Archivo del Autor: admin

La polémica sobre la Ley del “sí es sí”

Carta Semanal 926 en catalán

Carta Semanal 926 para descargar en PDF

Una fuerte polémica se ha levantado a raíz de las reducciones de condena y las liberaciones anticipadas en aplicación de la reforma de la Ley de Libertad Sexual, conocida como “ley del solo sí es sí”, que amplía el contenido de los delitos de  agresiones sexuales y disminuye las penas mínimas en algunos casos. La aplicación de la ley ha llevado a numerosas reducciones de sentencias por violación o abusos sexuales, aplicadas por los tribunales. Hasta ahora, se cuentan cerca de 400 casos, y se calcula que en una de cada cuatro sentencias por estos motivos está siendo reducida la condena.

Los partidos franquistas y los medios de comunicación más potentes han arremetido contra la ley y contra la ministra de Igualdad, Irene Montero, inspiradora de la misma. La ministra, por su parte, se ha negado obstinadamente a corregir la ley. Finalmente ha sido el propio PSOE quien ha presentado una proposición de ley para modificar la ley del sólo sí es sí, y el PP – con la intención de azuzar el enfrentamiento entre los socios del gobierno de coalición- ha anunciado su apoyo a la propuesta del PSOE.

Hemos de dejar clara una primera cuestión: la polémica nada tiene que ver con los derechos de las mujeres, sino con la naturaleza del régimen y el papel del poder judicial.

Un aparato judicial enemigo de las mujeres y de sus derechos

No cabe la menor duda del deseo de aparato judicial de boicotear cualquier medida que suponga avanzar en derechos para las mujeres, para la clase trabajadora o para los pueblos del estado. De la misma manera que ha avalado todas las reformas laborales, todos los recortes aplicados a los empleados y empleadas públicos y todos los recortes de derechos. Basta con señalar una cuestión: esos mismos jueces que tardan años en dictar una sentencia han revisado y reducido 400 en apenas 5 meses.

Ahí está el nudo de la cuestión, en la propia naturaleza del aparato judicial español, un poder ultrarreaccionario, heredado del franquismo sin depuración alguna y que, por tradición, es enemigo de todo progreso y de los derechos de las mujeres. Hay que recordar los cientos de actuaciones judiciales que durante años cerraron los ojos ante los malos tratos y agresiones machistas y cómo los jueces animaban a las mujeres maltratadas a retirar las denuncias y “sufrir en silencio”.  Porque, en el fondo, muchos opinan como el juez al que se le escapó, cuando creía que tenía el micrófono cerrado, llamar “bicho” e “hija de puta” a una mujer que denunciaba actos de violencia de género. Tan reaccionarios que no dudan en algo tan miserable poner en libertad a un violador con tal de atacar al gobierno.

Del mismo modo, hay que destacar las actuaciones bochornosas de decenas de jueces que, en casos de agresión sexual o de violación, insistían en preguntar a la mujer por la longitud de su falda o la profundidad de su escote, o consideraban como determinante tener en cuenta las horas en que transitaba por la vía pública o si había bebido o no. O el voto particular de uno de los jueces de la Audiencia Provincial de Navarra que, en la violación múltiple cometida por los energúmenos de la Manada, veía actos consentidos en “un ambiente de jolgorio y regocijo entre todos ellos”, incluida la víctima.

Al margen de los límites de la ley del “sí es sí”, ésta trataba de establecer que la cuestión a determinar es si ha habido o no consentimiento expreso de la mujer ante un acto sexual, para determinar si se trata de una agresión sexual.

Recordemos otro hecho: casi todas las condenas por agresión sexual o violación reducidas por los jueces en aplicación de la ley  sólo sí es sí lo han sido porque en su sentencia se les aplicaba a los violadores la pena mínima prevista (y, al bajar ahora la pena mínima, eso puede llevar a revisar la sentencia según el principio penal de que se aplica un cambio legislativo cuando es más beneficioso para el reo). Por tanto, hay que constatar que, al menos, en una de cada cuatro sentencias por violación los jueces han aplicado la pena mínima prevista.  Parece que a sus señorías les parecía excesiva la pena prevista en el código penal contra los violadores y abusadores, y procuraban irse a la pena mínima.

Ahora, ese mismo aparato judicial ha actuado contra la nueva ley, reduciendo las sentencias que ya antes consideraba “excesivas”.

Las instituciones heredadas del franquismo, contra todo progreso

En los pactos de la Moncloa y los acuerdos que llevaron a la constitución del 1978, los dirigentes del PCE, del PSOE y de algunas de las organizaciones “nacionalistas” aceptaron mantener lo esencial del aparato de Estado del franquismo, bajo la presidencia de Juan Carlos de Borbón, el heredero designado por Franco. El Rey es el mando supremo de las Fuerzas Armadas (art. 62 de la Constitución), y las sentencias de los tribunales se dictan “en  nombre del Rey” (art. 117 de la Constitución). Se mantuvo, por tanto, el aparato represivo, el aparato judicial, el ejército… se respetaron las fortunas amasadas bajo el franquismo (incluso las edificadas sobre el trabajo esclavo de los presos), se dejaron impunes todos los crímenes franquistas.

Con estas instituciones, que conservan enormes poderes, se pretende convencernos de que es posible llevar a cabo una política progresista. Y luego pasa lo que pasa, como en el caso de Estatuto de Autonomía de Cataluña, aprobado por el Parlament y las Cortes, ratificado por el pueblo catalán en referéndum… y anulado por un puñado de jueces reaccionarios. 

Los dirigentes de los partidos “de izquierda” que viven en las instituciones del régimen se quejan de lo que se llama lawfare, la persecución del aparato judicial contra políticos de izquierda. Y tienen razón en hacerlo: son numerosas las actuaciones judiciales contra Podemos, anunciadas y coreadas en la prensa, que luego se quedan en nada por falta de pruebas. Así ha sido Mónica Oltra expulsada del gobierno valenciano. Así han estado durante 10 años procesados por corrupción dos concejales de IU de Sevilla, para que la Audiencia Nacional establezca al final que no había ninguna prueba que justificara su procesamiento. Encima, con sus “códigos éticos”, que establecen -contra la presunción de inocencia- que la mera imputación debe llevar a la dimisión del afectado, las organizaciones ponen en bandeja a cualquier juez facha la posibilidad de expulsar de su puesto a cualquier electo de la izquierda.

Hay que acabar con las instituciones del franquismo, traer la República

La ingenuidad de Irene Montero y de muchos de sus defensores es olvidar la existencia de ese poder judicial, que va a obstaculizar y, si puede, impedir, cualquier avance social o en beneficio de la mujer, de la mayoría trabajadora o de los derechos de los pueblos. Pretender poner una vela a dios y otra al diablo, gobernar respetando las instituciones reaccionarias heredadas, legislar como si este poder judicial no tuviera enormes poderes.

Todo verdadero avance, incluso la defensa de los derechos conquistados y ahora cuestionados, exige dar pasos para acabar con la herencia franquista. Los derechos sólo van a estar plenamente garantizados acabando con el régimen, trayendo la República.

La polèmica sobre la Llei del “sí és sí”

Carta Setmanal 926 per descarregar en PDF

Una forta polèmica s’ha aixecat arran de les reduccions de condemna i els alliberaments anticipats en aplicació de la reforma de la Llei de Llibertat Sexual, coneguda com a “llei del només sí és sí, que amplia el contingut dels delictes d’agressions sexuals i disminueix les penes mínimes en alguns casos. L’aplicació de la llei ha portat a nombroses reduccions de sentències per violació o abusos sexuals, aplicades pels tribunals. Fins ara, es compten prop de 400 casos, i es calcula que en una de cada quatre sentències per aquests motius està sent reduïda la condemna.

Els partits franquistes i els mitjans de comunicació més potents han arremès contra la llei i contra la ministra d’Igualtat, Irene Montero, inspiradora d’aquesta. La ministra, per la seva banda, s’ha negat obstinadament a corregir la llei. Finalment ha estat el mateix PSOE qui ha presentat una proposició de llei per modificar la llei del només sí és sí, i el PP – amb la intenció de potenciar l’enfrontament entre els socis del govern de coalició- ha anunciat el seu suport a la proposta del PSOE.

