(Publicado en la Carta Semanal 429)
Las organizaciones del movimiento obrero tienen una responsabilidad fundamental en la crisis política e institucional desatada. Son las únicas que pueden abrir una salida favorable para la mayoría, pero ello requiere que rompan decididamente con la politica de pactos de estado que no ha hecho más que sostener a un gobierno semicadáver, factor de descomposición social.