(Publicado en la Carta Semanal 683 – ver en catalán)
El caso del barco “Aquarius” con 629 refugiados a bordo ha colocado en primera plana la tragedia de los refugiados. Los gobiernos de Italia y Malta se han negado a que desembarcara a los refugiados en alguno de sus puertos y finalmente ha sido el gobierno de Pedro Sánchez, invocando “razones humanitarias”, quien ha ofrecido como destino el puerto de Valencia, mientras se utiliza como arma propagandística de algunos gobiernos autonómicos la oferta de acoger a algunos de ellos, y como arma política arrojadiza en el caso de los gobiernos que no lo hayan hecho.