(Publicado en la Carta Semanal 745 – ver en catalán)
Del 24 al 27 de agosto, se ha celebrado en Biarritz (Francia) -bajo un desmesurado dispositivo policial, con más de 16.000 agentes entre España y Francia- la cumbre del llamado G7, que ha contado con la presencia de los principales dirigentes de los países imperialistas. Una reunión que merece ser analizada.