(Publicado en la Carta Semanal 801 – veure en català)
Cuando esta Carta Semanal del POSI llegue a manos de sus lectores, los trabajos de edición de la versión española del número 106 de La Verdad, revista teórica de la IV Internacional, estarán a punto de concluir.
Como es habitual, La Verdad expone los análisis sobre los desarrollos de la lucha de clases en diferentes países y continentes. Una situación en la que, como señalan las primeras líneas de las Notas Editoriales, “el hundimiento del conjunto de la economía mundial que se produjo durante el primer trimestre del año 2020 estará lejos de haber producido todos sus efectos devastadores. La magnitud de la destrucción provocada, las más elementales exigencias de supervivencia para cientos de millones de hombres a escala planetaria habrán contribuido, no lo dudemos, a restablecer el lugar respectivo de lo que se ha dado en llamar la ‘crisis sanitaria’ y de la crisis de todo el sistema de dominación imperialista en plena desintegración”. Precisamente, esas notas editoriales explican cómo la recesión ya estaba en camino antes de que la pandemia fuera la gota que hace rebosar el vaso. Pero el capital necesitaba “designar un enemigo externo a la sociedad y a sus conflictos internos, un enemigo que responde a la ‘fatalidad’. Y, recuperando acentos del ‘miedo del Milenio’, designaron al enemigo público número uno: el coronavirus”.
Al mismo tiempo, millones de trabajadores y jóvenes, en todo el mundo, “cada día ven perfilarse con más claridad, tras los discursos pactados sobre los ‘planes de recuperación’, los contornos de los más mortíferos planes trazados por los representantes del capital financiero, que han aprovechado la ocasión que les proporcionaba la aparición de la pandemia”, y, organizan, con enormes dificultades, la resistencia, de París a Caracas, de Madrid a Detroit. Una resistencia que ha de sortear los obstáculos que interponen los dirigentes de las principales organizaciones y que se enfrenta, también, a las medidas de recorte de derechos y libertades que, con la excusa de la pandemia, tratan de imponer los distintos gobiernos.
La Verdad expone el punto de vista de la IV Internacional, que “no se presenta a esos militantes con soluciones acabadas. Se une a los combatientes de vanguardia en los combates de clase. Lo hace aportando su experiencia de decenios de lucha en todos los continentes y con la voluntad de ocupar su lugar en la elaboración de las ‘conclusiones prácticas’ que permitan arrancar el poder de las manos del capital”.
Esta línea, introducida en las Notas Editoriales, se desarrolla a lo largo de siete artículos.
La situación en Francia
Un artículo sobre Francia, con un título explícito: Ningún apoyo, ninguna concesión al “consenso sanitario”. En ese artículo se describe cómo el gobierno Macron tiene “un rumbo insoslayable: garantizar y mejorar las condiciones de valorización del capital. Es decir: dar por terminadas definitivamente las conquistas de la clase obrera surgidas de 1936 y 1945, sustituyéndolas por una individualización total, la uberización del trabajo; emprender sin demora una ofensiva en toda regla para reorganizar en función de sus intereses todo el aparato productivo, lo que implica la destrucción de cientos de miles de empleos, un descenso masivo del ‘coste del trabajo’”. Para aplicar esos planes, “en nombre de la epidemia, ‘protegido’ por el confinamiento, se instaura un régimen de excepción encubierto para intentar amordazar a la clase obrera. El confinamiento, el estado de emergencia decretado para imponerlo nada tienen que ver con ninguna cuestión sanitaria”. Y cómo , “para justificar el golpe de fuerza, el gobierno y una propaganda desaforada se lanzan inmediatamente a machacar: «no se puede hacer otra cosa», el confinamiento es un «mal menor» imposible de evitar”.
El artículo explica cómo se organiza una resistencia creciente a estos planes y cómo “ante la ofensiva del capital financiero y del gobierno que se emplean a fondo en asegurarse la sumisión y el apoyo de las direcciones del movimiento obrero, los militantes de la sección francesa quieren ayudar, junto con otros miles de militantes, a constituir un polo, un agrupamiento político de resistencia que se mantenga firme en el terreno de la independencia de clase”.
¿Hacia dónde va el chavismo?