Hem de deixar clara una primera qüestió: la polèmica res té a veure amb els drets de les dones, sinó amb la naturalesa del règim i el paper del poder judicial

Un aparell judicial enemic de les dones i dels seus drets

No hi ha el menor dubte del desig d’aparell judicial de boicotejar qualsevol mesura que suposi avançar en drets per a les dones, per a la classe treballadora o per als pobles de l’estat. De la mateixa manera que ha avalat totes les reformes laborals, totes les retallades aplicades als empleats i empleades públiques i totes les retallades de drets. N’hi ha prou amb assenyalar una qüestió: aquests mateixos jutges que tarden anys a dictar una sentència han revisat i reduït 400 en només 5 mesos.

Aquí hi ha el nus de la qüestió, en la pròpia naturalesa de l’aparell judicial espanyol, un poder ultrareaccionari, heretat del franquisme sense cap depuració i que, per tradició, és enemic de tot progrés i dels drets de les dones. Cal recordar els cents d’actuacions judicials que durant anys van tancar els ulls davant els maltractaments i agressions masclistes i com els jutges animaven les dones maltractades a retirar les denúncies i “patir en silenci”.  Perquè, en el fons, molts opinen com el jutge al qual se li va escapar, quan creia que tenia el micròfon tancat, anomenar “bitxo” i “filla de puta” a una dona que denunciava actes de violència de gènere. Tan reaccionaris que no dubten en una cosa tan miserable posar en llibertat un violador per tal d’atacar el govern.

De la mateixa manera, cal destacar les actuacions de desenes de jutges que, en casos d’agressió sexual o de violació, insistien a preguntar a la dona per la longitud de la seva faldilla o la profunditat del seu escot, o consideraven com a determinant tenir en compte les hores en què transitava per la via pública o si havia begut o no. O el vot particular d’un dels jutges de l’Audiència Provincial de Navarra que, en la violació múltiple comesa pels energúmens de la Manada, veia actes consentits en “un ambient de “jolgorio” i “regocijo” entre tots ells”, inclosa la víctima.

Al marge dels límits de la llei del “sí és sí”, aquesta tracta d’establir que la qüestió a determinar és si hi ha hagut o no consentiment exprés de la dona davant d’un acte sexual, per determinar si es tracta d’una agressió sexual.

Recordem un altre fet: gairebé totes les condemnes per agressió sexual o violació reduïdes pels jutges en aplicació de la llei només ho han estat perquè en la seva sentència se’ls aplicava als violadors la pena mínima prevista (i, en baixar ara la pena mínima, això pot portar a revisar la sentència segons el principi penal  que s’aplica un canvi legislatiu quan és més beneficiós per al reu. Per tant, cal constatar que, almenys, en una de cada quatre sentències per violació els jutges han aplicat la pena mínima prevista.  Sembla que a les seves senyories els semblava excessiva la pena prevista en el codi penal contra els violadors i abusadors, i procuraven anar-se’n a la pena mínima.

Ara, aquest mateix aparell judicial ha actuat contra la nova llei, reduint les sentències que ja abans considerava “excessives”.

Les institucions heretadesa partir del franquisme, contra tot progrés

En els pactes de la Moncloa i els acords que van portar a la constitució del 1978, els dirigents del PCE, del PSOE i d’algunes de les organitzacions “nacionalistes” van acceptar mantenir l’essencial de l’aparell d’Estat del franquisme, sota la presidència de Joan Carles de Borbó, l’hereu designat per Franco. El Rei és el comandament suprem de les Forces Armades (art. 62 de la Constitució), i les sentències dels tribunals es dicten “en nom del Rei” (art. 117 de la Constitució). Es va mantenir, per tant, l’aparell repressiu, l’aparell judicial, l’exèrcit… es van respectar les fortunes pastades sota el franquisme (fins i tot les edificades sobre el treball esclau dels presos), es van deixar impunes tots els crims franquistes.

Amb aquestes institucions, que conserven enormes poders, es pretén convèncer-nos que és possible dur a terme una política progressista. I després passa el que passa, com en el cas d’Estatut d’Autonomia de Catalunya, aprovat pel Parlament i les Corts, ratificat pel poble català en referèndum… i anul·lat per un grapat de jutges reaccionaris. 

Els dirigents dels partits “d’esquerra” que viuen a les institucions del règim es queixen del que s’anomena lawfare, la persecució de l’aparell judicial contra polítics d’esquerra. I tenen raó a fer-ho: són nombroses les actuacions judicials contra Podem, anunciades i corejades a la premsa, que després es queden en res per falta de proves. Així ha sigut Mónica Oltra expulsada del govern valencià. Així han estat durant 10 anys processats per corrupció dos regidors d’IU de Sevilla, perquè l’Audiència Nacional estableixi al final que no hi havia cap prova que justifiqués el seu processament. A sobre, amb els seus “codis ètics”, que estableixen -contra la presumpció d’innocència- que la mera imputació ha de portar a la dimissió de l’afectat, les organitzacions posen en safata qualsevol jutge fatxa la possibilitat d’expulsar del seu lloc qualsevol electe de l’esquerra.

Cal acabar amb les institucions del franquisme, portar la República

La ingenuïtat d’Irene Montero i de molts dels seus defensors és oblidar l’existència d’aquest poder judicial, que ha d’obstaculitzar i, si pot, impedir, qualsevol avenç social o en benefici de la dona, de la majoria treballadora o dels drets dels pobles. Pretendre posar una espelma a déu i una altra al diable, governar respectant les institucions reaccionàries heretades, legislar com si aquest poder judicial no tingués enormes poders.

Tot veritable avenç, fins i tot la defensa dels drets conquerits i ara qüestionats, exigeix fer passos per acabar amb l’herència franquista. Els drets només han d’estar plenament garantits acabant amb el règim, traient la República.

Acerca de la movilización en Francia contra la reforma de las pensiones

Carta Semanal 925 en catalán

Carta Semanal 925 para descargar en PDF

En esta carta semanal reproducimos -con algunos cometarios- un artículo de Pierre Valdemienne, publicado en Informations Ouvrières nº 724, del 1 de febrero, a modo de balance de las últimas manifestaciones celebradas en distintas ciudades de Francia contra la propuesta de reforma del sistema de seguridad social impulsada por el gobierno de Emmanuel Macron. Una reforma que el gobierno francés tilda de “necesaria”, cuando, al igual que en España, la caja de la Seguridad Social en Francia es autosuficiente, si no fuera -en Francia-  por los miles de millones de exenciones de cotizaciones empresariales decididas por los diversos gobiernos, con la excusa de “crear empleo”, y financiadas por la propia caja del sistema de jubilación. Y en España por la derivación de fondos para “gastos impropios” (de ahí la exigencia de auditoría de la caja de la Seguridad Social levantada por la COESPE).

Justo es señalar que al día siguiente al 1 de febrero más de un millón de trabajadores ingleses de diversos sectores sanidad, enseñanza, transportes se manifestaron y fueron a la huelga por aumentos de salarios y contra los gastos militares. Un verdadero renacer de la clase obrera británica después de los negros años de la época de Thatcher. Sigue leyendo

Sobre la mobilització a França contra la reforma de les pensions

Carta Setmanal 925 per descarregar en PDF

En aquesta carta setmanal reproduïm -amb alguns cometaris- un article de Pierre Valdemienne, publicat a Informations Ouvrières nº 724, de l’1 de febrer, a tall de balanç de les últimes manifestacions celebrades en diferents ciutats de França contra la proposta de reforma del sistema de seguretat social impulsada pel govern d’Emmanuel Macron. Una reforma que el govern francès titlla de “necessària”, quan, igual que a Espanya, la caixa de la Seguretat Social a França és autosuficient, si no fos -a França- pels milers de milions d’exempcions de cotitzacions empresarials decidides pels diversos governs, amb l’excusa de “crear ocupació”, i finançades per la pròpia caixa del sistema de jubilació. I a Espanya per la derivació de fons per a “despeses impropis” (d’aquí l’exigència d’auditoria de la caixa de la Seguretat Social aixecada per la COESPE).

