Campos de formación del POSI para jóvenes

Carta Semanal 947 en catalán

Carta Semanal 947 para descargar en PDF

Los pasados días 30 de junio, 1 y 2 de julio se celebró el primer Campo de Formación del POSI para jóvenes, sección española de la IV Internacional. Diferentes compañeros y compañeras de distintos puntos de España acudieron a las jornadas. La organización de los campos se dividió en 4 sesiones de debate político, con total libertad de los asistentes a rebatir y expresar su opinión sobre nuestra línea política. Dichas sesiones fueron: la Lucha contra la Guerra, Introducción al Marxismo, Transición energética y ecológica y la construcción de la Juventud Revolucionaria. Sigue leyendo

¿Donde va la guerra militar?

Carta Semanal 946 en catalán

Carta Semanal 946 para descargar en PDF

Reproducimos extractos de varios reportajes publicados en Informations Ouvrières, semanario del Partido Obrero Independiente de Francia.

La guerra de Ucrania continúa,y es difícil saber cuál es la situación real, ya que, como en toda guerra, las partes beligerantes han sustituido la información por la propaganda. No obstante, todo parece indicar que se camina hacia un conflicto sangriento y prolongado: la tan anunciada contraofensiva ucraniana no parece estar alcanzando avances significativos y las pérdidas humanas y materiales son elevadas. La OTAN alimenta la guerra de desgaste a costa de la aniquilación de toda una generación de jóvenes ucranianos y de la destrucción del país.  Y del peligro de una catástrofe para toda Europa.

Sigue leyendo

“Novedades” en la izquierda

Carta Semanal 945 en catalán

Carta Semanal 945 para descargar en PDF

El 2 de abril Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, presentó en Madrid su plataforma política (véase la Carta Semanal 934).

Su programa se concentraba en decir “Yolanda Díaz primer ministro”, al tiempo que exigía a todas las organizaciones a la izquierda del PSOE, y en particular a Podemos, cuyo núcleo central no participó en el acto, que se integrasen en su plataforma.

Sigue leyendo

Francia: Victoria pírrica de Macron

Carta Semanal 944 en catalán

Carta Semanal 944 para descargar en PDF

En esta ocasión, publicamos en la carta semanal varios artículos aparecidos en Informations Ouvrières, semanario del POI de Francia, en los que analizan la situación el país tras la ola de movilizaciones. De particular interés para los militantes del Estado Español, que vemos cómo las instituciones de la Monarquía actúan como un arma del capital financiero y la reacción para impedir toda medida de progreso, consideramos las reflexiones sobre el papel de las instituciones de la V República, que fueron calificadas en su día de “golpe de Estado permanente” (aquí las instituciones son heredadas de otro golpe de Estado, el de 18 de julio de 1936). Sigue leyendo

Quince meses de guerra

Carta Semanal 943 en catalán

Carta Semanal 943 para descargar en PDF

El próximo día 24 se cumplen quince meses desde que las tropas de Putin invadieron Ucrania, llevando la guerra que se desarrollaba desde 2014 en el Donbás a un nivel superior. En este tiempo, ha habido entre 100.000 y 200.000 muertos en combate (las cifras oficiales que dan ambos bandos forman parte de la propaganda de guerra). La guerra ha generado ocho millones de refugiados, a los que hay que sumar diez millones de desplazados dentro de la propia Ucrania. Y se espera una nueva carnicería si se produce la anunciada ofensiva ucraniana.

Ucrania está siendo destruida. Según el Banco Mundial, en 2022, la economía de Ucrania habría caído hasta un 45 %, mientras que la de Rusia –a pesar de las sanciones-  retrocedería  un 11 % al tiempo que Bielorrusia y Moldavia entran en recesión. Pero las consecuencias no se limitan a la región en que se desarrolla la guerra. Toda Europa está siendo afectada por la subida de precios de los combustibles y la energía y las sanciones a Rusia. Alemania, considerada como la “locomotora” de la industria europea, ha entrado en recesión y se calcula que la industria alemana ha perdido 180.000 millones desde el inicio de la guerra.

