(Publicado en la Carta Semanal 540)
La redacción de Información Obrera, Tribuna libre de la lucha de clases en Cataluña ha publicado una hoja ante el 11 de septiembre y las elecciones del 27S.
El editorial de esta hoja rechaza la disyuntiva entre el Rey y Mas. El Estado y sus instituciones son los máximos responsables de la situación. Al mismo tiempo, los trabajadores no pueden poner en manos de Mas la suerte del pueblo catalán. Para ellos los derechos sociales y los derechos nacionales son indisociables, y su satisfacción requiere la República, traída por la acción común de los trabajadores y de los pueblos.
Esta afirmación viene acompañada de la noticia del llamamiento de sindicalistas y militantes obreros de todo el Estado contra el ataque del gobierno Rajoy al pueblo catalán y en defensa del derecho a decidir. Ése es el camino.
Da luz sobre el tema una amplia entrevista a Jordi Salvador, sindicalista y antropólogo que aborda las raíces del conflicto y el papel de la clase obrera y sus sindicatos para abrir una salida democrática, la soberanía de los pueblos.
Contribución al esfuerzo por un periódico obrero plurilingüe
Esta hoja se ha publicado, naturalmente, en catalán. Y eso constituye una aportación práctica al combate planteado en la Carta Semanal 538 por levantar un periódico obrero, un órgano de expresión propio que no dependa de ningún poder económico ajeno a los trabajadores. Un periódico “para ayudar a reconstruir la representación política de los trabajadores, independiente del capital, del Estado y de las instituciones del capital financiero (y, en particular, de la Unión Europea).” Que sea expresión del combate por la emancipación de los trabajadores y pueblos del Estado español del yugo monárquico que los oprime. Un periódico, en definitiva, que recoja la pluralidad política y lingüística del movimiento obrero. Y esto quiere decir, obviamente, que debe contemplar una edición, como mínimo, en catalán.
Si durante los últimos años la prensa obrera en castellano ha desaparecido prácticamente como consecuencia de la supeditación política de las grandes organizaciones, la prensa obrera en catalán es prácticamente inexistente. También es consecuencia de la supeditación, en este caso por la vía autonómica, de las organizaciones de la clase obrera que han cedido el protagonismo de la defensa de los derechos nacionales –y por tanto de la defensa de la lengua– a los partidos burgueses nacionalistas, que lo han utilizado a menudo más como un arma de división y enfrentamiento. Los trabajadores tenemos un idioma político común a todos, no importa donde estemos o de donde vengamos. Es el lenguaje de la lucha de clases que no conoce fronteras. Pero esta evidencia, que forma parte constitutiva del movimiento obrero en todos los países, no es en absoluto incompatible con otra evidencia: la clase obrera en Catalunya tiene dos lenguas que las ha hecho suyas en el combate contra el franquismo. Esta otra evidencia debe tener también su traducción práctica en el nuevo periódico que los sectores agrupados en el Comité por la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP) ha decidido lanzar.