Just és assenyalar que l’endemà l’1 de febrer més d’un milió de treballadors anglesos de diversos sectors: Sanitat, ensenyament, transports es van manifestar i van anar a la vaga per augments de salaris i contra les despeses militars. Un veritable renéixer de la classe obrera britànica després dels negres anys de l’època de Thatcher.

Manifestacions monstruoses arreu del país: l’executiu s’enfronta a un rebuig de profunditat sense precedents

Aquest dimarts 31 de gener, dia de vaga i manifestacions convocades per totes les organitzacions sindicals, la població va sortir als carrers, en massa. La mobilització decidida dels treballadors no només no es debilita, sinó que s’intensifica, cosa que provoca fortes preocupacions a la cúpula de l’Estat sobre la capacitat de mantenir aquesta reforma, fins i tot a l’Assemblea Nacional.

“Esperar. I rectificar la situació abans que sigui massa tard”. És un estímul en forma d’advertència que el diari Le Monde (30 de gener) dirigeix a l’executiu, l’índex de popularitat del qual ha estat en caiguda lliure durant quinze dies, especialment després de la gran vaga del 19 de gener.

Un element significatiu del descens del govern a l’infern és el cas dels pensionistes, que constitueixen el cor de l’electorat macronista, i que s’oposen majoritàriament a la “reforma” de les pensions, segons les últimes enquestes.

La qüestió es simple : com més intenta l’executiu justificar la “reforma”, més s’estén el rebuig entre la població. Emmanuel Macron ha entès això i va lamentar la necessitat d’haver de convèncer: els elements del llenguatge han canviat durant una setmana, ja no correspon al govern defensar una “reforma justa” sinó una “reforma indispensable” i “necessària”.

L’Executiu es llança cap endavant…

En aquest sentit hem d’interpretar les declaracions -en forma de provocació- del primer ministre, qui va declarar el diumenge 29 de gener que l’ajornament de l’edat de jubilació a 64 anys “ja no és negociable”.

El mateix to provocador del ministre de l’Interior a les columnes del parisenc el mateix dia, per a qui “la feina no és una malaltia”. O el vídeo del ministre de la Funció Pública, Stanislas Guerini, destinat als funcionaris públics, que va provocar una veritable protesta, provocant la reacció de la confederació FO – que “denuncia la propaganda del govern” – i de la CGT, Céline Verzeletti, cosecretaria general de la Unió Federal de Sindicats de l’Estat, que tuitejaba: “Negació de la democràcia, falsa propaganda, segrest d’arxius. Vergonyós”. Per no parlar de les declaracions extraterrestres de la diputada del grup Renaissance Claire Guichard (suplent del ministre delegat de Comptes Públics, Gabriel Attal) sobre el personal que acompanya els estudiants amb discapacitat (), o les confessions assumides per Franck Riester, ministre de Relacions amb el Parlament, recolzat per Clément Beaune i Stanislas Guerini (una altra vegada!) sobre el destí reservat a les dones per  la “reforma” ()

… I es troba amb el mur de manifestacions i vagues

La resposta a totes aquestes provocacions no es va fer esperar: aquest dimarts 31 de gener, un dia de vagues i manifestacions convocades per totes les organitzacions sindicals, la població va sortir als carrers en massa. La força de la vaga i les manifestacions del 19 de gener ha donat confiança a tots els d’aquest país, que rebutgen la reforma i volen que es retiri.

Així, arreu, les manifestacions, cada vegada i sempre convocades pels sindicats units, són més nombroses que el 19 de gener i trenquen nous sostres: 3.500 a Abbeville (que seria la major manifestació de la història de la ciutat), 10.000 a Foix (per a una ciutat de 9.700 habitants), 10.000 a Montauban (davant  6.000 el 19 de gener),   12.000 a Béziers (davant 10.000), 65.000 a Nantes (davant 55.000), 80.000 a Toulouse (davant 50.000), 250.000 a Marsella (davant 140.000), 500.000 a París (davant 400.000)… Els talls són encara més densos, amb una presència massiva de joves (més de 150.000 segons les organitzacions); una vegada més, hi ha moltes delegacions del sector privat (Thalès a Niça, per exemple), i d’empleats que no estan acostumats a manifestar-se (com els empleats de les notaries) i molts “manifestants primerencs”, cosa que diu molt sobre el ferment continu a la població…

Paral·lelament, la vaga és molt seguida, sobretot en el transport, especialment a la RATP i SNCF : en aquest sector, no hi ha trens interurbans, 2 TER de cada 10, 1  regional (a la regió de París) de cada 10 … A les refineries, entre un 70 i un 100% de vaguistes. A la refineria de Feyzin (Roine), la vaga es renova l’1 de febrer.

El que s’expressa en aquestes manifestacions: un fart, una ira dirigida contra Macron, la seva política, el seu govern, el seu món i que cristal·litza en la demanda de la retirada de la reforma.

La demostració de força dels treballadors repercuteix en tots els nivells

Enfortida per la unitat de tots els sindicats per exigir la retirada de la “reforma” de les pensions, la mobilització decidida dels treballadors no només no es debilita, sinó que s’intensifica.  Lo que provoca fortes preocupacions a la cúpula de l’Estat sobre la capacitat de mantenir-se, fins i tot a l’Assemblea: l’expresident de la República, François Hollande, tem “un poderós moviment social unitari, que pot, al seu torn, desintegrar l’acord parlamentari” (Le Monde, 30 de gener).

Ja estan apareixent esquerdes: els vint diputats del grup Liot (), propers a la majoria, han anunciat que no votaran a favor de la “reforma”. A les files d’Horizons, el partit polític de l’ex primer ministre d’Emmanuel Macron, Edouard Philippe, sis diputats planegen abstenir-se o votar-hi en contra. Pel que fa als Republicans, el diari patronal L’Opinion (30 de gener) es pregunta: “Els 62 membres del grup LR donaran suport finalment al text del govern? Ningú té la resposta, ni tan sols els diputats de LR. Van presentar 633 esmenes que sorprenentment apunten a suavitzar la reforma: limitar les contribucions a 43 anys per a carreres llargues (en lloc de 44), clàusula de revisió el 2027, ajornament de l’entrada en vigor de la reforma al 2024 en lloc del 2023 … Hauríem de veure les condicions del seu suport?” Per no parlar de l’oposició entre els diputats de la pròpia majoria, que van anunciar la seva intenció de no votar a favor del text tal com està.

La qüestió de la prolongació de la vaga fins a la retirada del projecte està sobre la taula

Mentre que els debats a l’Hemicicle han de començar el dilluns 6 de febrer, la data d’una convocatòria de vaga al sector energètic i la vigília d’una convocatòria d’una vaga renovable a la SNCF i a les refineries, el rebuig que està arrelant a tot el país i l’absència d’una majoria al Parlament enllesteixen l’horitzó de l’executiu.

I no són els resultats de les recents eleccions parcials els que li puguin tranquil·litzar: malgrat les taxes rècord d’abstenció, a Charente, per exemple, el candidat de La France Insumise-Nupes, René Pilato, va augmentar en 8 punts en la primera volta i va guanyar en la segona, contra el diputat sortint d’Horizons, Thomas Mesnier. Aquest últim va declarar que “hi ha hagut un efecte pensions en els últims dies. La gent va venir a votar a la segona volta quan no va participar en la primera”.»

En negar-se a escoltar arguments de sentit comú, el cap d’Estat i el seu govern són plenament responsables de la situació i les seves conseqüències. En una democràcia, escoltar el poble és millor que totes les objeccions que el mateix executiu ha renunciat a defensar; i amb raó, perquè són les de la minoria d’explotadors i capitalistes, que obtenen del govern un augment vertiginós en el pressupost de les forces armades (+ 30%), l’escalada de lliuraments de tancs i fins i tot avions, ara qüestionats fins i tot dins de l’Assemblea Nacional.

Recolzats per la força política de FI i Nupes, enfortits per la unitat de les organitzacions, els treballadors han tornat a indicar que no tenen intenció d’acceptar ser saquejats per tot arreu. Tenen raó. La qüestió de la renovació de la vaga ja està sobre la taula. El rebuig de tota aquesta política mortal per a totes les categories explotades és legítim, tots els mitjans per tenir èxit també.

