Rubalcaba se lanza a salvar a Rajoy

(publicado en la Carta Semanal 423. También podéis leerla en catalán)

Carta-423Se anuncia un posible pacto entre Rajoy y Rubalcaba, que no puede venir en mejor momento para el presidente del Gobierno, cuando las encuestas le dan un mísero 17% de popularidad, el escándalo de corrupción Gürtel-Bárcenas crece y crece, los “barones autonómicos” del PP le hacen frente y al coro de críticas internas que encabeza Esperanza Aguirre se le une un peso pesado: el expresidente Aznar.

En esta situación, la prensa habla de un “clima de pacto”, cuyos contenidos aún están por determinar, pero en el que, según El País, “a falta de concreción, en las próximas semanas, el presidente del Gobierno y el líder de la oposición han quedado en verse para cerrar un pacto sobre política económica y Europa y ayer el Ejecutivo y el PSOE dejaron patentes en el Congreso su voluntad de consensuar la ley de Transparencia”.

Para salvar al Régimen

El acuerdo con el Gobierno es muy difícil, pero merece la pena intentarlo y lo suyo sería firmar un gran acuerdo”, decía en Sitges (Barcelona) el secretario general del PSOE. Se habla, en principio, de dos elementos en ese posible pacto: defender una postura única en el Consejo Europeo que se celebrará el próximo mes de junio y podría seguir después un gran pacto de Estado sobre temas económicos. A este respecto, el líder del PSOE ha aludido en varias ocasiones a los Pactos de la Moncloa firmados al inicio de la llamada “transición”. Ha hablado de la “necesidad” de alcanzar un gran acuerdo “político y social” para hacer frente a la crisis. En cuanto a temas a incluir, ha aludido directamente, según El País, “a la educación, el paro, la economía, la vivienda y las pensiones, en lugar de las reformas parciales que, en su opinión, intenta imponer el Gobierno”.

Es evidente que el gran beneficiario de tales pactos es Rajoy, en tanto que para Rubalcaba –cuya  popularidad como líder de la “oposición” no llega al 10%– puede ser el hundimiento final, al que amenaza con arrastrar al PSOE, en la línea de PASOK griego (al que las encuestas dan un mísero 6% de votos).

Rubalcaba da ese paso porque considera “dramática” la situación por la que atraviesa España y porque, como explicaba en el XXIX Encuentro del Círculo de Economía, las instituciones tienen una aluminosis generalizada” y cuando pase la crisis “seguirán los problemas institucionales en la política, el Congreso de los Diputados, la Justicia y más”. Es decir, porque considera que debe sacrificar a su partido para salvar al régimen. Habrá que ver si los militantes y cuadros del PSOE creen necesario hundir a su organización para salvar al odiado Rajoy.

Al parecer, en el avance hacia ese posible pacto, ha tenido un importante papel el expresidente del Gobierno Felipe González, que ha mantenido, según ha hecho saber La Moncloa, un encuentro con Rajoy. Esta intervención no es casual. González es un hombre del régimen donde los haya, y –como señala El País“firme partidario de la colaboración en los grandes asuntos de ambas formaciones”.

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida –otro hombre del régimen–  explicó que coincide con Rubalcaba en la “necesidad de intentar por todos los medios un pacto entre los políticos” porque así lo requieren “las circunstancias económicas y sociales por las que atraviesa la sociedad española”. Duran se refirió a los “consejos” de Bruselas y sostuvo que las reformas y los plazos tienen que ser establecidos por el Parlamento. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, también consideró que “es el momento de grandes acuerdos”.

“Grandes acuerdos”, por tanto, para permitir al gobierno Rajoy seguir aplicando las contrarreformas y los recortes que dicta la Troika al servicio de los intereses del capital financiero.

Un pacto sobre “Europa”

El primer elemento de ese “gran pacto” parece tener como centro la Unión Europea. Rajoy y Rubalcaba buscan alcanzar un acuerdo con vistas al Consejo Europeo de junio, destaca en su información de apertura El País. En este sentido, Rubalcaba afirmó que había hablado con Rajoy y que estaban creando “un gran acuerdo”. “Y lo vamos a tener”. Asimismo, el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, anunció que van a buscar “un acuerdo y un apoyo de los grupos de cara al Consejo [europeo] de junio”.

