Declaración del Comité Ejecutivo del POSI (descargar en PDF)
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Por una salida democrática a la ‘cuestión catalana’
Carta Semanal 839 en catalán
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Inmediatamente después de conocerse la intención del Gobierno de iniciar los trámites para la concesión del indulto a los 12 republicanos catalanes condenados por el Tribunal Supremo a más de 100 años de prisión, la derecha franquista de este país apoyada en el aparato judicial de inequívoco aroma franquista, ha abierto la caja de los truenos y ha lanzado una campaña en contra. Esta campaña ha sido apoyada abiertamente en un primer momento por el clan de Felipe González en el PSOE. La reacción de unos y otros pone en evidencia lo que tantas veces hemos explicado: la incompatibilidad entre el régimen monárquico y cualquier medida que tenga que ver con la democracia.
El aparato judicial franquista, contrario a cualquier solución política
El pasado 26 de mayo, el Tribunal Supremo (que había condenado a los presos y tenía que informar sobre posible indulto) envió al Ministerio de Justicia un informe contrario a la concesión del indulto, posibilidad que consideró “inaceptable”, llegando incluso a acusar veladamente al Gobierno de querer cambiar una resolución judicial. El argumento utilizado era que los condenados no habían mostrado arrepentimiento. Un argumento falaz por cuanto en 1993 el mismo Tribunal Supremo emitió un informe favorable a la concesión del indulto al exteniente coronel Tejero, a pesar de que no había dado muestras de arrepentimiento. En aquel momento, ese mismo tribunal justificó su posición en aras de contribuir “al olvido de unos hechos que deben quedar ya en el pasado” y en aras también de la “conveniencia pública”, uno de los criterios que utilizan los gobiernos para conceder o no indultos.
Que la justicia tiene dos varas de medir según los casos, es algo ampliamente acreditado, aunque la desfachatez con la que se aplica nunca deja de sorprender. Conviene señalar igualmente el cinismo que destila el informe emitido por los seis miembros del Tribunal Supremo para oponerse a una eventual amnistía porque en su opinión “y en no pocos casos, las leyes de amnistía han sido el medio hecho valer por regímenes dictatoriales para borrar gravísimos delitos”. Claro está, no se refieren al Reino de España, y a la Ley de Amnistía de 1977.
El posicionamiento del TS es la constatación de que una parte substancial del aparato de Estado, siguiendo la estela del Rey [baste recordar el discurso del rey el 3 de octubre de 2017, después del referéndum catalán, llamando a lanzar toda las fuerzas de Estado contra los que había osado organizar un referéndum] son partidarios de continuar la guerra judicial contra los presos republicanos y los casi 3.000 encausados por el “procés”.
Este enfrentamiento del aparato franquista con el Gobierno sube de punto con la acusación expresa primero de Casado y luego, más acerba, por parte de Ayuso, exigiendo que el rey no firme los indultos como le corresponde hacer. El informe del Supremo lo presenta Lesmes, compinche del Borbón en el ataque al Gobierno de hace pocos meses, y ahora… amagan un golpe de Estado.
Resumiendo, lo substanciai del aparato de Estado heredado del franquismo es enemigo acérrimo de las libertades y derechos.
Oportunidad versus oportunismo
Ante la campaña desatada por la derecha franquista y todos los medios afines, por otro lado previsible, el gobierno de Pedro Sánchez ha reaccionado reafirmando el indulto, dentro de la ley, pero negando la posibilidad de una amnistía y del ejercicio del derecho de autodeterminación. Seamos claros, para resolver la cuestión catalana solo ejerciendo estos derechos puede abrirse una vía democrática.
Sin embargo, sea como fuere, y en el caso de que los presos sean indultados y se acabe revisando el delito de sedición, eso podría ser un punto de apoyo para esta salida democrática. Hasta ahora el gobierno del PSOE-UP ha aparecido ante los ojos de muchos trabajadores que vieron con esperanza su constitución a principios de 2020, como un gobierno sometido al capital financiero y el régimen monárquico. Como un gobierno que no ha derogado las reformas laborales –ni tan siquiera los aspectos más lesivos como decían algunos–, ni la ley mordaza (un compromiso electoral), y con respecto a las pensiones, todo lo que se conoce, indica que va a plegarse a las presiones de Bruselas, aunque el ministro Escrivá no se atreva por el momento a hacerlo.