Misiles o pensiones

Carta Semanal 924 en catalán

Carta Semanal 924 para descargar en PDF

Con este sugestivo título un periodista de La Vanguardia (Barcelona, 23 de enero) resumió la situación de Francia. Cuatro días antes, el jueves 19 de enero, la clase obrera francesa se había levantado con sus organizaciones contra la reforma de las pensiones, y el presidente Macron anunció un día después desde la base aérea de Mont de Marsan que la nueva Ley de Programación Militar (2024-2030) preveía un gasto de 413 000 millones de euros. O sea un aumento de un 35 por ciento en relación con el presupuesto actual. Cantidad cualitativamente superior al supuesto déficit del presupuesto de la Seguridad Social, supuesto porque el cálculo real de las cuentas de la Seguridad Social da que a este sistema está bastante equilibrado. Lo que está en juego no es una cuestión contable es una cuestión política de fondo. Al iniciarse la guerra de Ucrania los dirigentes del Medef (la patronal francesa) ya habían declarado que era necesario gastar en “defensa” como algo prioritario y por tanto que había que echar mano del tesoro de guerra de la clase obrera francesa, la caja de las pensiones.

Desde que fue elegido en 2017 Emmanuel Macron fijó como una de las prioridades la reforma de la Seguridad Social, continuando la política del presidente socialista Hollande que había impuesto una reforma del Código del Trabajo.

La reforma Macron implicaba liquidar el sistema de reparto e imponer un sistema de puntos, o sea de capitalización individual. Incluye desmantelar los 42 regímenes especiales (esta reforma fracasó cuando la movilización que tuvo su culmen el 5 de diciembre del 2019, con una huelga generalizada, fue abandonada en marzo de 2020, en plena pandemia). Regímenes que determinan las condiciones de jubilación de los diferentes sectores de trabajadores en función de las condiciones de trabajo, su punibilidad o riesgo. Estos regímenes especiales fueron un producto de la lucha de clases particular en el periodo revolucionario que se abrió en los años 1944-46 después de la derrota del nazismo y la entrada en acción de la clase obrera. El propio sistema público de la Seguridad Social, como otras medidas de este tipo fue el precio que la burguesía francesa tuvo que pagar para mantener el poder político y reconstruir el Estado burgués (con la colaboración en particular de las direcciones del PCF y la CGT). Desde entonces la burguesía francesa y los gobiernos, con la colaboración de las direcciones del PCF y del PS, han intentado “reformar” este sistema.

Para el capital financiero, en crisis, es una cuestión esencial apropiarse del dinero de la clase obrera, el salario diferido,.

En la elección de 2022 Macron volvió a la carga, pero no hay que olvidar que ganó las elecciones, no por su programa sino por la campaña en contra de la extrema derecha, después de que varias candidaturas de división como las del PCF impidieran que Jean Luc Mélenchon pasara a la segunda vuelta. Lo cual no impidió que en las elecciones legislativas de junio de 2022 los candidatos de la coalición organizada por Mélenchon fueran los más votados. El resultado es que por primera vez en la historia, la lista del presidente NO es mayoría en la Asamblea Nacional, y Macron se ve obligado a utilizar el articulo 49,ter para que se aprueben las leyes sin debate (artículo que muestra el carácter bonapartista del régimen de la V República).

Hoy la reforma se concreta (acaba de ser aprobada en el Consejo de Ministros y pasa al parlamento) en aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, aumentar de 42 a 43 los años para tener la jubilación al 100 por cien  y empezar a desmantelar los regímenes especiales.

¿Cómo se expresa la resistencia?

Desde que, en mayo de 2022, Macron anunció la necesidad de la reforma, se formó un frente sindical unitario en contra. Nueve sindicatos, desde la CGT y FO hasta los sindicatos de cuadros, los cristianos y amarillos (CFTC y CFDT ) se pronunciaron en contra de la reforma. Y anunciaron movilizaciones si la reforma se presentaba a aprobación.

En enero de este año volvieron tambien a surgir los “chalecos amarillos”, sin duda no con el mismo impacto porque TODAS las organizaciones sindicales aparecían unidas dando en cierta medida confianza NO solo a la clase obrera sino a todos los sectores medios oprimidos y explotados por el gran capital por medio de la inflación desbocada (incluso el gremio de panaderos se manifestó el 23 de enero contra los precios de la energía).

Cuando Macron anunció que el Consejo de Ministros del miércoles 25 de diciembre iba a dar salida al proyecto de ley, la coalición sindical llamó a una jornada de huelga para el 19 de enero. El resultado de la huelga y las manifestaciones fueron más importantes que en 2019.

Estas organizaciones en la tarde del 19 se reunieron y comunicaron la necesidad de continuar la movilización, realizar asambleas y hacer una nueva jornada de huelga y manifestaciones el 31 de enero.

Las organizaciones sindicales de los jóvenes estudiantes llaman desde el 30 de enero a bloquear los centros de estudio y participar en las manifestaciones de los trabajadores y sus sindicatos.

Paralelamente La Francia Insumisa (sin el apoyo del PCF, del PS ni de los Verdes) llamó a una marcha a París el 21 de enero como complemento y en apoyo a la huelga convocada por los sindicatos. Este llamamiento se hizo a partir de la convocatoria de NUEVE organizaciones juveniles que tomaron la iniciativa. En efecto la participación de los jóvenes en esta manifestación fue notoria.

En cierta medida La Francia Insumisa aparece como el referente político de la mayoría social. En La Francia Insumisa participan codo con codo los militantes de la Cuarta Internacional organizados en el Partido Obrero Independiente.

Toda esa movilización y resistencia ha creado o acentuado la crisis política del régimen y sus partidos. La derecha está dividida e incluso en el partido de Macron (que se llama de centro) hay voces que se pronuncian contra la reforma de las pensiones. La extrema derecha de Marine Le Pen, muy ausente del escenario político, también se ve obligada a pronunciarse contra la reforma.

¿Cuál será el resultado? El resultado lo dará la movilización en curso, pero a nadie se le escapa la importancia internacional y europea de esta movilización y su efecto directo en países como España donde el gobierno está empeñado en el mismo tipo de reformas.

Consideramos necesario interpretar el contenido de fondo de lo que se juega en Francia. Por ello publicamos el artículo de Marc Gauquelin en Informations Ouvrières 741 del miércoles 24 de enero.

Se ha abierto un nuevo período

El hecho de que dos millones de trabajadores y ciudadanos respondieran el 19 de enero con huelgas y manifestaciones al llamamiento de las confederaciones sindicales unidas, revelando el verdadero equilibrio de fuerzas entre las clases, marca un punto de inflexión en la situación en este país.

Macron puede agitar, disfrutar del descanso del general en jefe en Mont de Marsan, encargar a su ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, que declare al Journal du Dimanche: “Con esta reforma, no habrá perdedores” (22 de enero). Puede presentarse, junto con Olaf Scholz, como garante de la “soberanía europea”… Pero ya no tiene control sobre los procesos en curso en las profundidades de la sociedad.

En la noche del 19 de enero, todos los participantes (sindicalizados, no sindicalizados, trabajadores públicos y privados, jóvenes…) sintieron lo mismo, el inmenso poder de los trabajadores reunidos en unidad para exigir la retirada pura y simple de la reforma de las pensiones. Un sentimiento reforzado 48 horas después por la marcha del 21 de enero en París, iniciada por organizaciones juveniles y apoyada por LFI. Un sentimiento de confianza en su capacidad que ha conseguido lograr y preservar la unidad de sus organizaciones poniendo a su alcance manos el abandono de su proyecto por parte del gobierno.   

Este gobierno, socavado por la pérdida de su mayoría en la Asamblea Nacional, aislado de la mayoría de la población, está multiplicando los signos de debilidad. Nunca se ha mostrado tan inseguro sobre el futuro.

Para estos millones de trabajadores y ciudadanos que se pusieron en marcha el 19 y 21 de enero y que ya están comprometidos en la preparación de la jornada de huelga y manifestaciones del 31 de enero, la cuestión de cuáles son las formas de acción capaces de ampliar y profundizar aún más el movimiento está en el centro de todas las preocupaciones.

