Sus aliados empiezan a abandonar a Zelenski

Carta Semanal 960 en catalán

Hace apenas unos meses, parecía que el frente de apoyo al gobierno de Ucrania, encabezado por el gobierno Biden, al que seguían la OTAN y la Unión Europea, con el eximio Borrell a la cabeza, era fuerte y monolítico. Hoy, más de 18 meses después del inicio de la invasión rusa, el presidente ucraniano ve disminuir la ayuda occidental con cada semana que pasa. Aunque la mayoría de sus aliados siguen proporcionando suministros militares a Kiev, algunas cancillerías cuestionan su posición.

Zelenski redobla sus presiones, ha viajado a Canadá, a los Estados Unidos, a la cumbre de Granada (que no es exactamente una cumbre de la UE, sino de la “Comunidad Política Europea”, un engendro sin poder creado a iniciativa de Macron al inicio de la guerra… o sea los 27 más 22). Pero, aunque las declaraciones de apoyo no faltan, los hechos no las corroboran.

Ruptura en los Estados Unidos

El punto de inflexión parte de la situación en que se encuentra la administración norteamericana, en un marco de cambios cualitativos en la situación política mundial, en que el mundo, o sea, las instituciones, los regímenes, los partidos y las alianzas que surgieron de 1945 se resquebrajan. En este marco, la guerra de Ucrania ha aparecido como un acelerador de todos los conflictos.

Es una expresión de la bancarrota del modo de producción capitalista. Un mercado mundial al borde de la dislocación y que se reduce, a pesar de la sobreproducción de mercancías, y, en particular, alimentos y energía, que llevan a una guerra en todos los frentes, incluido el militar, para controlar este mercado.

La crisis en los Estados Unidos alcanza dimensiones inéditas. Tras el frustrado asalto al Capitolio, ahora éste sufre una voladura desde dentro. El presidente de la Cámara de representantes, Kevin McCarthy, ha sido expulsado de su cargo, para acceder al cual ya fueron precisas 15 votaciones. No es una anécdota. Se trata de la tercera autoridad del país. Al mismo tiempo, el presupuesto federal está congelado. Para evitar el cierre inmediato de la Administración, se han habilitado unas medidas provisionales de 45 días de duración (precisamente el apoyo a ellas ha sido el desencadenante de la expulsión de McCarthy). En esas medidas provisionales, se ha anulado la parte destinada a más armas para Ucrania (que ya se había reducido previamente de 24 000 millones de dólares a 6 000).

No es una cuestión puramente militar, ya que Biden tiene los mecanismos para intentar eludir la cuestión, aunque el Pentágono ha lanzado un grito de alarma. Es un reflejo del rechazo creciente del pueblo norteamericano y de un sector del Partido Republicano al vertido ilimitado de miles de millones para armar a Ucrania.

Además, este fraccionamiento de los partidos pilares del Estado burgués norteamericano coincide con un resurgir de la clase obrera con las numerosas huelgas en curso, en particular, las del automóvil.

Rechazo en otros países “aliados”

Varios gobiernos de países del Este de Europa han mostrado serias reticencias a seguir armando a Ucrania. Es el caso de Eslovaquia, donde el partido Smer-SD ganó las recientes elecciones generales. Liderado por el exprimer ministro Robert Fico, el movimiento prometió durante la campaña que el país no enviaría “ni una sola ronda de municiones” a Ucrania y pidió mejores relaciones con Rusia. O de Polonia, que desde la invasión rusa en febrero de 2022, ha sido uno de los principales proveedores de equipo militar a las fuerzas ucranianas. Hace diez días, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, declaró que su país ya no entregaría nuevas armas, contentándose con las entregas previamente acordadas y asegurando que quería concentrarse en la modernización de su ejército. Hay que añadir el hecho de que, a partir de 2024, Varsovia, que es el principal país de acogida, ya no ayudará a los refugiados ucranianos.