Mientras, los mismos sectores que iniciaron la campaña en 2006 contra el Estatuto aprobado por el parlamento catalán y ratificado por las Cortes, recogen firmas contra el indulto. La derecha franquista de toda la vida (la antigua y la moderna) se organiza y atiza el enfrentamiento, aunque algunos sectores del PP vean la táctica de Casado suicida y no han querido acudir a la manifestación de este 13 de junio.
El gobierno del PSOE-UP muestra que esta medida está solo destinada a mantener una mayoría parlamentaria precaria.
Por su parte, las confederaciones sindicales de CCOO y UGT han dado a conocer un comunicado en el que manifestaban su apoyo a que el Gobierno indulte a los presos, medida que consideran “imprescindible” para “recuperar el diálogo y la negociación”.
Evidentemente, somos partidarios de la libertad incondicional de los presos, y de una amnistía, porque ejercer el derecho democrático de organizar un referéndum no solo no es delito en democracia, sino que es un acto de voluntad democrática.
Somos partidarios de la unión fraternal entre trabajadores y pueblos del Estado español. Por ello, no apoyamos la independencia, sino el derecho a que los pueblos decidan.
Conseguir que los presos salgan de la cárcel no es un asunto “catalán”. Por el contrario es de interés para todos los trabajadores y pueblos que no pueden tolerar que los mismos jueces que avalan medidas antisociales –por ejemplo las reformas laborales y de pensiones– pretendan mantener en prisión a los republicanos catalanes y dinamiten toda salida democrática.
Una salida republicana
Aunque indudablemente sea un paso adelante indultar a los presos, es evidente que no soluciona el problema de fondo. Hay una mayoría social en Cataluña que quiere una solución democrática, con el ejercicio del derecho a decidir. Y hay una mayoría social en toda España que manifiesta –cada día más– su oposición a la continuidad del régimen monárquico. La confluencia de estas dos aspiraciones, y la de todos aquellos que luchan por la defensa de las pensiones, por la derogación de las reformas laborales, contra las oleadas de despidos… es una necesidad ineludible.
Frente a la Monarquía, las instituciones heredadas de la dictadura, y el capital financiero detrás de ellas, no caben “paños calientes”, es imprescindible ayudar a forjar la alianza de los trabajadores y pueblos para abrir camino a la República, a la unión libre de repúblicas, para avanzar hacia el fin de toda opresión y explotación.
Ante el 14 de abril: El significado de la lucha por la República hoy
Carta Semanal 830 en catalán
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En el 90 aniversario de la proclamación de la II República, muchas son las celebraciones, de uno u otro tipo, que se preparan.
Para algunos compañeros y organizaciones, se trata de un homenaje un tanto nostálgico a la II República. No es nuestra posición, porque no creemos que corresponda a los intereses y aspiraciones de los trabajadores y los pueblos. Para los militantes de la IV Internacional, la República abrió camino a la expresión de las reivindicaciones de los trabajadores, los campesinos sin tierra, las mujeres y los pueblos, pero no fue capaz de darles respuesta, porque no podía hacerlo dentro del marco del respeto a la propiedad privada de los medios de producción. Tampoco fue capaz de darles solución la clase trabajadora –a pesar de su heroísmo revolucionario en 1934, 1936 y 1937– porque los dirigentes socialdemócratas, estalinistas y anarcosindicalistas, renunciaron a defender hasta el fin las conquistas y los objetivos del movimiento revolucionario, por subordinarse a los políticos burgueses republicanos y a las exigencias de los imperialismos y de su intermediario el gobierno de Stalin. Sigue leyendo
Davant el 14 d’abril: El significat de la lluita per la República avui
Carta Setmanal 830 per descarregar en PDF
En el 90 aniversari de la proclamació de la II República, moltes són les celebracions, d’un o altre tipus, que es preparen.
Per a alguns companys i organitzacions, es tracta d’un homenatge una mica nostàlgic a la II República. No és la nostra posició, perquè no creiem que correspongui als interessos i aspiracions dels treballadors i els pobles. Per als militants de la IV Internacional, la República va obrir camí a l’expressió de les reivindicacions dels treballadors, els camperols sense terra, les dones i els pobles, però no va ser capaç de donar-los resposta, perquè no podia fer-ho dins el marc del respecte a la propietat privada dels mitjans de producció. Tampoc va ser capaç de donar-los solució la classe treballadora -malgrat el seu heroisme revolucionari en 1934, 1936 i 1937- perquè els dirigents socialdemòcrates, estalinistes i anarcosindicalistes, van renunciar a defensar fins a la fi les conquestes i els objectius del moviment revolucionari, per subordinar-se als polítics burgesos republicans i a les exigències dels imperialismes i de la seva intermediari el govern de Stalin. Sigue leyendo
Eleccions catalanes: poden resoldre alguna cosa?