Como lo está la cuestión de las formas de organización necesarias para garantizar el marco de la unidad de las organizaciones de clase indispensables para la unión de las masas.  En esta lucha, hasta el final, para hacer que Macron retroceda en las pensiones es donde se forjan las herramientas y se forjan las relaciones políticas que llevarán a dar un paso más e integrar en su lucha la dimensión de la lucha para acabar con este gobierno. En este sentido, el día 19 de enero, con sus dos millones de huelguistas y manifestantes, cierra un período para abrir otro, devolviendo a la clase obrera su lugar como elemento central de toda la situación.

Un período que inevitablemente avanzará hacia la confrontación con el poder bonapartista de Macron, para abrir paso a un resultado acorde con los  intereses  de la población trabajadora y el respeto  de  los  principios de la democracia.

Míssils o pensions

Carta Setmanal 924 per descarregar en PDF

Amb aquest suggestiu títol un periodista de La Vanguardia (Barcelona, 23 de gener) va resumir la situació de França. Quatre dies abans, el dijous 19 de gener, la classe obrera francesa s’havia aixecat amb les seves organitzacions contra la reforma de les pensions, i el president Macron va anunciar un dia després des de la base aèria de Mont de Marsan que la nova Llei de Programació Militar (2024-2030) preveia una despesa de 413.000 milions d’euros. O sigui un augment d’un 35 per cent en relació amb el pressupost actual. Quantitat qualitativament superior al suposat dèficit del pressupost de la Seguretat Social, supòsit perquè el càlcul real dels comptes de la Seguretat Social dóna que a aquest sistema està força equilibrat. El que està en joc no és una qüestió comptable és una qüestió política de fons. En iniciar-se la guerra d’Ucraïna els dirigents del Medef (la patronal francesa) ja havien declarat que calia gastar en “defensa” com una cosa prioritària i per tant que calia ficar mà del tresor de guerra de la classe obrera francesa, la caixa de les pensions.

Des que va ser elegit el 2017 Emmanuel Macron va fixar com una de les prioritats la reforma de la Seguretat Social, continuant la política del president socialista Hollande que havia imposat una reforma del Codi del Treball.

La reforma Macron implicava liquidar el sistema de repartiment i imposar un sistema de punts, o sigui de capitalització individual. Inclou desmantellar els 42 règims especials (aquesta reforma va fracassar quan la mobilització que va tenir el seu moment més àlgid el 5 de desembre del 2019, amb una vaga generalitzada, va ser abandonada el març del 2020, en plena pandèmia). Règims que determinen les condicions de jubilació dels diferents sectors de treballadors en funció de les condicions de treball, la seva punibilitat o risc. Aquests règims especials van ser un producte de la lluita de classes particular en el període revolucionari que es va obrir els anys 1944-46 després de la derrota del nazisme i l’entrada en acció de la classe obrera. El mateix sistema públic de la Seguretat Social, com altres mesures d’aquest tipus va ser el preu que la burgesia francesa va haver de pagar per mantenir el poder polític i reconstruir l’Estat burgès (amb la col·laboració en particular de les direccions del PCF i la CGT). Des d’aleshores la burgesia francesa i els governs, amb la col·laboració de les direccions del PCF i del PS, han intentat “reformar” aquest sistema.

Per al capital financer, en crisi, és una qüestió essencial apropiar-se delsdiners de la classe obrera, el salari diferit,.

En l’elecció del 2022 Macron va tornar a la càrrega, però no cal oblidar que va guanyar les eleccions, no pel seu programa sinó per la campanya en contra de l’extrema dreta, després que diverses candidatures de divisió com les del PCF impedissin que Jean Luc Mélenchon passés a la segona volta. La qual cosa no va impedir que en les eleccions legislatives de juny de 2022 els candidats de la coalició organitzada per Mélenchon fossin els més votats. El resultat és que per primera vegada en la història, la llista del president NO és majoria a l’Assemblea Nacional, i Macron es veu obligat a utilitzar l’article 49,5 perquè s’aprovin les lleis sense debat (article que mostra el caràcter bonapartista del règim de la V República).

Avui la reforma es concreta (acaba de ser aprovada al Consell de Ministres i passa al parlament) a augmentar l’edat de jubilació de 62 a 64 anys, augmentar de 42 a 43 els anys per tenir la jubilació al 100 per cent i començar a desmantellar els règims especials.

Com s’expressa la resistència?

Des que, el maig del 2022, Macron va anunciar la necessitat de la reforma, es va formar un front sindical unitari en contra. Nou sindicats, des de la CGT i FO fins als sindicats de quadres, els cristians i grocs (CFTC i CFDT ) es van pronunciar en contra de la reforma. I van anunciar mobilitzacions si la reforma es presentava a aprovació.

El gener d’aquest any van tornar també a sorgir les “armilles grogues”, sens dubte no amb el mateix impacte perquè TOTES les organitzacions sindicals apareixien unides donant en certa mesura confiança NO només a la classe obrera sinó a tots els sectors mitjans oprimits i explotats pel gran capital per mitjà de la inflació desbocada (fins i tot el gremi de forners es va manifestar el 23 de gener contra els preus de l’energia).

Quan Macron va anunciar que el Consell de Ministres del dimecres 25 de desembre anava a donar sortida al projecte de llei, la coalició sindical va cridar a una jornada de vaga per al 19 de gener. El resultat de la vaga i les manifestacions van ser més importants que el 2019.

Aquestes organitzacions a la tarda del 19 es van reunir i comunicar la necessitat de continuar la mobilització, fer assemblees i fer una nova jornada de vaga i manifestacions el 31 de gener.

Les organitzacions sindicals dels joves estudiants criden des del 30 de gener a bloquejar els centres d’estudi i participar en les manifestacions dels treballadors i els seus sindicats.

Paral·lelament La França Insumisa (sense el suport del PCF, del PS ni dels Verds) va cridar a una marxa a París el 21 de gener com a complement i en suport a la vaga convocada pels sindicats. Aquesta crida es va fer a partir de la convocatòria de NOU organitzacions juvenils que van prendre la iniciativa. En efecte la participació dels joves en aquesta manifestació va ser notòria.

En certa mesura La França Insumisa apareix com el referent polític de la majoria social. A La França Insumisa participen colze amb colze els militants de la Quarta Internacional organitzats al Partit Obrer Independent.

Tota aquesta mobilització i resistència ha creat o accentuat la crisi política del règim i els seus partits. La dreta està dividida i fins i tot en el partit de Macron (que es diu de centre) hi ha veus que es pronuncien contra la reforma de les pensions. L’extrema dreta de Marine Le Pen, molt absent de l’escenari polític, també es veu obligada a pronunciar-se contra la reforma.

Quin serà el resultat? El resultat el donarà la mobilització en curs, però a ningú se li escapa la importància internacional i europea d’aquesta mobilització i el seu efecte directe en països com Espanya on el govern està immers en el mateix tipus de reformes.

Considerem necessari interpretar el contingut de fons del que es juga a França. Per això publiquem l’article de Marc Gauquelin a Informations Ouvrières 741 del dimecres 24 de gener.

S’ha obert un nou període

El fet que dos milions de treballadors i ciutadans responguessin el 19 de gener amb vagues i manifestacions a la crida de les confederacions sindicals unides, revelant el veritable equilibri de forces entre les classes, marca un punt d’inflexió en la situació en aquest país.

Macron pot agitar, gaudir del descanso del general en cap a Mont de Marsan, encarregar al seu ministre de Treball, Olivier Dussopt, que declari el Journal du Dimanche: “Amb aquesta reforma, no hi haurà perdedors” (22 de gener). Es pot presentar, juntament amb Olaf Scholz, com a garant de la “sobirania europea”… Però ja no té control sobre els processos en curs en les profunditats de la societat.

La nit del 19 de gener, tots els participants (sindicalitzats, no sindicalitzats, treballadors públics i privats, joves…) van sentir el mateix, l’immens poder dels treballadors reunits en unitat per exigir la retirada pura i simple de la reforma de les pensions. Un sentiment reforçat 48 hores després per la marxa del 21 de gener a París, iniciada per organitzacions juvenils i recolzada per LFI. Un sentiment de confiança en la seva capacitat que ha aconseguit assolir i preservar la unitat de les seves organitzacions posant al seu abast mans l’abandonament del seu projecte per part del govern.   