Desde el inicio de la guerra, la población ha sido sometida a una formidable campaña de intoxicación informativa, de propaganda de guerra. Los medios de comunicación rusos han sido prohibidos en toda Europa, y somos bombardeados por la propaganda de la OTAN. Por ejemplo, los medios claman contra la destrucción de una presa en río Dniéper –que atribuyen a Rusia, aunque el gobierno ruso dice que han sido los ucranianos- y hablan de “crimen de guerra”, de “grave daño ecológico” (eso, en un país sobre el que ha caído un diluvio de bombas de todo tipo). Pero ocultan el hecho de que, en marzo de 2022, cuando el avance ruso amenazaba la capital ucraniana, las fuerzas armadas de Ucrania volaron el puente de Demyduv y la presa del embalse de Kiev, entre los pueblos de Kozarovychi y Luitizh, para inundar la zona. Como resultado, los rusos no pudieron cruzar el río de Irpin y entrar en Kiev por el camino más corto.

En todo caso, sea quien sea el responsable de la destrucción de la presa, es un paso más en la destrucción que provoca la guerra. Y pueden seguir otros. Recordemos que la mayor central nuclear de Europa está en plena zona de guerra.

Economía de guerra

Todos los gobiernos de Europa están en pie de guerra. Por encima de los intereses de la industria europea, ha primado la sumisión a las exigencias de Biden y los planes de la OTAN, y todos se han apuntado a suministrar a Ucrania armas cada vez más sofisticadas y destructivas. Y a incrementar sus gastos militares. En una reciente carta semanal explicábamos cómo lo hacen  desde los Verdes alemanes –que han arrojado a la basura su pacifismo en cuanto han pisado los despachos gubernamentales- al gobierno de “extrema derecha” de Giorgia Meloni en Italia. Pero la OTAN no se conforma con eso y exige suministrar a Ucrania aún más armas e incrementos del gasto militar aún mayores. Cada día se avanza más en el camino de la guerra. A este respecto, hay que señalar que la OTAN realizará esta semana las mayores maniobras aéreas de su historia, a pocos kilómetros de la frontera con Rusia. Las maniobras “Air Defender” durarán 10 días y movilizarán a 250 aviones de 25 de los 30 países miembros de la Alianza, y a más de 10.000 soldados. Amy Gutmann, embajadora estadounidense en Berlín, señaló que le sorprendería que algún líder mundial no tomara nota de lo que estos ejercicios muestran “en términos de la fuerza de la Alianza. Y eso incluye a Putin”.

La escalada puede continuar, porque es difícil que los EEUU y la OTAN admitan una derrota de Zelensky, que sería, también, una derrota propia. Sólo los pueblos pueden parar la guerra.

El gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz no ha sido una excepción en esta escalada militar. Ha duplicado los presupuestos militares, ha suministrado a Ucrania armas de todo tipo, concluyendo –por el momento- con los carros de combate Leopard, entrenado en suelo español a más de 600 soldados ucranianos. Y al mismo tiempo ha ampliado –sin siquiera consultar al Parlamento- la presencia de barcos de guerra y soldados americanos en la base de Rota.

Ese formidable incremento del gasto militar supone, como es lógico, desviar fondos que necesitarían desesperadamente la sanidad, la enseñanza, los servicios públicos, las infraestructuras. Los dirigentes europeos, que hace bien poco explicaban que la austeridad, la lucha contra la inflación, la deuda pública y otras consideraciones obligaban a aplicar recortes en derechos y conquistas sociales, justifican ahora sin tapujos el incremento de los presupuestos  militares. Ya lo hizo la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, en la Cumbre Europea de marzo de 2022, cuando dijo: “Me gustaría gastar el dinero de los impuestos de los suecos en escuelas, hospitales, mejores pensiones, pero desafortunadamente tendremos que gastar más dinero en defensa; por eso incrementaremos el gasto al 2% del PIB”. Y lo acaba de reiterar el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borell: “Si no apoyamos a Ucrania, Ucrania caerá en cuestión de días. Entonces, sí, preferiríamos usar ese dinero en aumentar el bienestar de las personas, las escuelas, los hospitales, las ciudades (…) pero no tenemos esa opción”. Con esas palabras Borrel reconocía que la intervención de la OTAN mantiene artificialmente la guerra, y que optar por la guerra es dejar atrás el bienestar de la población, los servicios públicos, las inversiones en infraestructuras.