Carta Setmanal 821 per descarregar en PDF
Sense pena ni glòria. Així està transcorrent la campanya electoral a Catalunya, i no precisament per la pandèmia, o no només per això. I no obstant això, tothom coincideix que hi ha molt en joc. Al menys així ho manifesten algunes de les candidatures en els lemes de campanya. El PSC afirmant que “cal passar pàgina d’una dècada perduda”, ERC plantejant “o el 155 o nosaltres”, i JxCAT que es proclama única hereva del “mandat de l’1-O.” Què passa, doncs, perquè aquestes eleccions hagin despertat tan poc entusiasme i hagi crescut la sensació entre amplis sectors de treballadors que independentment del resultat electoral, res o poc canviarà?
El proper 14 de febrer se celebraran finalment eleccions a Parlament català. Es realitzaran, precís és assenyalar-ho, després de la suspensió per part de l’TSJC de el decret de el govern de la Generalitat que les ajornava fins al 30 de maig, i més d’un any després que Quim Torra donés per esgotada la legislatura, com a conseqüència de les greus desavinences entre els socis de govern. Un any de “interinitat” acte-atorgada que ha servit per posar encara més en evidència la incapacitat i les limitacions de govern ERC-JxCAT -com la d’altres governs- per fer front a la crisi política, econòmica ia l’emergència sanitària, que no es pot justificar només per la “repressió de l’Estat” i la ingerència constant de la justícia franquista.
Alternatives sense sortida
La situació de pandèmia ha servit certament per camuflar que l’interès i el seguiment de la campanya electoral per part de la ciutadania és ínfim. I que més enllà de les expectatives electorals d’uns i altres, i dels resultats que finalment es produeixin, molt pocs confien que vagin a canviar alguna cosa. La raó d’això és directament política i té a veure amb la impossibilitat de solucionar problemes i reivindicacions en el marc del règim monàrquic, i amb el fet que les alternatives existents, tot i que des de diversos angles, es moguin en un terreny que porta a mantenir el carreró sense sortida. Les que provenen dels partits constitucionalistes -i per tant monárquics¬- que es reclamen d’esquerres, PSC, Comuns … que aposten per mantenir el règim, encara que es proposin reformes més o menys “audaces”, o de recorregut més que improbable, que a més s’enfronten a les aspiracions d’una part important de la població catalana que ha manifestat en repetides ocasions que no vol rei. I les que provenen de l’independentisme governamental -ERC, JxCAT- que planteja comptat i debatut i com a condició per lluitar contra el règim monàrquic, que cal estar per la independència de Catalunya. Una qüestió que, de sobres és conegut, divideix com a mínim a la meitat de la població i que en tot cas no tindria cap contingut progressiu per si mateix.
Encara que no resulta estrany, no deixa de ser significatiu que tres de les candidatures amb més possibilitats de guanyar les eleccions -ERC, PSC, JxCAT- no esmentin en els seus respectius programes electorals ni una sola vegada la necessitat de derogar les reformes laborals i de pensions . I això que la candidata Laura Borràs es proclama “més d’esquerres que el PSC”. Naturalment no es tracta d’un oblit, sinó de l’acceptació d’un marc -per més que en alguns casos s’intenti dissimular amb declaracions més o menys altisonantes- i de les bases econòmiques i socials de la mateixa, que no es volen canviar, i en les que només cal la baralla autonòmica pel repartiment dels 140.000 milions del fons europeu, sobre el qual a més, hi ha més que dubtes sobre el seu finançament, destinació, i sobretot, condicions per a la seva eventual recepció. Aquesta és la realitat encara que la gesticulació contra les empreses de l’IBEX-35 intenti amagar la realitat del que es fa: el govern de la Generalitat ha presentat 27 projectes per optar a aquests fons en els quals s’inclouen empreses de l’IBEX-35.