La situación de la supuesta “Unión Europea” es paradójica. En primer lugar, los periódicos sitúan en primera pagina los dictados de Bruselas: el Comisario Olli Rehn exige a España de manera rimbombante los ritmos de las reformas: un nuevo pensionazo, una nueva reforma laboral, nuevos impuestos al consumo: subir el IVA y otros impuestos. Pero al mismo tiempo,  El País explica que “Europa no tiene rumbo”, recogiendo unas declaraciones del presidente de Francia, François Hollande, que ha dicho que “la Comisión no puede dictar a Francia lo que tenemos que hacer”.

Al día siguiente de que Bruselas dictara sus nuevas exigencias, Rajoy decía que la UE ha cambiado, ya se habla de crecimiento. El secretario general de los socialistas comparte esa opinión y manifiesta que “hay una perspectiva de trabajo conjunto que el PSOE no va a abandonar, porque Europa está cambiando y España tiene que aprovechar para incluir ese cambio”.

El gobierno Rajoy, como todos los gobiernos europeos, aislado y odiado (y en su caso, hasta en su propio partido) se refugia en la UE –a la que ha elegido servir– para justificar su política de defensa de los intereses del capital financiero.

Pero, en este momento, la autodenominada “Unión Europea” y sus instituciones son un verdadero “saco de gatos”. Ya han empezado las maniobras para sustituir a Durão Barroso como presidente de la Comisión Europea y poner en su lugar a un peso fuerte, que podría ser, al parecer, Martin Schulz, miembro del SPD y actual presidente del mal llamado “Parlamento Europeo”. Por su parte, cuando desde todas partes se alzan las voces por la ruptura con esa supuesta Europa, desde la izquierda “europeísta”, formaciones como Izquierda Unida, Syriza, o el Frente de Izquierdas de Mélenchon se agitan para preparar las elecciones al Parlamento Europeo intentando remendar la UE en descomposición. Como si esa institución fantoche sin ninguna de las atribuciones de un verdadero parlamento pudiera representar la opinión de las personas que viven y trabajan en Europa.

Entretanto los aparatos sindicales, firmes defensores, en su conjunto, de la Unión Europea y de sus instituciones, “critican “ a la Unión Europea y la CES convoca unas nuevas jornadas de falsa movilización a mediados de junio.

La Unión Europea necesita a los dirigentes obreros para actuar

La dura realidad es que la supuesta “Unión Europea” es una pesadilla de mal verano. En todos los asuntos importantes los intereses de las burguesías nacionales chocan entre sí y pasan por delante. Recordemos el último conflicto sobre el dumping chino en relación con los paneles solares –que hunde a una de las cacareadas industrias españolas y europeas del I+D+i– o la posición ante Siria. Los gobiernos sólo parecen unidos para intentar golpear a los trabajadores.

Pero para esto necesitan a los aparatos que gobiernan a las organizaciones de la clase trabajadora. Como Rajoy necesita, para seguir adelante, el apoyo que obtuvo de los dirigentes de la UGT y CCOO en la vergonzosa reunión del 16 de mayo en la que se abordó la nueva hoja de ruta de las contrarreformas (laboral, empleo juvenil, pensiones…). Ahora, cuando Rajoy se ve  enfrentado a Aznar y a sus barones, Felipe González y Rubalcaba –con El País de violinista– corren en su auxilio.

Por eso hoy, más que nunca, la clave de la acción de la clase trabajadora es la lucha por la Independencia del movimiento obrero. Y esto, que sólo puede hacerse partiendo de las reivindicaciones, se hace en las organizaciones, porque sólo la clase trabajadora organizada puede ser sujeto de la acción política. De ahí la importancia de la iniciativa de la Plataforma de Sindicalistas (véase la Carta Semanal 421 y el blog http://cartaatoxo.blogspot.com.es).

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.