El pasado 3 de mayo, el comisario de Mercado Interior de la Unión Europea, Thierry Breton, en rueda de prensa en Bruselas, declaraba que es necesario usar todos los recursos posibles para financiar al “sector de la Defensa” en un tiempo de guerra en Europa”. Y hablaba de pasar a una “economía de guerra”.

Toda esa formidable inversión en armas, toda esa militarización,  augura un futuro de nuevas guerras.

Organizar la lucha contra la guerra

La lucha contra la guerra debería estar en el centro de la actividad de toda organización obrera y democrática. Es una cuestión de principios, pero también una cuestión práctica. Cada euro que va a la guerra es un euro que se roba a la sanidad, la enseñanza, los servicios públicos. Y cada paso hacia la profundización de la guerra implica un paso en la guerra social contra los derechos y conquistas de la clase trabajadora. No es casual que el mismo Macron que propone un aumento del gasto militar de 450.000 millones de euros esté intentando imponer un brutal ataque al derecho a la jubilación en Francia.

Y sin embargo, los partidos que viven de las instituciones de la Monarquía evitan hablar de la guerra, un tema que ha estado ausente de la campaña de las elecciones municipales y autonómicas y que todo parece indicar que será igualmente silenciado en la de las elecciones del 23 de julio.

La unanimidad que pretenden, la “unión sagrada” que han pretendido levantar “en defensa de la soberanía de Ucrania” (soberanía cada día más cuestionada por su propio gobierno que vende las ricas tierras de cultivo, principal riqueza del país, a las multinacionales), no logra imponerse. Ni siquiera en los EE.UU., donde acaba de publicarse una carta de 17 expertos en defensa y ex militares que señalan que “la solución a esta espantosa violencia no es más armas ni más guerra, con su garantía de más muerte y destrucción”, e instan a Biden y al Congreso de los EE.UU. a poner fin rápidamente a la guerra,  “antes de que destruya Ucrania y ponga en peligro a la Humanidad”.

En Alemania, en la República Checa, en Bulgaria, en Gran Bretaña ya ha habido potentes movilizaciones contra la guerra. La resistencia a la guerra existe y se desarrolla enfrentándose a los obstáculos e incluso a los partidos que dicen luchar por la paz. De ahí la importancia de redoblar los esfuerzos para ayudar a que surja un movimiento de masas contra la guerra.

Militantes alemanes de las principales organizaciones que luchan contra la guerra han hecho un llamamiento a una conferencia europea –por videoconexión- para el próximo 8 de julio. Desde todas partes hay que prepara ya reuniones a apoyo a esta iniciativa y preparar conexiones colectivas para el día de la conferencia.

Zonas de libre comercio: una máquina que produce cientos de miles de refugiados

Carta Semanal 942 en catalán

Carta Semanal 942 para descargar en PDF

Reproducimos en esta Carta Semanal un artículo de Rodrigo Ibarra, trabajador inmigrante en EEUU, que ha sido publicado en el semanario francés Informations Ouvrières.

En el año fiscal 2022, más de 560 mil migrantes viajaban en grupos familiares, fueron detenidos cruzando la frontera entre México y Estados Unidos, informó el The New York Times 05-12-23. Mientras tanto, el portal Infobae informó que entre enero y abril de 2023, más de 127 mil migrantes han cruzado la frontera entre Colombia y Panamá, para ingresar a América Central, atravesando la selva del Darien, citando un informe de la Cruz Roja Internacional. 

El territorio de América Central se convirtió en los últimos años en el canal de tránsito de migrantes de paso hacia México y finalmente hacia Estados Unidos. La nacionalidad de migrantes que cruzan fronteras de forma ilegal es muy variada, principalmente latinoamericana, pero entre ellos se han visto indios, africanos y chinos. Sigue leyendo

Ante las elecciones anticipadas, es imprescindible abrir un debate

Carta Semanal 941 en catalán

Carta Semanal 941 para descargar en PDF

Aún sin haber podido digerir los resultados de las elecciones municipales y autonómicas, que han supuesto una dura derrota para el gobierno, los partidos que lo forman y los que lo apoyan (con la excepción de Bildu, que gana su particular batalla con el PNV), nos encontramos con el anuncio por parte de Pedro Sánchez de la inmediata convocatoria de elecciones generales. 