Un segundo artículo, acerca de Venezuela, se interroga sobre “¿Hacia dónde va el chavismo?”, y expone el momento en que se encuentra la ofensiva del imperialismo contra el pueblo de Venezuela, así como la situación de grave crisis económica que vive el país, y analiza si esa crisis “¿Ocurre por una desestabilización provocada por la guerra económica, a partir del ataque de la clase dominante nacional e imperialista? ¿Es la única razón de la catástrofe económica?”, a lo que responde señalando que “es preciso examinar el impacto de las sanciones, las respuestas de Nicolás Maduro, sus limitaciones, sus vaivenes en detrimento de la soberanía, el balance de dos años del plan de recuperación económica, la situación de la clase trabajadora, la destrucción de los salarios, las elecciones parlamentarias, la resistencia de los trabajadores, nuestro lugar”.
El levantamiento de los negros en los EEUU
Un tercer artículo, sobre los Estados Unidos, y “el significado de las actuales manifestaciones”, parte de un análisis del sistema político de los EEUU, basado en la alternancia de dos partidos que representan a la burguesía, y de cómo la irrupción de la movilización de las masas negras –a las que se han unido sectores importantes de la juventud de todas las razas, y algunos sindicatos- trastoca todo este entramado. Parte de un hecho, “el racismo en Estados Unidos es institucional: desde su origen, la clase obrera estadounidense se ha dividido artificialmente en dos componentes”. Algo que deriva de cómo se constituyeron los propios EEUU: “Los negros norteamericanos (…) comparten la misma historia: el desarraigo que los sumió en la esclavitud, destruyendo toda su historia anterior a su llegada a los Estados Unidos, más tarde la esclavitud, la emancipación, la lucha por los derechos civiles… Comparten las mismas referencias culturales, el mismo acento que, con variantes, les distingue de la mayoría blanca de una punta a otra de los Estados Unidos. Los negros constituyen una minoría nacional oprimida. Lo que en nada disminuye la legitimidad de las reivindicaciones de unos y otros, pero otorga un carácter revolucionario a la movilización autónoma de los negros estadounidenses”.
Abundando en este análisis, un cuarto artículo reproduce en su totalidad el discurso que pretendía haber pronunciado John Lewis, presidente del Student Nonviolent Coordinating Committee, SNCC (Comité de Coordinación No-Violento de Estudiantes), una de las principales organizaciones del movimiento negro estadounidense de los derechos civiles de los años 1960 durante la gran marcha de los 250 000 negros sobre Washington, celebrada el 28 de agosto de 1963, y de la que todo el mundo evoca el celebérrimo discurso “I have a dream” (“He tenido un sueño”) del pastor Martin Luther King. El discurso de J. Lewis fue censurado y modificado a instancias del arzobispo católico de Washington, D.C. O’Boyle, que había sido invitado para la invocación, y que leyó antes un ejemplar del discurso y amenazó con abandonar la tribuna si este se pronunciaba. En ese discurso, Lewis exponía, entre otras cuestiones, que el movimiento de los negros no podía apoyar el proyecto de ley gubernamental sobre derechos civiles, “puesto que es demasiado poco y demasiado tarde. No hay ni una cosa en ese proyecto de ley que proteja a nuestro pueblo contra la brutalidad policial”.
La situación en el Estado español
Un quinto artículo reproduce, con algunas notas de la redacción de La Verdad, las cartas semanales nº 796 y 797 del POSI, sobre Unión Europea, desindustrialización y precariedad, editadas en agosto de 2020, cuyo contenido no hace falta que resumamos a los lectores en esta presentación.
Pierre Lambert y la lucha por la construcción de la Internacional
Otro artículo reproduce, en el centenario del nacimiento de Pierre Lambert, militante destacado de nuestra corriente política, la exposición que el camarada Lambert hizo en julio de 1998, en una reunión de formación de jóvenes militantes en España, sobre las enseñanzas políticas de las cuatro Internacionales y la actualidad del combate por una Internacional.
El último artículo de Trotsky
Finalmente, este número de La Verdad reproduce, en el 80º aniversario del asesinato de León Trotsky, sucedido el 20 de agosto de 1940, a manos del agente estalinista Ramón Mercader, fragmentos del último artículo de León Trotsky, que no llegó a terminar, publicado en 1940 bajo el título «Bonapartismo, fascismo y guerra».
Animamos a los lectores de esta carta a reservar y/o pedir a los militantes del POSI su ejemplar de La Verdad nº 106.