La parálisis política y cómo ayudar a superarla

(Publicado en la Carta Semanal 587)

Carta-5871. Es un hecho, decíamos en una Carta Semanal anterior: “Nadie quiere gobernar con Rajoy”, ningún partido político quiere dar apoyo directo a Rajoy, ni siquiera los que comparten su ideario “europeísta, económico y social” como Ciudadanos, y a otro nivel Convergencia y PNV. El actual presidente del Gobierno encarna la corrupción (el PP acaba de ser inculpado como partido), la política antisocial, con la reforma laboral, la LOMCE, los recortes. También la política liberticida con los cientos de sindicalistas amenazados, la ley mordaza, todo lo que de reaccionario tienen las clases dominantes en nuestro país agravado con la defensa irrestricta de la herencia franquista y la actuación de la policía “patriótica” que conspira con calumnias contra los elegidos por el pueblo. Incluso es incapaz de hacer lo que hizo Aznar, aliarse con los nacionalistas catalanes de derechas, porque su defensa del régimen monárquico cierra toda posibilidad ya no de acuerdo sino de dialogo con los partidos nacionalistas.

No es falso lo que el Parlamento de Cataluña declara en el punto primero de su resolución del 27 de julio: “Actualmente dentro del marco jurídico y legal español no hay ningún margen de acción por el reconocimiento del derecho a decidir del pueblo catalán”.

La parálisis de las instituciones, ejemplarizada en las ridículas tandas de entrevistas con el rey Felipe VI, abren las puertas a todos los movimientos de dislocación del país y a la búsqueda de “soluciones” unilaterales de las diferentes fuerzas políticas y sociales.

2. El capital financiero, o sea los grandes bancos, las multinacionales, la patronal CEOE y las instituciones internacionales están aterrados. Todos claman por un gobierno estable para continuar las reformas, o sea los ataques a los trabajadores, a sus derechos y a sus servicios públicos. Exigen en particular nuevos recortes de 10.000 millones y una nueva reforma de las pensiones).

No es casualidad que la Comisión Europea haya decidido este miércoles 27 de julio no aplicar sanciones a España (ni a Portugal) por no cumplir los objetivos de déficit. El gobierno alemán, por boca de su ministro de economía Schäuble, apoyado por el gobierno francés, han dictado a la Comisión Europea la decisión de no sancionar a España, pero exigir un nuevo plan de austeridad para los próximos dos años. Es una decisión política, después del bréxit, la extensión por toda Europa del rechazo si no odio de las más amplias masas a la Unión Europea y su política –como se ha expresado con el voto por salir de la UE en la Gran Bretaña el 26 de junio– ha pesado más que el cumplimiento de las directivas europeas. El temor a que la crisis política en España se transforme en una explosión social generalizada obliga a las instituciones del capital financiero a andar con pies de plomo.

Sin embargo la “buena voluntad” de las instituciones de Bruselas no resuelve el problema a la Monarquía.

3. El rey, que no hemos elegido pero manipula por cuenta de los amos del mundo, ha decidido con Rajoy abrir un periodo de reflexión. ¿Cuál es el objetivo? Presionar a la dirección del PSOE, partido tradicional de la clase obrera, para que apoye directa o indirectamente un gobierno Rajoy. Felipe González, transformado en portavoz de los mismos amos, precisaba el plan: facilitar la formación de un gobierno Rajoy para negociar después los grandes ejes de éste.

No es tarea fácil, la mayoría de militantes socialistas están en contra y muchos se han expresado así en carta dirigida a Pedro Sánchez. Aunque la prensa solo refleja las posiciones de los “dinosaurios”, ex ministros y ex todo “socialistas” que llaman a Sánchez a que sea razonable. El País intoxica: “La mayoría de los españoles cree que el PP debe gobernar”. El 20% que votaron al PP se transforman gracias a encuestas de encargo en “la mayoría”. ABC lo dice más claro: “La España real (intelectuales, empresarios, economistas…) exige que se forme gobierno”. Como en la dictadura de Franco, las “fuerzas vivas” sustituyen a la voluntad de los pueblos.