Aquest govern, soscavat per la pèrdua de la seva majoria a l’Assemblea Nacional, aïllat de la majoria de la població, està multiplicant els signes de debilitat. Mai s’ha mostrat tan insegur sobre el futur.

Per a aquests milions de treballadors i ciutadans que es van posar en marxa el 19 i 21 de gener i que ja estan compromesos en la preparació de la jornada de vaga i manifestacions del 31 de gener, la qüestió de quines són les formes d’acció capaces d’ampliar i aprofundir encara més el moviment és al centre de totes les preocupacions.

Com ho està la qüestió de les formes d’ organització necessàries per garantir el marc de la unitat de les organitzacions de classe indispensables per a la unió de les masses.  En aquesta lluita, fins al final, per fer que Macron retrocedeixi en les pensions és on es forgen les eines i es forgen les relacions polítiques que portaran a fer un pas més i integrar en la seva lluita la dimensió de la lluita per acabar amb aquest govern. En aquest sentit, el dia 19 de gener, amb els seus dos milions de vaguistes i manifestants, tanca un període per obrir-ne un altre, retornant a la classe obrera el seu lloc com a element central de tota la situació.

Un període que inevitablement avançarà cap a la confrontació amb el poder bonapartista de Macron, per obrir pas a un resultat d’acord amb els interessos de la població treballadora i el respecte dels principis de la democràcia.

El CATP en la lluita contra la guerra

Carta Setmanal 923 per descarregar en PDF

Aviat es complirà un any des del començament de la invasió russa d’Ucraïna (la guerra a la regió es va iniciar, al Donbàs, el 2014). Un any en què la guerra ha portat la mort de milers de joves russos i ucraïnesos, la destrucció d’Ucraïna, la misèria creixent per a la població treballadora de tota Europa, aixafada per la pujada dels preus de productes de primera necessitat, la destrucció de bona part de la indústria europea. I els dirigents dels EUA i l’OTAN defensen la continuació de la guerra “fins a la victòria total” d’Ucraïna (que suposarà la destrucció total de bona part del seu territori).

En tot aquest temps, els militants i organitzacions que participen en el CATP han lluitat per guanyar més companys i agrupar-los per al combat contra la guerra.

29 de enero, conferencia del CATP

El 29 de gener de 2022, quan ja sonaven tambors de guerra, la conferencia del CATP, celebrada a Madrid, aprovava una declaració amb el títol “No a la Guerra de l’OTAN”

En ella s’assenyalava que  “l’ampliació d’estats membres de l’OTAN no te res a veure ni amb la pau, ni la seguretat d’aquests estats, si no que obeeix única i exclusivament als interessos de l’administració americana que vol refermar la seva hegemonia mundial en l’actual guerra comercial  amb la Xina. El perill d’un conflicte bèl·lic és contrari als interessos dels pobles europeus, que el que necessiten és pau i cooperació entre ells mateixos, per poder conquerir o salvaguardar els seus drets socials i democràtics”.

I afegia que “la decisió de multiplicar les despeses militars en aquest any 2022, per part del govern, és contraria a la necessitat de satisfer les necessitats socials, en particular, la sanitat i l’educació, i a reintegrar a la Seguretat Social les decenes de milers de milions utilitzats per pagaments aliens a les pensions”.

9 d’ abril, conferència d’ urgència

El 9 d’abril, poc més d’un mes després d’iniciar-se la invasió de les tropes de Putin, el CATP va agrupar companys per participar en una conferència europea d’urgència, convocada a iniciativa del Nou Corrent d’Esquerra (NAR), de Grècia, i el Partit Obrer Independent (POI), de França, que es dirigien “a tots els militants, grups i organitzacions que rebutgen veure’s arrossegats a la guerra desencadenada per Rússia, els Estats Units i l’OTAN, guerra que els pobles no volen, i que rebutgen la unió sagrada que reclamen els governs implicats en la liquidació de totes les conquestes socials”. La crida del POI i el NAR partia del fet que els trust i els oligarques s’enfronten brutalment pel repartiment d’un mercat mundial sobresaturat. I de com aquesta competència econòmica pel mercat mundial es tradueix en l’acció dels governs al servei del capital financer: “El Govern nord-americà i el seu braç armat, l’OTAN, uneixen el carro a tots els Governs de la UE (…) Sota aquesta pressió, els estats majors dels monopolis imperialistes estan compromesos en un gir, coordinat per les institucions europees, que amenaça de destruir l’aparell productiu dels països europeus i totes les relacions socials basades en el reconeixement de les conquestes polítiques i socials de la classe obrera. Aquest gir condemna a l’atur, a la misèria ia la guerra milions de treballadors i les seves famílies”. La crida assenyala la nova etapa oberta per la guerra: “La guerra a Ucraïna marca l’entrada en un nou període en què les rivalitats entre capitalistes desembocaran cada cop més en el recurs a les armes. La intensificació d’aquestes rivalitats amenaça la mateixa supervivència de la humanitat”. I també l’oposició dels pobles a la guerra i la seva utilització pels governs per imposar els plans del capital financer: “Els pobles no volen la guerra. Ni el poble rus, ni el poble ucraïnès volen la guerra”.

“Els governs al servei del capital exigeixen la unió sagrada en nom de la guerra. La patronal espanyola ha declarat: “La realitat és que estem en guerra (…). És un moment molt important per fer una contenció salarial”; o bé la primera ministra sueca que explicava, a la Cimera Europea de Versalles: “M’agradaria molt invertir els diners dels contribuents en escoles i pensions, però hem de gastar-los en defensa”. Assenyalant així la relació entre guerra i guerra social, entre lluita contra la guerra i lluita en defensa de les conquestes socials i per les reivindicacions. La conferència es va pronunciar contra les crides a la unió sagrada declarant que “Truquen a la unió sagrada per intentar emmordassar els assalariats i les seves organitzacions en el moment mateix en què s’anuncien les mesures més brutals contra les pensions, contra els drets socials, contra els serveis públics, contra tots els acords col·lectius sobre el contracte laboral (…) Amb la unió sagrada, els Governs exigeixen als treballadors que renunciïn a les reivindicacions ia les llibertats (…) Nosaltres diem: Aquesta no és la nostra guerra, s’està lliurant pels interessos dels trust i de les multinacionals. Els pobles no poden esperar res, no poden guanyar res amb la competència imperialista, amb els governs promotors de guerra, siguin on siguin.

I la necessitat d’ajudar a organitzar el rebuig a la guerra de la població treballadora: “Hem de contribuir, a cada país del vell continent, a ajudar els treballadors a rebutjar la unió sagrada, a agrupar-se al terreny de classe per derrotar els plans de suposada «reorganització» de la producció i de les relacions socials. Aquest és lúnic mitjà per aturar el mecanisme de la guerra”.

Madrid, 25 de juny 2022, Trobada Europea contra la Guerra: “ni Putin ni OTAN”

  En una trobada que va reunir militants de diversos països europeus, coincidint amb la cimera de l’OTAN, aprovàvem una declaració que deia, entre altres coses: “Nosaltres, que hem exigit des del primer dia un alto el foc i la retirada de l’exèrcit de Putin d’Ucraïna, volem denunciar el torrent de mentides amb què ens inunden cada dia. Aquesta guerra no és ni una guerra per defensar Rússia, com pretén Putin, ni una guerra “en defensa dels valors d’Europa”, com pretenen Biden, Scholtz, Johnson, Macron i Draghi. La guerra que devasta Ucraïna enfronta, pel control de la distribució de matèries primeres, els oligarques russos representats per Putin amb els caps dels monopolis imperialistes, representats pels caps d’Estats membres de l’OTAN”. L’endemà de la trobada, la majoria de participants s’unia a un seguici internacional a la manifestació convocada contra la cimera de l’OTAN, manifestació entre els convocants de la qual es trobava el CATP i que va reunir desenes de milers de persones. En coherència amb la declaració aprovada: “L’OTAN és la guerra, és la intervenció directa de l’imperialisme nord-americà a Europa, trepitjant tota sobirania dels pobles, imposant el vertiginós augment dels pressupostos de guerra. La Unió Europea i els governs europeus voten més i més milers de milions per a la guerra i els detreuen de l’ensenyament, la sanitat, les pensions, “La declaració assenyalava, encertadament, les greus conseqüències de la guerra per a la classe treballadora: “La guerra combinada amb l’especulació comporta penúria i pujades de preus que sumen milions de persones a la misèria, a Europa ia tots els continents ”.

