(Publicado en la Carta Semanal 699 – ver en catalán)
La semana pasada hemos asistido al enfrentamiento entre el gobierno italiano y la Comisión Europea. El gobierno de Roma ha decidido elaborar unos presupuestos basados en un incremento del déficit hasta el 2,4% del PIB. Y además, para los próximos tres años (aunque luego, ante las presiones de Bruselas, han hablado de bajarlo el 2º y 3º año a un 2,1 y un 1,8%) El gobierno anterior había acordado con Bruselas un déficit del 0,9%. El propio ministro de Economía del gobierno actual, Giovanni Tria, había negociado con Bruselas -que había aceptado a regañadientes- duplicar esa cifra, para situar el déficit en el 1,6 %, pero ahora el déficit se ha elevado hasta tres veces el porcentaje prometido por el Gobierno anterior.