Una decisión que llena de perplejidad a muchos trabajadores y trabajadoras, a muchos militantes que se plantean qué hacer ahora. Sigue leyendo

Decrecimiento o ruptura

Carta Semanal 940 en catalán

Carta Semanal 940 para descargar en PDF

Reproducimos en esta Carta semanal un artículo aparecido en Informations Ouvrières, periódico del Partido Obrero Independiente de Francia

«El decrecimiento tiene 20 años» escribe Serge Latouche, principal impulsor y representante del movimiento que tomó forma en Francia en 2003, extendiéndose luego por Europa y por el mundo. En un artículo reciente publicado por el Observatorio del Poscrecimiento y del Decrecimiento (OPCD) en el sitio web de la Universidad de Clermont-Auvergne, hace el balance de esos 20 últimos años: «hay que reconocer claramente que, más allá de la agitación en los medios, de los grupúsculos militantes y de las redes de investigadores académicos, cuesta que se imponga el surgimiento del gran relato de emancipación basado en la alternativa decreciente». Es lo menos que se pueda decir…

¿Qué es el decrecimiento? Sigue leyendo

El combate por los derechos, contra la economía de guerra, exige dar pasos en la organización

Carta Semanal 939 en catalán

Carta Semanal 939 para descargar en PDF

En esta línea, la IV Internacional abre la discusión de su X Congreso, con textos publicados en La Verdad nº 112.  Os invitamos a su presentación por video conferencia el día 18 de mayo

El pasado 3 de mayo, el comisario de Mercado Interior de la Unión Europea, Thierry Breton, en rueda de prensa en Bruselas, declaraba que “es necesario impulsar la base industrial para cambiar el paradigma y que la industria de la Defensa pase a un modo de economía de guerra”.

Breton lamentaba que la industria europea tenga una capacidad de producción diseñada para tiempos de paz, y pedía usar todos los recursos posibles para financiar al sector de la Defensa “en un tiempo de guerra en Europa”. “Todos tenemos que participar en este esfuerzo”. E insistía en que “en materia de defensa, nuestras industrias deben pasar al modo de economía de guerra”.

Con esa argumentación, Breton presentaba una decisión de la UE, de decretar una exención reglamentaria “temporal y excepcional”, para poder conceder permisos de actividad de forma más rápida o aumentar los turnos de trabajo en las fábricas destinadas a la producción de armamento. “Debemos revitalizar nuestra industria y adaptarla a las necesidades de un conflicto de alta intensidad”. La UE permitirá que se utilice dinero de los fondos de cohesión o de otras ayudas europeas para este fin. Sigue leyendo

Encuentro estatal promovido por el CATP: Alto a la Guerra, por la auditoría de la Seguridad Social y la defensa de la sanidad pública

Carta Semanal 938 en catalán

Carta Semanal 938 para descargar en PDF

El 6 de mayo cien delegados de Álava, Ávila, Barcelona, Granada, Madrid, Toledo, Valencia, Vizcaya, se reunieron en Madrid, en el salón de actos de la Fundación de los Abogados de CCOO asesinados por el franquismo. La reunión fue presidida y presentada por Roberto Tornamira, portavoz del CATP. Hubo intervenciones telemáticas de Canarias y de Tarragona.

¿Como en Francia?

François Livartowski, sindicalista de CGT en los servicios públicos, responde a esa pregunta. Es un movimiento social por completo atípico contra la reforma de las pensiones que quiere el gobierno Macron, que impone dos años más de trabajo al conjunto de los asalariados franceses y suprime los regímenes de pensiones especiales y de alto nivel del que se benefician varias profesiones, especialmente en el sector de la energía, los ferroviarios…

Es el mayor movimiento social en Francia en decenios, quizás desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, por su duración y por la participación popular en las manifestaciones, las más numerosas en nuestro país en los últimos 60 años. Ha habido huelgas muy potentes en numerosos sectores (en todo el mundo se ha visto el resultado de la huelga de los basureros en París, en las refinerías, en los puertos, las centrales nucleares, y en numerosas administraciones, empresas, fábricas).

