(publicado en la Carta Semanal 460)
Nuestro punto de partida
Sí, nos reclamamos de las mejores tradiciones del movimiento obrero. La Primera Internacional de Marx y Engels aunó el combate por la emancipación social y por los derechos de los pueblos (por la independencia de Irlanda y Polonia). La Revolución de Octubre liberó a los pueblos oprimidos por el zarismo, que entonces compusieron voluntariamente la URSS inscribiendo el derecho de autodeterminación en la Constitución, derecho anulado después por la reacción estalinista. Incluso podemos reivindicar la constitución de la Federación Yugoslava que aunó a pueblos libres que combatieron conjuntamente al enemigo fascista. Aunque luego la burocracia titista abrió las puertas al FMI y a la CEE (UE de la época), que desmembraron Yugoslavia por medio de la depuración étnica y la guerra.