Como señalamos antes, Zelenski responde multiplicando sus viajes. El martes 19 de septiembre Zelenski tomó de nuevo la palabra en la Asamblea anual de las Naciones Unidas. Justo es resaltar que la “expectación” que anteriormente despertaba su presencia ha disminuido cualitativamente. A pesar de que la prensa europea lo ha ocultado (no así los medios norteamericanos) Zelenski habló ante un auditorio medio vacío. Parecía que todo el mundo ya sabía lo que iba a decir: presentar de nuevo un “plan de paz” que consiste en pedir más y más armas, ya no se contenta con las bombas de fragmentación –prohibidas en más de cien países– ni con los misiles de largo alcance, ahora son los aviones F 16 último modelo para poder continuar la guerra, o sea la destrucción del país.

El negocio de las armas…

Otros países están cambiando la orientación de su “ayuda”. Por ejemplo, el gobierno francés, que se plantea, según ha publicado un medio francés, que, “si Francia quiere seguir apoyando a Ucrania, ha llegado el momento de un cambio de paradigma. ¿El objetivo? Pasar de una lógica de venta de equipos militares a la de creación de asociaciones industriales.”, explicando cómo, de hecho, el gobierno francés va a reducir sus donaciones gratuitas de armamento en favor de la venta de armas.

A la cabeza de una delegación de una veintena de fabricantes de armas franceses, el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, ha visitado Kiev para firmar contratos. Fue muy claro sobre la guerra de Ucrania: “Estas también son oportunidades para las industrias francesas. Lamento decirlo así, pero hay que aceptarlo”.

Zelenski pide a los fabricantes de armas europeos y estadounidenses que vengan y se establezcan en Ucrania: “Será una asociación mutuamente beneficiosa, creo que es el momento adecuado y el lugar adecuado para crear un gran centro militar”. Que se beneficiaría de los bajos salarios, y los durísimos recortes de derechos laborales que su gobierno ha impuesto, con la excusa de la guerra, a la clase trabajadora de Ucrania. Para los oligarcas, posiblemente, sea todo muy “adecuado”, pero, seguramente, no para el pueblo ucraniano.

En la reunión europea del día 2 en Kiev, convocada por Borrell, en que demuestra aún más subordinación de la UE  a la OTAN, Zelenski ofreció, de nuevo, a todas las empresas de armamento instalarse en Ucrania con todos los beneficios fiscales y ventajas laborales (libertad de despidos, sueldos bajos… )

…Y el mercado del grano

Durante el mes de septiembre, Polonia, Eslovaquia y Hungría se plantaron y exigieron el fin del paso del grano ucraniano a través de sus países. Aunque nos han vendido la necesidad de que se permitieran las exportaciones de grano de Ucrania, diciendo que se trata de evitar una hambruna en países pobres, la realidad es que los cereales ucranianos ya no van a África o a Oriente Medio, sino que se orientan a los mercados europeos mucho más rentables. Y esto provoca la ruina de una buena parte de los campesinos europeos, en particular de los países citados. En particular en el caso de Polonia, los agricultores polacos no venden porque su mercado se lo han comido los que manejan la producción ucraniana.

Y todo ello en beneficio de las multinacionales. Zelenski levantó la moratoria que prohíbe la venta de tierras a extranjeros. Las grandes multinacionales norteamericanas como Monsanto o BlackRock y algunas europeas aprovecharon la liquidación de las granjas colectivas para comprar una buena parte de las tierras fértiles (llamadas tierras negras) de Ucrania y someterlas a un cultivo intensivo. Resultado, hoy el grano de Ucrania se vende a mitad de precio que los cereales europeos (cuya producción y distribución está regulada por la Política Agraria Común-PAC).

La guerra comercial por el control de los mercados de cereales es otro componente de la guerra militar. Y las multinacionales aprovechan la guerra para hacerse con el mercado.

La situación de Zelenski

En Ucrania, y no es simplemente una cuestión militar, hay que señalar que, tras cuatro meses de la tan anunciada contraofensiva, las tropas ucranias han recuperado poco más de 300 km cuadrados, o sea, el equivalente de tres veces el término municipal de Barcelona. Y eso según su propia propaganda de guerra.

