(Publicado en la Carta Semanal 772 – ver en catalán)
El pasado jueves 27 de febrero, el Congreso de los Diputados aprobó el “techo de gasto» de los Presupuestos del Estado para 2021. Recordemos qué es ese “techo”. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), lo define así: «El límite de gasto no financiero es un instrumento de gestión presupuestaria a través del cual, una vez estimados los ingresos del ejercicio, se calcula el gasto presupuestario que permite el cumplimiento del objetivo de estabilidad». Se trata, por tanto, de un mecanismo que sirve para limitar el gasto de las Administraciones Públicas (excluyendo el pago de la deuda). Más exactamente, es uno de los instrumentos recogidos en la Ley de Estabilidad Presupuestaria (LOEPSF) para garantizar que las Administraciones Públicas no disparen sus compromisos no financieros. Es un freno para el gasto de las Administraciones Públicas. Y es, a la vez, un mecanismo para garantizar la aplicación de las recomendaciones de déficit que propone la Unión Europea traduciendo las exigencias del capital financiero.