(Publicado en la Carta Semanal 556)
La mañana siguiente a las elecciones, una noticia del diario El País explicaba cómo recibe el capital financiero los resultados electorales. “La Bolsa cae y la prima de riesgo sube ante la incertidumbre política” A su vez, Financial Times abría su edición con un titular «España encabeza la inestabilidad política después de las votaciones». La inmensa mayoría de “comentaristas” se pregunta -con razón- qué gobierno puede formarse ante el empate entre las sumas de diputados obtenidos por PP + Ciudadanos, de un lado, y PSOE + Podemos, de otro, y la imposibilidad de formar una mayoría suficiente sin contar con los diputados “nacionalistas”, y en particular los de Cataluña. Esta preocupación trasluce el temor de que nadie se atreva a aplicar los presupuestos de Rajoy ni los 10.000 millones de recortes adicionales que Bruselas reclama. Y sobre todo el temor de que una caída de Rajoy de pie a una irrupción de reivindicaciones que desestabilice al régimen monárquico. Todo lo cual hace no sólo que la formación de cualquier gobierno se haga cuesta arriba, sino que cualquier “combinación parlamentaria” tenga visos de no ser más que una “solución” a corto plazo.