El movimiento es también atípico porque el empuje de la base ha impuesto una unidad sindical completa, sin precedentes, sobre una reivindicación común. Desde comienzos de año vemos radicalizarse contra todo pronóstico a los militantes de las centrales más reformistas, aun de las más integradas en los engranajes del Estado. En este periodo ha tenido lugar el congreso de la CGT, en el que yo era delegado. Hecho sin precedentes, el informe de gestión de la dirección saliente ha sido rechazado, reprochándose sobre todo el secretario general saliente, Philippe Martinez, el hecho de haber apoyado una vergonzosa demanda de mediación con el Gobierno cuando acababa de abrirse el congreso y toda la organización se situaba en la línea de la movilización hasta la retirada de la reforma de las pensiones. Este congreso que ha acabado con el núcleo dirigente y sus compromisos con el poder ha estado marcado por una gran exigencia democrática y por un movimiento de los delegados para recuperar su organización sindical.

Sin embargo, si bien las centrales sindicales se han mantenido unidas en la reivindicación de retirada de la reforma –realmente no tenían elección- en ningún momento han llamado a bloquear el país, mediante la huelga indefinida. Pero todas las jornadas nacionales han tenido un seguimiento considerable en cientos de ciudades, en pueblos, en lugares donde jamás ha habido manifestaciones, y en esas jornadas ha habido en todas partes multitud de iniciativas, bloqueos, concentraciones, marchas…

La Constitución francesa otorga plenos poderes al presidente de la República para aprobar leyes sin en voto del Parlamento. Pero la utilización el 7 de marzo del artículo 49.3 por Macron para hacer pasar su ley provocó una nueva oleada de indignación y ese movimiento social se ha ido transformando en movimiento de rechazo del sistema, de las propias instituciones, con la comprensión ca- da vez más generalizada de que lo legal no necesariamente es legítimo. Asistimos a la fusión de un movimiento reivindicativo, sindical, con un movimiento ciudadano, político, muy profundo, que se sitúa en la continuidad de los Chalecos Amarillos y del rechazo del sistema materializado en las elecciones presidenciales de abril de 2022 mediante el voto a Jean Luc Mélenchon.

La última jornada de manifestación era el 1 de mayo, y fue también el mayor 1 de mayo de nuestra historia reciente, un 1 de mayo antiMacron. Desde hace varias semanas, los ministros, los diputados y el propio Macron son recibidos con caceroladas allá donde van y esto no se ha terminado.

Se da asimismo una radicalización del poder con una deriva de seguridad muy violenta y el recurso sistemático del Estado a la violencia policial, especialmente contra los jóvenes, con detenciones masivas en las manifestaciones, provocaciones policiales, intentos de prohibir las concentraciones.

Si bien las huelgas casi han terminado en el momento en que os hablo –los huelguistas prefieren hablar de aplazamiento- no hay sentimiento de derrota. Para evitar una situación similar, el Gobierno alemán ha decidido responder a las reivindicaciones salariales de los funcionarios alemanes con su sindicato VERDI, concediéndoles un 15 % de aumento. Todos los Gobiernos tienen miedo de lo que sucede en Francia.

La clase obrera francesa ha sabido hasta ahora desmontar todas las divisiones e imponer la continuidad del movimiento. Esta movilización popular masiva contra el poder autoritario de Macron, contra las instituciones antidemocráticas, no ha terminado. Los militantes lucha de clases en sus sindicatos siguen convocando asambleas generales y planteando la cuestión del bloqueo del país mediante la huelga, para hacer recular a Macron, que además de las pensiones, ataca el conjunto de las conquistas de la clase obrera francesa.

Macron que ha metido a Francia en la economía de guerra dedicándole un presupuesto de 413.000 millones de euros de aquí a 2030, emprende al mismo tiempo una verdadera guerra social contra la clase obrera francesa, contra los servicios públicos. Macron ha intentado instaurar una unión sagrada para apoyar su compromiso con la guerra de la OTAN en Europa pero no lo ha conseguido. Macron nos declara la guerra, ¡no va a ganarla!

¡Parad la guerra!

Juan Uriondo, miembro de la Comisión Permanente Federal de Izquierda Socialista interviene como portavoz del equipo de coordinación de la campaña para parar la guerra. Representa a los más de novecientos firmantes del Manifiesto. A todos los que se han reunido en decenas de ciudades para extender la campaña, con participación de representantes políticos y electos, a título individual. Para el conjunto del movimiento obrero y democrático, ante todo, sin ninguna condición previa, hay que parar la guerra.

