(Publicado en la Carta Semanal 583)
Tras las elecciones del 26 de junio, las exigencias del capital financiero y de las instituciones internacionales que lo representan (visita de Obama incluida) son claras. Exigen que se forme un gobierno que consolide y profundice los ataques a las conquistas de la clase trabajadora. Sin embargo, hay que constatar un hecho: los casi cinco años de gobierno Rajoy han tenido duras consecuencias para la clase trabajadora. Han sido años de continuos ataques a los derechos laborales y las conquistas sociales, que ponen en peligro la supervivencia de servicios públicos esenciales.