ha precisado el secretario de Organización y Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano.

Por su parte, UGT ha dicho, de cara a ese encuentro, que “insiste en la necesidad de revertir medidas impuestas por el Gobierno y alcanzar un gran Pacto por la Recuperación Económica y el Empleo, que sea fruto del diálogo social y que contenga tres requisitos: inversión productiva en infraestructura y conocimiento, la suspensión de la aplicación de la reforma laboral y dotarlo de verdaderas políticas de empleo y protección social a las personas desempleadas”.

¿Qué pueden esperar los trabajadores de ese pacto?

De cara a la reunión del día 16, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha manifestado en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, que “algunas de estas cuestiones pendientes son el factor de sostenibilidad (fórmula para garantizar la solvencia del sistema de pensiones), la reforma de las administraciones públicas y otros asuntos europeos”.

Ahora bien, si esos son los objetivos del Gobierno, ¿qué puede salir de ese pacto?

  • El “factor de sostenibilidad” no es otra cosa que el mecanismo que el Gobierno quiere poner en marcha para implantar la jubilación obligatoria para todos  a los 67 años o más tarde, y para acabar con la actualización de las pensiones según el IPC.
  • La reforma de las Administraciones Públicas incluye la intención de imponer a los Ayuntamientos un Plan de Ajuste de más de 5.000 millones de euros, y de ella forma parte la reducción, que la propia Santamaría ha reivindicado, de más de 300.000 empleados públicos en los dos últimos años.
  • En cuanto a “otros asuntos europeos”, el gobierno del que forma parte Santamaría acaba de enviar a Bruselas un nuevo “plan de reformas”, que mantiene y profundiza todos los recortes.

Por supuesto, el Gobierno reafirma y mantiene todos sus recortes, la reforma laboral que ha traído casi un millón de despidos (pagados a precio de saldo), el despido de 350.000 funcionarios, las rebajas de salarios, incremento de jornada y otros recortes a los empleados públicos, etc., etc., etc. Está claro, por tanto, que los trabajadores sólo pueden esperar de este gobierno más recortes, pactados o no.

Como si no tuviéramos experiencia de pactos

Desde los Pactos de la Moncloa, los trabajadores tenemos una larga experiencia de pactos. En todos ellos, se exige a los trabajadores y a sus organizaciones concesiones y sacrificios que ellos cumplen, en tanto que las prometidas contrapartidas del gobierno y de los patronos nunca se cumplen.

Sin ir mas lejos, ahí está el acuerdo de pensiones ASE de 2010, que  según nos dijeron, creaba un “nuevo derecho a la jubilación anticipada”, que el gobierno Rajoy se ha cargado hace unos meses, y que “garantizaba el derecho a la jubilación a los 65 para trabajadores con largas carreras de cotización” (que el Gobierno ha anunciado que va a eliminar, llevando todas las jubilaciones a los 67), o los recientes Acuerdos de Negociación Colectiva, que se basaban en la moderación salarial a cambio de que los empresarios moderaran los precios e invirtieran en crear empleo. Los salarios han perdido mucho poder adquisitivo en cumplimiento de esos acuerdos, pero los empresarios han subido los precios o se han gastado los beneficios obtenidos en reducir deuda, sin crear empleo.

¿A quién beneficia, entonces, este posible pacto?

Solo hay un posible beneficiario de un eventual pacto: el gobierno Rajoy, que obtendría una amplia legitimidad parlamentaria y el apoyo de las dos grandes organizaciones de los trabajadores a sus políticas de recortes, permitiéndole, además, desviar la atención de sus escándalos de corrupción.

Los trabajadores no necesitan este pacto, por el contrario, necesitarían un acuerdo de sus organizaciones, de CCOO, UGT, PSOE, IU, etc., para combatir hasta el final las políticas de recortes y al gobierno que las aplica, para acabar con la reforma laboral, revertir los recortes en Sanidad y Enseñanza, poner en marcha un amplio plan de empleo basado en la expropiación de especuladores y defraudadores fiscales.

En estas condiciones toma gran importancia la campaña desarrollada por el Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP) por la dimisión del Gobierno, es decir, para que las  organizaciones no hagan ningún pacto con el gobierno corrupto. Lo cual  entronca con el combate por agrupar fuerzas en cada empresa, sector o  localidad en defensa de los convenios, de la vivienda, de la sanidad o la  enseñanza.

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