Haciéndose eco de ello, las declaraciones de los delegados abordan la lucha contra la guerra desde todos los ángulos. Partiendo de la defensa de las pensiones, de la Seguridad Social, llega a la conclusión: «aumentar el presupuesto militar es desmantelar los presupuestos sociales. Nos amenaza una ofensiva a todos los niveles. Así pues, la lucha contra la guerra es la lucha por las reivindicaciones».

La defensa de la sanidad pública

Blas Ortega dice que las movilizaciones para defenderla recorren el país. Los recortes, las reestructuraciones llevan a un desmantelamiento insoportable para los profesionales y para el pueblo. Es el resultado de una política de 25 años de todos los Gobiernos.

Nos dicen que «hemos gastado demasiado, no hay dinero para la sanidad: el capital quiere los 90 000 millones para sus negocios, desvía miles de millones para la guerra.

En Madrid, por dos veces se ha manifestado la población por cientos de miles, incluso un millón, por un presupuesto público de urgencia para la sanidad pública (no para las privadas), mejora de salarios y condiciones laborales, evitando la fuga de profesionales, apertura de centros, recuperar los hospitales privatizados. Pero el Gobierno deja esto en manos de las autonomías, sin apenas financiación y sometidas a los planes de estabilidad. Ningún Gobierno puede ignorar sus responsabilidades.

La disposición de los profesionales y trabajadores nada tiene que ver con la de los dirigentes.

Hay manifestaciones por todas partes. Las de Madrid las han organizado asociaciones de vecinos, de barrios. Los dirigentes políticos y sindicales participan en ellas pero se niegan a utilizar su fuerza para unificar la movilización, como exigimos los afiliados. Hemos realizado dos encuentros, editado dos boletines, pero esto no basta.

Os propongo ampliar este grupo vinculado al CATP, multiplicar las informaciones, las iniciativas, y las reuniones aprovechando las del CATP.

La defensa de las pensiones es la exigencia de la auditoría

Tomaron la palabra a continuación las compañeras María José García Lucas e Iris Mateos en nombre del colectivo Sindicalistas por la Auditoría. En su exposición recordaron cómo el Congreso aprobó la ley sobre la auditoría como resultado de una larga y sostenida lucha, principalmente de los colectivos de jubilados. Y cómo esa ley no se ha aplicado y no parece que se vaya a aplicar si no se continúa el combate en la calle. Es imprescindible, dicen, no solo por la necesidad obvia de recuperar lo que nos ha sido sustraído, sino para acabar con la falacia repetida mil veces de la supuesta inviabilidad de la Seguridad Social. Plantearon las compañeras la necesidad de seguir recogiendo firmas para que se aplique la ley, apelar a los parlamentarios que votaron favorablemente a que insten al Congreso a cumplir con lo que el propio Congreso votó y exigir a los sindicatos que asuman toda su responsabilidad en esta lucha.
Tras años de lucha, las plataformas de pensionistas son una componente esencial del combate obrero.

Juan Miguel Fernández, de Coespe, indica que la responsabilidad del Gobierno incluye un conjunto de medidas que desmantelan el sistema de pensiones.

Una conquista esencial, a partir de la movilizaciones, ha sido la ley que confirma que la pensión de jubilación alcanzará siempre el 89 % del salario, lo que estaba amenazado. La acción del diputado Jordi Salvador para agrupar y hacer frente a la presiones del establishment de la sanidad. Hablará más adelante.

El banco quiere ese dinero. En las instituciones, responsables del PSOE, PCE, Podemos han capitulado. Es la continuidad del pacto de la Transición para mantener las costumbres del franquismo. Frente a esta presión, los pensionistas exigimos desde hace 4 años una auditoría pública sobre el desfalco de la caja de la Seguridad Social. Se ha ganado una ley por la auditoría, pero el Gobierno no la cumple.

Seguimos reclamando cada derecho amenazado.

