(publicado en la Carta Semanal 468)
Declaración del Secretariado del POSI – 11 de abril de 2014
Las Cortes monárquicas han votado el 8 de abril contra los derechos del pueblo catalán, de todos los pueblos.
La mayoría de los diputados en Cortes, a iniciativa de Rajoy y Rubalcaba (secretario del PSOE) que lo habían pactado previamente, han escenificado este 8 de abril lo que ya se sabía: que ni Cataluña ni la democracia caben en la Constitución monárquica. Envuelto en la hipócrita declaración de que la soberanía reside en el pueblo español –como si esto fuera verdad–, Rajoy lo ha vuelto a dejar claro: “No es posible atender lo que nos solicita el Parlamento de Cataluña porque lo impide la Constitución”. Si Rajoy y Rubalcaba quisiesen atender a lo que solicita el pueblo de Cataluña, propondrían un cambio inmediato de la Constitución para consagrar el derecho de autodeterminación. Por el contrario, los dos están de acuerdo en negar ese derecho, porque defienden el régimen monárquico establecido en la Transición.
Ese régimen posfranquista es incompatible con el ejercicio de los derechos democráticos más elementales, por más que algunos pretendan hacer creer que todo es posible dentro del mismo, o incluso se recreen en lecturas “generosas” de las posibilidades que brinda la reciente sentencia del Tribunal Constitucional. Esa sentencia dice que se podría llegar a instrumentar algún “derecho a decidir” sobre cosas secundarias pero no el derecho de autodeterminación. Recordemos que este tribunal fue el que recortó ampliamente el Estatuto aprobado en referéndum por el pueblo catalán el 2006. La votación de este 8 de abril en el Congreso ha sido clara: 299 votos en contra, 47 a favor y 1 abstención.
Al negar los derechos del pueblo catalán, las instituciones de la Monarquía niegan la soberanía de todos los pueblos: la Monarquía es una cárcel de pueblos al servicio del capital financiero.
Y para quebrar la resistencia encarnizada de trabajadores y pueblos a los planes de la Troika buscan aislar al pueblo catalán, enfrentar a los pueblos, con lo cual estaría amenazada la unidad de la clase obrera de todo el país, sus organizaciones.
¿Quién es responsable?
Es normal que la Monarquía y su gobierno se opongan a los derechos de los pueblos, como herederos del franquismo y defensores de los intereses del capital financiero, de los grandes bancos, es natural que se opongan a la soberanía y la democracia.
Es normal que la Unión Europea y todos sus portavoces cierren filas detrás del rey y de Rajoy. Porque la expresión de soberanía de los pueblos pondría en peligro sus planes de ajuste y austeridad dictados para restablecer los beneficios de los grandes capitalistas.
Lo que no es normal es que voten con ellos los representantes de un partido como el PSOE, que se construyó defendiendo los derechos de los trabajadores y los pueblos, al que los trabajadores han dado una amplia representación para que garantice la democracia, la fraternidad entre los pueblos. Sin embargo, su dirección cierra filas con lo más corrupto del aparato de la Monarquía contra el pueblo catalán; miles de socialistas que lucharon bajo el franquismo, que combaten hoy contra la política ultrarreaccionaria de Rajoy, se preguntan qué intereses defiende Rubalcaba.
Desde el punto de vista de la clase obrera, de su unidad y sus reivindicaciones, es inaceptable que alegando supuestas posiciones federalistas, Rubalcaba haya arrastrado al PSOE a votar junto con el PP y otros. Su seudofederalismo, que no se basa en la libre decisión de las partes federadas, sólo busca repintar y apuntalar el “estado de las autonomías” monárquico.
El pueblo catalán, como todos los pueblos, quiere poder decidir
Nadie que se reclame de la democracia puede dar la espalda al clamor popular que exige en Cataluña poder decidir. Y nadie que se reclame de la democracia puede justificar de ninguna manera que se impida ese derecho. Defender este derecho es un asunto de toda la clase obrera.
Contra los que imponen acabar con las pensiones, los servicios públicos y todas las conquistas sociales; contra los que se parapetan en la rojigualda y en la “indisoluble unidad de España” para aplicar todas las medidas que hunden al país y lo hacen cada vez más dependiente, es preciso levantar la más amplia unidad de todos los trabajadores y pueblos que necesitamos la democracia y la soberanía para poder defendernos. En medio de una marea de banderas republicanas, centenares de miles de trabajadores y jóvenes de todo el país se manifestaron el 22 de marzo en Madrid nos hemos manifestado para echar al gobierno Rajoy y todos los gobiernos que se someten a la política de la Troika.
La constitución monárquica y sus gobiernos son el muro político y jurídico que niega los derechos de los pueblos y pisotea las reivindicaciones de los trabajadores. Más que nunca es necesario rehacer la Alianza entre los trabajadores y los pueblos con sus organizaciones, como existía de hecho en la lucha contra el franquismo
La lucha por la democracia incumbe a todos los pueblos del Estado español, y a toda la clase obrera
El No de las Cortes conduce al enfrentamiento, alentado por quienes tienen interés en derrotar la resistencia de los trabajadores y de los pueblos a las políticas de ajuste, para que éstas puedan imponerse. A esta política de división contribuye el pacto de Estado entre Rajoy y Rubalcaba.
Qué salida?
No hay salida en el actual marco político. Ni para Cataluña ni para el conjunto de los pueblos del Estado español. Acabar con los recortes, defender las pensiones, las conquistas sociales, los servicios públicos, exige acabar con este gobierno, con todos los gobiernos que, se reclamen de lo que se reclamen, aplican las políticas de ajuste contrarias a los intereses de la mayoría social.
El pueblo de Cataluña, los trabajadores no pueden otorgar ninguna confianza a los que desde el palacio de la Generalitat fueron y son los primeros en aplicar los planes de austeridad y que hoy buscan desesperadamente un acuerdo con Rajoy, ofreciéndole un nuevo “Pacto Fiscal” y algún arreglo político chapucero para huir del pronunciamiento soberano del pueblo catalán.
El POSI que es partidario incondicional del derecho de autodeterminación, de la independencia política de los partidos y sindicatos obreros y de la fraternidad entre los pueblos; que lucha por acabar con la Monarquía, por abrir un período constituyente en el cual pueda ejercerse el derecho de autodeterminación; que lucha por levantar una Unión libre de Repúblicas del Estado español (la República catalana, la República vasca), afirma que éste es el único escenario en el que los catalanes, en que todos lo pueblos podrán decidir libremente su futuro, y en el que los trabajadores podrán encontrar satisfacción a las reivindicaciones.
Por ello que apoyamos con todas nuestras fuerzas la campaña del Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos y la Conferencia por los derechos sociales, la libertad y la fraternidad entre los pueblos que convoca con diversos responsables políticos y sindicales para el 14 de junio próximo
Hoy más que nunca es preciso dirigirse a todas las organizaciones de los trabajadores, a todos los partidarios de la democracia, para reclamar la unidad, para impedir el enfrentamiento al que quieren conducirnos, para luchar juntos en defensa de las pensiones, de los convenios, de la sanidad y de la enseñanza. Para defender juntos el derecho del pueblo catalán a decidir su futuro.