Però no es quedava al terreny de la denúncia. Incloïa una crida a l’acció de militants i organitzacions obreres: “Els nostres governs, alhora que ataquen totes les conquestes socials, pretenen que les organitzacions sindicals renunciïn a les reivindicacions més immediates, a les reivindicacions fonamentals: pensions, protecció social, serveis públics ( …) És responsabilitat de tot militant obrer, de tot demòcrata, tirar endavant la lluita contra la guerra, unificar el moviment antiguerra amb la lluita pel pa, la pau, la salut i la llibertat, per la congelació de preus i el augment de salaris, contra els governs i el capitalisme bàrbar”.

Gener de 2023: Manifest Alto a la Guerra! Alto el foc immediat, sense condicions!

En aquests moments, recollim suport per a un manifest per un alto el foc immediat, signat per centenars de militants de tot Europa, que va ser presentat en roda de premsa davant les Corts l’11 de gener, i en preparem actes de presentació.

El manifest parteix de les conseqüències de la guerra, que “té ja les seves conseqüències polítiques i econòmiques a tot el món. Suposa l´amenaça d´un perill mortal per a tots els pobles d´Europa i de tots els continents”.

Per tant, “Per preservar la humanitat, cal aturar aquesta marxa cap a la barbàrie. La guerra de Putin, com la de l’OTAN a càrrec de Zelenski, no és la nostra guerra (…) Volem la pau per al poble rus i per al poble ucraïnès”. Aturar la guerra, oposar-se a la seva escalada, no és recolzar Putin: “En envair Ucraïna, Putin es va llançar a una aventura criminal i sense sortida per al poble rus i el poble ucraïnès. Putin no defensa el poble rus. Exigim la retirada de les tropes de l’exèrcit de Putin. Condemnem l’escalada bèl·lica de l’OTAN i exigim la retirada de les tropes de tots els països de l’OTAN”.

I s’oposa a tota la política de guerra i de guerra social. Els signants del manifest ens oposem: “Al fet que els dirigents dels nostres Estats subministrin armes que maten i fereixen centenars de milers d’éssers humans dels dos bàndols amb la seva multitud de massacres, refugiats, destrucció (…) A «sancions econòmiques» contra el poble rus, exigides pel Govern nord-americà, que s’utilitzen per disparar els preus, els beneficis rècord dels trust i oligarques del petroli, la compra massiva de gas d’esquist, un inici de col·lapse industrial a Europa (…) A que s’utilitzin milers i milers de milions per al rearmament d’Ucraïna en benefici de la indústria d’armament i en detriment dels pobles treballadors amb retallades a tots els pressupostos públics, hospitals, escoles, etc”.

.Per tot això, “Llancem una crida a tots els treballadors i militants d’Europa a unir les seves forces per aturar aquest engranatge mortal i aquesta carnisseria i pel cessament de la guerra i un alto el foc immediat!”. El combat contra la guerra ha de continuar. Els participants a la roda de premsa de presentació del manifest han proposat una reunió àmplia de tots els signants del mateix per debatre com impulsar la campanya i formar un equip de coordinació. Convidem tots els lectors d’aquesta carta a subscriure el manifest i participar a aquesta reunió, que es farà per videoconferència el proper dia 25.

 

El CATP en la lucha contra la guerra

Carta Semanal 923 en catalán

Carta Semanal 923 para descargar en PDF

Pronto se cumplirá un año desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania (la guerra en la región se inició, en el Donbás, en 2014). Un año en que la guerra ha traído la muerte de miles de jóvenes rusos y ucranianos, la destrucción de Ucrania, la miseria creciente para la población trabajadora de toda Europa, aplastada por la subida de los precios de productos de primera necesidad, la destrucción de buena parte de la industria europea. Y los dirigentes de los EE.UU. y la OTAN defienden la continuación de la guerra “hasta la victoria total” de Ucrania (que supondrá la destrucción total de buena parte de su territorio).

En todo este tiempo, los militantes y organizaciones que participan en el CATP han luchado por ganar más compañeros y agruparlos para el combate contra la guerra. Sigue leyendo

Davant l’intent de cop d’Estat al Brasil

Carta Setmanal 922 per descarregar en PDF

En les eleccions presidencials del Brasil, celebrades l’octubre del 2022, Lula, candidat del partit dels Treballadors (PT) va vèncer amb un 50,9% dels vots davant el 49,1% de Bolsonaro (dos milions de diferència).  Però l’ultradretà, que havia fet campanya denunciant que hi havia d’haver un frau a les eleccions, mai ha acceptat plenament els resultats.

Recordem que qui sí que va arribar a la presidència per mitjà d’actuacions fraudulentes va ser el mateix Bolsonaro, fa quatre anys, quan l’aparell judicial va impedir que es presentés Lula com a candidat (les enquestes li donaven com a guanyador), per suposats delictes de corrupció (Lula va ser fins i tot condemnat, sense cap prova real, però la condemna va ser posteriorment anul·lada).

Seguint Bolsonaro, molts dels seus partidaris no han reconegut el resultat de les eleccions presidencials. Han protagonitzat talls de carreteres, aturades patronals, i altres mesures. I han multiplicat les crides que l’exèrcit intervingués per impedir la presa de possessió de Lula.

Malgrat tot, Lula va prendre possessió com a president el passat 1 de gener, acompanyat per centenars de milers de manifestants.

Milers de partidaris de Bolsonaro acampen des que es van fer oficials els resultats electorals, davant la Caserna General de l’Exèrcit, a la capital federal, Brasília. També acampen davant casernes en altres indrets del país.  Els financen alguns empresaris, que han pagat també els autobusos per al seu desplaçament.

L’assalt a seus governamentals

El diumenge 8 de gener, a Brasília, els bolsonaristes surten del seu lloc d’acampada, per dirigir-se tranquil·lament a peu a la plaça dels Tres Poders, on es troben les seus de la presidència, el congrés i el tribunal suprem federal. Se’ls uneixen els que han arribat uns 150 autobusos per sumar-se a la mobilització La Policia Mil·litar  de l’Estat[1] els escorta com si res, cosa que no és d’estranyar, ja que el secretari estatal en funcions de Seguretat Pública del Districte Federal li diu al governador en un missatge d’àudio -desvetllat per Folha de S.Paulo- que els manifestants,  amb els que han negociat, avancen pacíficament.

A la plaça dels Tres Poders, avancen en massa i superen fàcilment la barrera d’uns pocs agents que protegeixen el Congrés, envaint l’edifici.  També assalten el palau presidencial de Planalto, i la seu del Tribunal Suprem, on arriben fins al saló de plens.  I tot això malgrat que el servei secret ABIN (per les seves sigles en portuguès) havia alertat diversos organismes de seguretat sobre el risc que en les pròximes hores assaltin edificis públics

Sis hores després, Lula ordena a les forces de seguretat que intervinguin. Fan un enorme desplegament i a poc a poc van reprenent el control.

La passivitat del govern

Mentre tot això succeeix, el govern de Lula triga a reaccionar. Recordem que és un govern d'”unitat nacional”, que inclou fins i tot ministres que van votar per la destitució de Dilma Roussef i a antics bolsonaristes. El ministre d’Agricultura és Carlos Fávaro, un gran terratinent que va ser president de l’associació de productors de soja i blat de moro de l’estat de Mato Grosso, un dels graners del país. El de defensa, José Múcio Monteiro, segons explica El País “es mou bé en ambients militars”, i va ser elogiat fins i tot pel vicepresident de Bolsonaro, el general Hamilton Mourão.