Por todos los derechos de los jóvenes

La clase trabajadora y los jóvenes sienten una realidad de miseria con la guerra que este Gobierno nos impone plegándose al Gobierno de los Estados Unidos y a la OTAN, en estos momentos de guerra contra los pueblos, los trabajadores, no solo en Ucrania o en Rusia sino en toda Europa. No tengo otro deseo que reunirme con nuestros militantes de lucha, sobre todo jóvenes, en la Internacional.

Me llamo Víctor Iniesta, pertenezco al Comité Nacional por la Pública, trabajamos en la universidad contra la nueva ley de universidades impuesta por este Gobierno, que se supone el más progresista de la historia y que, sin embargo, nos impone una ley que es continuidad de la de Aznar. Se sigue privatizando las universidades, hay que pagar miles de euros para acceder a ellas, siguen dejan a miles y miles de jóvenes trabajadores fuera de la enseñanza superior, siguen entregando a los bancos, a la multinacionales el dinero que pertenece a todos y todas, a los trabajadores que se matan trabajando para pagar los servicios públicos. Y nos meten en la guerra. Nosotros no solo decimos que la universidad es decadente, que están destruyéndola, sino que están destruyendo el futuro del país, de nuestro país. La clase trabajadora ante la guerra se expresa en la guerra social que se impone a todos los pueblos de Europa, y aquí en España descubrimos que, de la noche a la mañana, el presupuesto militar aumenta en miles de millones, cuando tres años después de la pandemia no han sido capaces de resolver toda la crisis y los recortes. Conozco a camaradas de un centro hospitalario que no pueden ni siquiera hacer huelga porque no hay ni siquiera personal para cubrir el 30 % de servicios mínimos.

Los jóvenes estamos en una enorme precariedad porque liquidan la industria, en la que podíamos participar, encontrar una ocupación, pero ahora solo nos queda el sector terciario, más dividido que nunca, peor pagado que nunca, porque se ha pasado de un 40 % a un 15 %.  Servir a los turistas, ese es el trabajo que nos proponen. Y con la guerra, la destrucción es aún mayor. Con las reformas de las leyes laborales, se cierran fábricas para pagar menos impuestos y menos salarios. Deslocalizan para pagar menos.

De modo que, tras 4 años de legislatura, no es que las cosas no cambien, es que empeoran.

¿Tenemos que aceptar el cuento de que vienen los fascistas y será aún peor? Pero ya es malo. Con el Gobierno de izquierdas estamos mal. ¿Qué alternativa puede tener la clase obrera para defender nuestros intereses?

No tenemos que aceptar que la reforma de las leyes laborales es buena para todo el mundo. No, si es buena para el patrón, es mala para los trabajadores.

Estamos aquí para que el CATP nos ayude a combatir por un instrumento político que defienda nuestros intereses.

Ademas los jovenes vivimos el agravante de la represión. Un joven pasa ante una manifestación y le cae una condena de 6 años de prisión, puesto que la palabra de dos agentes de policía tiene más valor que todas las pruebas que puedas presentar en sentido contrario. Es el sistema de la opresión.

Así pues, hay que tomar el mismo rumbo que Francia. El pensionista, el trabajador, el joven, todos unidos contra el régimen del capital, que hoy es el régimen monárquico.

El combate en los sindicatos

Pablo García, responsable sindical en John Deere.
En mi fabrica hemos vivido el conflicto siguiente: el año pasado un preacuerdo de una parte de los sindicatos con el patrón fue rechazado por la mayoría. Hemos conseguido que durante 6 años el salario aumentará según el aumento real del coste de la vida más un 1 % (dejando de lado otros conceptos). Al mismo tiempo, el patrón ha abandonado la pretensión de despedir a los trabajadores que han sufrido un tratamiento médico. Seguirán asalariados pero en un puesto adaptado a sus condiciones presentes.

Tuvimos la suerte de que el Presidente del Gobierno visitó ayer la fábrica con un séquito de 120 colaboradores. Tuvimos ocasión de transmitirle reivindicaciones de los trabajadores.

Por un lado, el año pasado decretaron tener aún un año de jubilacion anticipada. Las ventajas son importantes. ¿Es posible tener un nuevo decreto ley para este año ? Es una mejora de la edad real de jubilación.