Les reivindicacions xoquen amb l’existència d’aquest règim
Fins al 2017, la negativa dels diferents governs del PP a atendre una reivindicació democràtica àmpliament assumida -la celebració d’un referèndum- es repetia una i altra vegada, amb l’argument -d’altra banda cert- que la legalitat constitucional monàrquica ho impedia. El discurs del Rei del 3 d’octubre de 2017 va acabar per certificar davant els ulls de les masses que la seva tasca no és la d’un àrbitre, i que lluny de ser simbòlica, és la peça clau de l’entramat polític-econòmic i institucional heretat del franquisme. I no hi ha més que seguir l’actuació del poder judicial en relació amb la qüestió catalana, torpedinant per exemple qualsevol intent de govern, per tímid que fos, de solucionar el problema dels presos, destituint a diputats al Congrés i, fins i tot, a l’ president de la Generalitat. Com s’ha demostrat en infinitat d’ocasions, sota el règim monàrquic la suposada separació de poders i la independència del poder judicial i d’altres poders de l’Estat, és una enganyifa. No és altra cosa que un subterfugi que permet actuar contra la democràcia i les aspiracions dels pobles.
És evident que la solució als problemes que pateixen els treballadors i el poble català és inseparable de la lluita dels treballadors i el conjunt dels pobles de l’Estat sotmesos al mateix règim monàrquic opressor, defensor dels interessos del capital financer.
Per això, i perquè les llibertats no són divisibles, que és de l’interès dels treballadors de tot l’Estat, que el dret d’autodeterminació s’apliqui i, d’altra banda que els presos polítics siguin alliberats immediatament, anul·lant-se la pantomima de judicis.
Ajudar a teixir l’Aliança dels treballadors i dels pobles és l’únic mitjà per fer retrocedir al règim i als quals se sotmeten a ell. En aquesta contradicció en què es troba el govern, incapaç de fer front al règim i al capital, i és la de totes les organitzacions que reclamant-se dels drets dels pobles no avancen en aquest sentit. És la contradicció dels que des de Catalunya abanderen l’enfrontament amb l’Estat no per acabar amb el mateix, sinó en última instància per negociar la separació amb la (suposada) ajuda de la comunitat internacional, mantenint la submissió de la política econòmica a les exigències del capital financer, a través de la UE i l’FMI, recolzats per l’OTAN. El que té la seva traducció en l’acció política quan es reivindica el mandat de l’1 d’octubre -que no és assumit per bona part de la població¬- i no obstant això s’oblida o ni tan sols es reclama de les mobilitzacions realitzades la segona quinzena d’octubre de 2019, quan amb la joventut al capdavant, milers i milers van sortir al carrer, independentistes o no, contra les sentències.
Per la República dels pobles, per la Unió de Repúbliques
El proper 14F hi haurà treballadors que vagin a votar i altres que no ho facin. El rebuig al règim, la indignació per la situació dels presos, així com l’opinió contrària que provoca tant la desastrosa gestió de govern de la Generalitat davant la pandèmia, com el rebuig al discurs que dóna l’esquena a la resta de treballadors i pobles de Espanya, tindrà segurament la seva traducció electoral. Com també ho tindrà la indignació general contra tots els governs que es mostren incapaços de garantir el treball, la protecció social i la salut, i donen l’esquena a una solució democràtica a la qüestió catalana. Però independentment del vot que s’expressi i més enllà de les conteses electorals, no hi ha tasca més urgent que la defensa de les reivindicacions. L’exigència de derogació de les reformes laborals i de pensions, la reversió de les retallades efectuades en la sanitat i en l’ensenyament, així com en el conjunt de serveis públics; la lluita contra la pandèmia, que passa per garantir una vacunació massiva i immediata i no la vergonyosa situació imposada a la ciutadania per les multinacionals farmacèutiques i la submissió dels governs a les mateixes. No hi ha tasca més urgent que unir forces per avançar en el camí de la República, del Poble i per als Pobles, basada en el dret a l’autodeterminació, única sortida que pot garantir un futur d’esperança i una sortida democràtica a les aspiracions del Poble català.
Elecciones catalanas: ¿pueden resolver algo?