Decenas de miles de jóvenes se niegan a ir a la guerra por medio de la evasión, la huida al extranjero o el pago a los generales de falsos certificados médicos, hasta el punto de que Zelenski hubo de destituir a todos los responsables regionales del reclutamiento. El supuesto patriotismo de la juventud ucraniana –si alguna vez existió– se esfumó con el tiempo. Entre la juventud la convicción de que no luchas por la patria sino por el poder de los oligarcas es una realidad. Un fenómeno paralelo a lo que ocurre del otro lado del frente de guerra, en Rusia.

Esto explica el recurso masivo a mercenarios por un lado y otro. Y el hecho de que la prensa española por ejemplo empieza a informar (Como La Vanguardia, que publicó un reportaje sobre una base de entrenamiento en Lleida)

Un último estudio publicado en Ucrania dice que el 73 por ciento de la población considera que Zelenski es responsable de la corrupción. Y que esta es generalizada. A comienzos de septiembre, fue destituido el ministro de defensa, Oleksiy Reznikov que había sido señalado por haber adquirido desde el ministerio suministros militares a precios mucho más altos de los del mercado. Añadamos a esto el que la UE considera que Ucrania sólo reúne dos de las siete condiciones para adherir a la Unión Europea.

No hay que olvidar que Zelenski fue elegido prometiendo “negociaciones con el Donbass” mantener la moratoria para no vender tierras al extranjero, mantener Ucrania neutral… o sea todo lo contrario a lo que hace.

Sólo los pueblos pueden forzar una salida

La guerra está en un impasse –un impasse que devora, según algunas cifras, la vida de 1.000 jóvenes rusos y ucranianos diariamente–, y, sin embargo, se siguen enviando armas y Putin ha aumentado un 34 por ciento el presupuesto militar

En toda Europa los presupuestos incluyen aumentos en estos gastos. Este es el motivo de las nuevas y múltiples manifestaciones contra los gastos militares, Praga y Sofía han sido las ultimas, Los compañeros alemanes de la Campaña contra la guerra, contra la guerra social, preparan para el 25 de noviembre una gran manifestación en Berlín.

Sólo la acción de los trabajadores y los pueblos de toda Europa puede poner fin a la catástrofe.

Sánchez, anfitrión de la Cumbre de Granada, promete a Zelenski lo que Biden parece incapaz de dar… más armas, a costa del presupuesto del país. Aunque Borrell declara que la UE no puede sustituir a los Estados Unidos. En estas condiciones, más que nunca, la lucha por el Alto a la Guerra, está ligada a la lucha contra los presupuestos de guerra… el gobierno en funciones ha gastado más de 13.000 millones desde el 23J.

El combate por la amnistía, por la fraternidad entre los pueblos en España, por las reivindicaciones sociales, como la defensa de las pensiones, es inseparable de la lucha contra los gastos militares.


Manifestación de apoyo al pueblo palestino en España

La Cuarta Internacional se pronunció desde 1947 en defensa de Palestina, contra la partición del territorio y la formación del Estado de Israel. La constitución del Estado sionista de Israel fue adoptada por la ONU bajo propuesta del representante del Kremlin apoyado por los Estados Unidos y la Gran Bretaña, en particular. La creación de este Estado significo un ataque frontal contra el pueblo palestino, la destrucción de centenares de pueblos, la expoliación de sus tierras, la expulsión de más de 700.000 personas.

La opresión del pueblo palestino por parte del Ejército sionista dura ya 75 años.

La Cuarta Internacional y sus secciones se reclaman de la Carta de la OLP de 1966 que plantea la Constitución de la nación palestina sobre todo el territorio histórico, compuesto por todas sus componentes raciales, religiosas o de origen.

En los próximos días publicaremos una declaración del Secretariado Internacional de la IV Internacional sobre los últimos acontecimientos en Gaza y Palestina. Entretanto, participamos en las movilizaciones convocadas en defensa del pueblo palestino, contra la política de los diferentes gobiernos que apoyan al estado de Israel y justifican su política de guerra y destrucción del pueblo palestino.

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