Por otro lado, los secretarios de nuestros sindicatos intentan capear el temporal. Frente al sentimiento general de los afiliados que en múltiples instancias y congresos se han pronunciado para que se forme un gobierno de izquierdas que atienda las reivindicaciones, Toxo y Álvarez, en lugar de volcar el peso de los trabajadores para dar una salida positiva a la crisis de las instituciones, intentan aparecer como “neutrales” sembrando la incertidumbre entre amplios sectores de trabajadores.

4. En esta situación, ¿qué expresa la nueva resolución del Parlament de Catalunya prometiendo que van a desconectar de España? Desde el punto de vista de la democracia parlamentaria una mayoría surgida en las elecciones del 27S ha declarado ir hacia la independencia. El recurso de Rajoy al Tribunal Constitucional, el mismo que estos días ha anulado la decisión del gobierno Aznar de devolver patrimonio sindical a la UGT, es la respuesta franquista “normal”: no pudiendo acallar la exigencia de soberanía de los pueblos, amenaza con meter en la cárcel a la Sra. Forcadell.

La cuestión, desde el punto de vista de los trabajadores y de los derechos de los pueblos, no está ahí. De lo que se trata es de ver si esta decisión sirve al pueblo de Cataluña, a sus derechos y a la necesaria alianza con los trabajadores de todo el país.

No somos neutrales, somos defensores acérrimos del derecho de autodeterminación y estamos convencidos de que la política basada en el ‘nosaltres sols’ (“nosotros solos”, formación radical de los años 30) no ha ido muy lejos en la historia y no irá muy lejos ahora.

Para conseguir objetivos y reivindicaciones contra el Estado, contra el régimen monárquico apoyado por el FMI, Obama, la Unión Europea y los gobiernos europeos, es necesario aglutinar a la mayoría, dotarse de aliados.

¿Qué mejor aliado que promover un gobierno de izquierdas? Pero algunos dirigentes nacionalistas en las Cortes un día apoyan al PP, otro día se abstienen y al otro se ofrecen a apoyar a la izquierda.

Mientras, en el Parlament, en lugar de abrir a la mayoría el debate de cómo responder a Rajoy, de cómo se puede y debe ejercer el derecho a decidir, PDC, ERC y la CUP ni siquiera buscan aliados en fuerzas importantes como En Común Podemos (la primera hoy electoralmente). La pregunta es si la declaración del 27 de julio del Parlament es solo para hacer ruido y victimismo ante las medidas incluso penales del TC.

Estamos convencidos de que más que nunca la defensa de los derechos nacional/democráticos es inseparable de la defensa de los derechos sociales. Y esto exige el combate común contra la Monarquía y su gobierno. El pueblo catalán no se liberará si las fuerzas políticas que lo representan no sellan esta alianza, que pasa hoy por impedir que Rajoy gobierne.

5. En el día de hoy 334 militantes obreros y populares de todas las tendencias se han dirigido a Sánchez, Iglesias y Garzón para que impidan que se forme un gobierno Rajoy. En su Carta dicen:

Es urgente derogar las reformas laborales, la LOMCE, la Ley Mordaza, etc. Y hay una mayoría social que respalda estas medidas.

Otros cuatro años de gobierno del PP, que permitieran mantener y profundizar esa política supondrían una catástrofe, a la que todos los militantes y organizaciones obreras deberían oponerse con todas sus fuerzas. Rajoy ya se ha comprometido con Bruselas a aplicar más recortes y contrarreformas, y el capital financiero y las instituciones de la Unión Europea presionan para más recortes aún.

Otros cuatro años de gobierno del PP supondrían dejar sin solución, en vía muerta, las aspiraciones nacionales de los pueblos, y atizar los enfrentamientos entre ellos.

Por ello, el congreso confederal de UGT y altas instancias de CCOO han reclamado que se establezcan los acuerdos necesarios para la formación de un gobierno de izquierdas que derogue las contrarreformas y recortes del PP y atienda a las reivindicaciones.

Los abajo firmantes nos dirigimos a vosotros para pediros que os pongáis de acuerdo para no permitir, ni por activa ni por pasiva, un nuevo gobierno de Rajoy, para organizar la oposición a esa posibilidad, tanto en las Cortes como en la movilización.

Apoyar este  combate es la prioridad en las próximas semanas.

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