Carta Semanal 821 en catalán
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Sin pena ni gloria. Así está transcurriendo la campaña electoral en Cataluña, y no precisamente por la pandemia, o no solo por ello. Y sin embargo, todo el mundo coincide que hay mucho en juego. Al menos así lo manifiestan algunas de las candidaturas en los lemas de campaña. El PSC afirmando que “hay que pasar página de una década perdida”, ERC planteando “o el 155 o nosotros”, y JxCAT que se proclama única heredera del “mandato del 1-O.” ¿Qué sucede, pues, para que estas elecciones hayan despertado tan poco entusiasmo y haya crecido la sensación entre amplios sectores de trabajadores de que independientemente del resultado electoral, nada o poco va a cambiar?
El próximo 14 de febrero se celebrarán finalmente elecciones al Parlamento catalán. Se realizarán, preciso es señalarlo, tras la suspensión por parte del TSJC del decreto del gobierno de la Generalitat que las aplazaba hasta el 30 de mayo, y más de un año después que Quim Torra diera por agotada la legislatura, como consecuencia de las graves desavenencias entre los socios de gobierno. Un año de “interinidad” auto-otorgada que ha servido para poner aún más en evidencia la incapacidad y las limitaciones del gobierno ERC-JxCAT –como la de otros gobiernos- para hacer frente a la crisis política, económica y a la emergencia sanitaria, que no se puede justificar solo por la “represión del Estado” y la injerencia constante de la justicia franquista. Sigue leyendo
Els treballadors davant el debat actual sobre els impostos
Carta Setmanal 814 per descarregar en PDF
Gabriel Rufián va anunciar un acord amb el Govern contra el ‘paradís fiscal de Madrid’, i el debat que ha seguit ha cridat l’atenció sobre un canvi d’impostos que el Govern està forjant per a complir les condicions imposades per la Unió Europea per rebre les seves ‘ ajudes’.
El 16 de desembre, el Parlament Europeu va aprovar una resolución, entre altres coses, sobre el marc pressupostari i els fons “de recuperació”. Inclou entre les seves bases un acord europeu sobre “la cooperació en matèria pressupostària”. Les institucions de la UE assumiran més tasques de control de les mesures de “recuperació” de cada país. En particular sobre l’aplicació de la estratègia europea de creixement’ basada en la competència sense obstacles. (Resolució B9-0428 / 2020 de Parlament Europeu, de 16 de desembre de 2020). Sigue leyendo
Los trabajadores ante el debate actual sobre los impuestos
Carta Semanal 814 en catalán
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Gabriel Rufián anunció un acuerdo con el Gobierno contra el ‘paraíso fiscal de Madrid’, y el debate que ha seguido ha llamado la atención sobre un cambio de impuestos que el Gobierno está fraguando para cumplir las condiciones impuestas por la Unión Europea para recibir sus ‘ayudas’.
El 16 de diciembre el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre, entre otras cosas, el marco presupuestario y los fondos “de recuperación”. Incluye entre sus bases un acuerdo europeo sobre “la cooperación en materia presupuestaria”. Las instituciones de la UE asumirán más tareas de control de las medidas de “recuperación” de cada país. En particular sobre la aplicación de la ‘estrategia europea de crecimiento’ basada en la competencia sin trabas. (Resolución B9-0428/2020 del Parlamento Europeo, de 16 de diciembre de 2020).
¿Por qué esta sentencia y ahora?
Publicado en la Carta Semanal 806 – próximamente ver en catalán
En medio de la polémica sobre la reforma del Poder Judicial, la absolución de Trapero y de la cúpula de los Mossos tiene un alto significado político. De los tres magistrados, 2 votaron a favor de la absolución y uno en contra. Sin embargo, los términos que emplea la Audiencia Nacional son de una claridad meridiana, y hacen muy difícil la apelación aunque el Fiscal pueda recurrir. Los principales dirigentes del PP han guardado un significativo silencio y solo se ha escuchado el lamento amargo de quien fue Delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, criticando veladamente la sentencia al afirmar que Trapero ha sido muy astuto y ha sabido servir a “Dios y al Diablo” y salir bien parado.
Pero la sentencia es muy contundente.
Afirma que los Mossos intentaron evitar el referéndum del 1 de octubre del 2017 y que las acusaciones de la Guardia Civil y del coronel Pérez de los Cobos eran sin fundamento. Además desmiente que Trapero formara parte del plan independentista. Por último, acusa a Rajoy de no utilizar los medios legales para impedir el 1-O, o sea la promulgación de un Estado de excepción o el 155, critica a la Policía Nacional por el uso excesivo de la fuerza, y reafirma el papel y responsabilidad INSTITUCIONAL de los Mossos, como policía subsidiaria del Estado.