La premsa explica que la tardança a respondre del govern es deu a discrepàncies internes. El ministre de Justícia, Flavio Dino, defensava recórrer a la força si els manifestants no es dispersaven, mentre el de Defensa, José Múcio, advocava per evitar la confrontació a tota costa ¡mentre els assaltants controlaven les seus de la presidència, el congrés i el poder judicial!

I ara?

El succeït posa de manifest la complicitat de sectors de l’aparell d’Estat amb els assaltants, i la debilitat del govern en la seva resposta.

Segons El País, el president Luiz Inácio Lula da Silvasospita dels militars, sospita de la policia militaritzada del Districte Federal i del seu governador; sospita dels serveis d’intel·ligència, de l’expresident Jair Bolsonaro, però també d’integrants del seu propi Govern”.  Immediatament després dels successos, va llançar afirmacions molt dures.  “L’exèrcit sabia el que es tramava i va mostrar complaença amb els manifestants”. “Cap general s’ha mogut per dir que això no pot ocórrer”. “Cap caserna va fer res. Això estava previst. La gent estava davant les casernes”.  Però després, tant ell com el seu govern semblen estar fent marxa enrere. El ministre de Relacions Institucionals, Alexandre Padilha, segons la premsa “va matisar les frases del president i va explicar que hi ha sospites de ‘contaminació bolsonarista’ en alguns militars, però que el Govern manté la confiança en la institució.

S’ha detingut Augusto Vieira, comandant de la Policia Militar (PM) de Brasília (que, com hem assenyalat, es va limitar a acompanyar els manifestants i va oposar poca resistència el seu assalt). També, s’ha ordenat l’ingrés a presó també a Anderson Torres, ex-ministre de Justícia de Bolsonaro i que estava a càrrec de la seguretat a Brasília el 8 de gener.  Perquè és clar que el govern del Districte Federal de Brasília va col·laborar amb els bolsonaristes que van organitzar l’assalt.

El president Lulava ordenar, després de l’assalt, la intervenció federal per assumir el control de la seguretat pública a Brasília i la resta del Districte Federal fins al 31 de gener.  Però el govern no es limita a perseguir els colpistes. De fet, també estan prohibides les manifestacions de les organitzacions obreres (hi havia una crida a una concentració a Brasília dimecres passat, i s’ha reconvertit en un acte simbòlic per al diumenge 15)

S’ha obert una investigació sobre el finançament de les bolsonaristes acampades, sobre qui va pagar els autobusos per al seu desplaçament, i sobre qui va ordenar i organitzar l’assalt. Es parla d’una possible reorganització dels serveis secrets, als quals veu massa propers al poder militar. L’Agència Brasilera d’Intel·ligència (Abin) depèn del Gabinet de Seguretat Institucional (GSI), l’ex Casa Militar. El vicepresident Geraldo Alckmin, havia proposat acabar amb una estructura organitzativa que es considera una “rèmora de la dictadura militar” que va governar Brasil, entre 1964 i 1985.  El ministre de Justícia, Flavio Dino, va dir a O Globo que s’ha de “seguir el model internacional i tenir una intel·ligència estatal civil”, ja que “la formació de molts militars brasilers encara es remunta a la Guerra Freda i a la visió de la suposada amenaça comunista. Això contamina el servei d’Intel·ligència”.

Però no és només l’exèrcit. Totes les institucions de l’Estat, heretades de la dictadura militar i que no van patir cap depuració, són un obstacle per a qualsevol política en favor de la majoria treballadora del Brasil. No oblidem la presència de desenes de militars al govern de Bolsonaro, i les actuacions del poder judicial per forçar la destitució de la presidenta Dilma Roussef i per enviar a presó Lula -per falses i infundades acusacions de corrupció- i impedir  que es presentés a les eleccions presidencials. D’aquí l’exigència, que aixequen milers de militants del Brasil, d’una Assemblea Constituent per acabar amb totes les rèmores de la dictadura.

Ara es multipliquen les pressions, des de fora i des de dins del govern, perquè el govern moderi la seva actitud, en bé de la suposada “reconciliació nacional”.

El que opinen els nostres corresponsals al Brasil

Diàleg i Acció Petista, agrupament del PT en el qual participen els militants de la IV Internacional al Brasil va difondre una declaració, immediatament després dels fets. Reproduïm el seu text:

DAVANT L’ATAC FEIXISTA A BRASÍLIA

Diàleg i Acció Petista es dirigeix a tots els membres del PT per compartir la indignació contra la fàcil invasió de milers de vàndals de les seus del poder, ahir, 8 de gener, a Brasília, un atac l’objectiu polític del qual era el nou govern. Juntament amb la direcció del partit, cridem a la defensa del govern. Juntament amb Lula, acusem Bolsonaro de ser responsable d’aquesta acció feixista.

Aquesta operació colpista encara no està clara en tots els seus aspectes, però, pel moment, ha fracassat. Per tant, ha arribat el moment que el govern passi a l’ofensiva per fer valer el seu mandat, que gaudeix del suport popular.

Els actes de vandalisme OSCURANTISTA perpetrats contra el patrimoni nacional han de ser castigats.

L’ Estat ha de ser DESBOLSONARITZAT.  Això significa netejar la cadena de comandament policial i militar que, per complicitat o omissió, ha permès aquests actes. Després de la intervenció decretada pel president Lula a la Seguretat Pública del Districte Federal (DF) i la suspensió per part del Tribunal Federal Suprem (STF) del governador Ibaneis, el manteniment al seu lloc del ministre de Defensa, José Múcio, encarregat de custodiar el Palau de Planalto, és motiu de sorpresa.

També cal arribar als que han finançat aquesta gran operació nacional i colpista, que han de ser castigats, fins i tot amb la CONFISCACIÓ (indisponibilitat dels seus béns d’acord amb els termes de la llei). Les multes simples no els impediran continuar actuant per desafiar el govern novament, com ja estan anunciant. No hi ha unió ni pacificació possible. És hora de tallar el mal d’arrel.

NO A L’AMNISTIA, COLPISTES A LA PRESÓ!

També cal dur a terme el calendari de MOBILITZACIONS populars que avui comença en diferents ciutats per tal d’aïllar els feixistes i expulsar-los dels carrers. El govern, volem creure, sabrà com tirar endavant l’agenda de MESURES populars i compromisos de campanya on pugui posar el seu principal suport. No confiem en el discurs actual dels aliats de Bolsonaro que encara són a les eleccions. Hem assistit, tota la setmana passada, a totes les pressions del “mercat” per sotmetre el govern a l’austeritat fiscal. Mentre que les mesures socials urgents i conegudes són a l’agenda!

Finalment, truquem a tots a l’acció unida, i convidem aquells que estiguin interessats a discutir amb nosaltres en les reunions del Grup Central de DAP les emergències de la situació.

Gener 9, 2023

ACTUAR COM EL PT ACTUAVA!

Diàleg i Acció Petista

 

[1] Recordem que Brasil és un Estat Federal, i que les competències de policia corresponen als Estats.

Ante el intento de golpe de Estado en Brasil

Carta Semanal 922 en catalán

Carta Semanal 922 para descargar en PDF

En las elecciones presidenciales de Brasil, celebradas en octubre de 2022, Lula, candidato del partido de los Trabajadores (PT) venció con un 50,9% de los votos frente al 49,1% de Bolsonaro (dos millones de diferencia).  Pero el ultraderechista, que había hecho campaña denunciando que iba a haber un fraude en las elecciones, nunca ha aceptado plenamente los resultados.

Recordemos que quien sí llegó a la presidencia por medio de actuaciones fraudulentas fue el propio Bolsonaro, hace cuatro años, cuando el aparato judicial impidió que se presentara Lula como candidato (las encuestas le daban como ganador), por supuestos delitos de corrupción (Lula fue incluso condenado, sin ninguna prueba real, pero la condena fue posteriormente anulada).

Siguiendo a Bolsonaro, muchos de sus partidarios no han reconocido el resultado de las elecciones presidenciales. Han protagonizado cortes de carreteras, paros patronales, y otras medidas. Y han multiplicado los llamamientos a que el ejército interviniera para impedir la toma de posesión de Lula.

A pesar de todo, Lula tomó posesión como presidente el pasado 1 de enero, acompañado por cientos de miles de manifestantes. Sigue leyendo