También le propusimos que sostenga las propuestas de Lula sobre la guerra de Ucrania. Otro sindicalista, entre otros, exige que se preste atención a estos problemas: ¿Quién representa la Seguridad Social de reparto? En los hechos, no es fácil decirlo. Por ello hay que insistir en la necesidad de una nueva representación de los trabajadores y de los pueblos.
Por lo demás, hay que prestar atención a un aspecto de la experiencia francesa. Los compañeros de Francia están llegando a la siguiente conclusión : mientras sigan ahí las instituciones de la V República, no hay sitio para nuestras reivindicaciones más urgentes.

Y en España hay una incompatibilidad entre las reivindicaciones y derechos que están sobre la mesa, por un lado, y por otro la Monarquía instaurada por la dictadura, que garantiza que se sigan negando los derechos de los trabajadores y de los pueblos.

Propuestas del compañero Angel Tubau (Información Obrera)
Me parece imprescindible dar continuidad a este Encuentro, con las campañas que se han propuesto, particularmente la campaña contra la guerra, porque permite relacionar el conjunto de las medidas que toma el Gobierno sometido al capital financiero.
A lo largo de la reunión hay un debate que en cierta medida está abierto y debemos continuar. Como es lógico, hay diferentes salidas, diferentes apreciaciones de cómo combatir por el instrumento político que pueda unificar a la clase obrera.
El compañero Jordi Salvador (cuya aportación publicaremos la próxima semana) ha hecho una aportación muy autocrítica de porqué ha fracasado el republicanismo catalán, por su unilateralidad, por no buscar la alianza con los trabajadores de todo el Estado. Que, en última instancia, son la fuerza social que puede abrir una salida democrática a este país.

Entonces, hay que avanzar en este debate, impulsar una solución. Los trabajadores y los pueblos, se relacionan en primer lugar porque tienen un enemigo común, el régimen monárquico subsidiario del imperialismo de la OTAN, y compromete a todos los gobiernos, sean de derechas o de izquierdas: Todos los gobiernos que están en el dispositivo monárquico harán la misma política, con más o menos acompañamiento social.

El problema se concentra en esto: cómo romper con esta política.

Y François lo ha explicado muy bien. El Congreso de la CGT ha tenido que expulsar a una dirección que buscaba el acuerdo con el Gobierno. La contradicción en que están las confederaciones sindicales es que por un lado tienen la masa de los militantes y por otro tienen la presión del régimen.

El acuerdo por la negociación que se acaba de firmar en España busca impedir una explosión social y promete una paz social hasta el 2025.

¿Cuál es la diferencia ahora entre España o Francia y Alemania?. El compañero Frank explica el intento de agrupar en Alemania una gran fuerza, sobre todo contra la guerra, levantar un instrumento independiente del Gobierno y del imperialismo de Alemania en la conferencia que se realiza hoy en Hanoberg. No sé si lo van a conseguir. Sería importante para todos porque las formas son distintas pero es por ahí por donde hay que avanzar.

Debemos huir de dos cosas:

Creer que el CATP se va a proclamar como alternativa, nosotros y alguno más.

O esperar que se haga espontáneamente, como si tuviéramos un movimiento político como el de Mélenchon.

¿Vamos a combatir para ayudar que se constituya un movimiento así? Veamos, todo el mundo habla de unidad. Mélenchon plantea la cuestión de la unidad en torno a una política de ruptura con el sistema. No se puede avanzar en construir una nueva representación política si no es con la ruptura, con la ruptura con el regimen, con el sistema, en relación con la defensa de las reivindicaciones… Esa es la clave. En eso debemos comprometernos. Nos comprometemos como CATP no para proclamarnos nada, sino para buscar a los miles de militantes, de responsables, que van en el mismo sentido pero aún no han encontrado un polo de agrupamiento. Es ahí donde estamos, nosotros uno más, queremos ser la vanguardia del movimiento de ruptura con la Monarquía, por la República.

Multiplicar y reforzar los comités por la alianza de trabajadores y pueblos

Es la tarea central, dirigida a todos los militantes, trabajadores, jóvenes que buscan una salida independiente de la Monarquía, de la OTAN, de la UE y de la sumisión del Gobierno a esas instituciones.

Inseparablemente de esto, se trata de multiplicar, extender, los CATP. La Coordinadora de esos comités es la continuidad de este Encuentro, que día a día elabora las medidas precisas a adoptar.