(Publicado en la Carta Semanal 776 – ver en catalán)
Las últimas decisiones del Gobierno, particularmente el cierre temporal de empresas con el “permiso retribuido recuperable”, el decreto sobre el «escudo social» y las 50 medidas sociales del Consejo de Ministros del martes 31 de marzo, han provocado un griterío en contra de los partidos franquistas, de la patronal y de la Brunete mediática. El lunes 30, Pablo Casado, amenazó incluso con retirar su apoyo al Gobierno, y no votar a favor de la convalidación en el Congreso de esos decretos (hasta ahora han aprobado la convalidación de todos). Inés Arrimadas se quejó de no haber sido consultada y Abascal pidió la dimisión de Sánchez y la formación de un gobierno de «salvación nacional», con el PP, el PSOE y Vox. Entretanto la patronal criticó el encarecimiento de las condiciones del despido, que tachó de “derogación de elementos esenciales” de la reforma laboral. Incluso el PNV mostró su enfado porque afectaba a la industria pesada vasca.