Sin lugar a dudas, la sentencia absolutoria es un doble golpe a los sectores más extremos del aparato de Estado y por otro lado a los partidarios de Puigdemont y a todos aquellos que consideran que “cuanto peor mejor”. Desde el punto de vista político, es una demostración más del caos tremendo y las contradicciones que corroen al aparato judicial, con su cúpula al frente, como parte fundamental del aparato de Estado. La absolución de Trapero se ha conocido después de que hace unos días se haya hecho pública también la sentencia absolutoria de la activista Tamara Carrasco –¡procesada por terrorismo!– y la condenatoria de la Mesa del Parlamento catalán. Podría deducirse que la Justicia es “ciega” e imparcial, pero no es el caso. La imposible conciliación de las aspiraciones democráticas con el aparato judicial heredado de franquismo, conlleva un alto grado de contradicciones, y al mismo tiempo pretende cerrar las vía de agua abiertas.
Políticamente, la absolución de Trapero y de la cúpula policial de los Mossos, es una operación destinada a intentar parchear la crisis del aparato de Estado, evidentemente sobre la base de NEGAR el derecho de autodeterminación e intentando JUSTIFICAR la condena a los 9 que están en prisión. Cuando objetivamente su sentencia debería ser reexaminada y proceder a su anulación. Su mantenimiento en prisión es también el mantenimiento de la condena al derecho de autodeterminación, y a todos los derechos.
Por otro lado, es también evidente que la sentencia de Trapero favorece en lo inmediato al GOBIERNO que busca un arreglo con indultos con el objetivo de atraerse a ERC, y también aprobar los presupuestos, tapando las grietas del aparato de Estado. Todo ello, después de la moción de censura de VOX –recibida como agua de mayo por el Gobierno– que ha jaleado la actitud positiva de Casado y del PP, votando “no” (lo que no cierra un pacto con el PP, que no acepta la política de Sánchez). Oportunidad que, por otro lado, no ha desaprovechado el gobierno para intentar recomponer la unidad “constitucionalista” supuestamente contra la extrema derecha. Como si la extrema derecha no fuera constitucionalista!
Hasta cierto punto acosado por el aparato judicial, el gobierno se ha propuesto reformar el Poder Judicial. Reforma que ha quedado paralizada por la propia debilidad del gobierno y porque Bruselas –como no podía ser de otra manera- se ha alineado con el aparato judicial heredado del franquismo. Es otra vuelta de tuerca a lo que se acordó –bajo todo tipo de presiones– durante la llamada transición. Frente a esta realidad no hay otra salida que un cambio radical de régimen. No hay otra salida que la República, que no puede significar solo el cambio de un Rey por un Presidente. La lucha por la República hoy está indisolublemente asociada a encontrar una salida democrática a la cuestión catalana –en lo inmediato la exigencia de amnistía–, a la recuperación de derechos y la reversión de los recortes efectuados en la sanidad y en la educación, así como la derogación de las reformas laborales y de pensiones.
11 de septiembre 2020: MÁS QUE NUNCA, REPÚBLICA PARA LOS PUEBLOS
(Publicado en la Carta Semanal 799 – ver en catalán)
La crisis económica y la emergencia social han puesto en evidencia el régimen capitalista, la podredumbre de un sistema que muestra a las claras la incompatibilidad entre el régimen de la propiedad privada y la protección de la salud pública y los derechos más elementales. Y frente a esta evidencia otra igualmente clara que cualquier trabajador puede constatar: todos los gobiernos se muestran incapaces e impotentes para garantizar mínimamente la salud de los trabajadores, los puestos de trabajo, etc., porque están condicionados por las políticas impuestas por las instituciones del capital financiero con las que no quieren romper. Así se dan paradojas como la de regalar centenares de miles de millones a las empresas y no hay para salvar las fábricas, o se limita el aforo y las reuniones sociales mientras que la población tiene que ir hacinada en el transporte público. O que los ayuntamientos con superávit no puedan dedicar los remanentes de tesorería para hacer frente a las necesidades de la población a la cual representan, a consecuencia de las leyes de estabilidad presupuestaria -todavía vigentes porque el gobierno PSOE-UP no las han derogado- aprobadas con los votos de algunos de quienes ahora hablan cínicamente de expolio en los municipios, o de quienes hablan de soberanía pero con sus votos contribuyeron a que se pudiera hacer.