Capítulo 9
¿Cuál es el futuro de la revolución cubana?
La particularidad de la revolución cubana, verdadera revolución obrera (al mismo tiempo que democrática y nacional) es que no ha tenido a su cabeza un verdadero partido obrero revolucionario, ni órganos de poder obrero, y no ha disfrutado de plenas libertades de organización. Lo que condujo al resultado de que el Estado obrero que se constituyó como producto de la revolución ha sido, desde su propio origen, un Estado obrero burocráticamente deformado.
De hecho, a partir de 1961 las tres principales organizaciones que apoyaban al régimen, Movimiento 26 de Julio, PSP y el Directorio Revolucionario (ahora Directorio 13 de Marzo), se fusionaron el 3 de julio de 1962 en las Organizaciones revolucionarias integradas, que más tarde se transformaron en el Partido Unido de la Revolución Socialista y posteriormente, en 1965, en el Partido Comunista de Cuba (PCC), que se declaró marxista-leninista. Otras organizaciones que apoyan la revolución son prohibidas, como el partido de los posadistas cubanos, el POR(T), cuyo periódico “Voz Proletaria” es prohibido, siendo destruidas las planchas la edición del libro “La Revolución Permanente” de León Trotsky.
La burocracia del PCC controla todos los aspectos de la economía del país y toda la vida política, lo que hace que el estado obrero cubano no pueda considerase una dictadura del proletariado en el sentido de lo defendido por Marx y Lenin, sino un estado obrero burocráticamente deformado desde su nacimiento.
Ahora bien, en la pequeña isla de Cuba, sometida al implacable bloqueo de los EE.UU. y cada vez más aislada tras el hundimiento de los regímenes burocráticos de la URSS y de Europa del Este?. ¿En el siglo XXI puede aplicarse la caricatura del “socialismo en un solo país”, convertido en “socialismo en una sola isla”? Es evidente que no.
La burocracia de Fidel Castro trata de hacer frente a su aislamiento buscando relaciones diplomáticas con regímenes “progresistas” de Europa y Latinoamérica. Ha de consentir la penetración del imperialismo a través de la “dolarización” de la economía, que ha dado lugar a fenómenos de degeneración moral como los de la última etapa de Batista. La política de “dolarización” y de búsqueda de inversiones extranjeras convierte a los dirigentes del PCC en agentes –conscientes o inconscientes- de la restauración capitalista. Una restauración el que el exilio contrarrevolucionario de Miami amenaza con cobrarse sus cabezas. Alarmados por estas consecuencias, algunos sectores dirigentes del PCC se ven obligados una y otra vez a dar pasos adelante y atrás en esa vía.
Pero al mismo tiempo, la política de “coexistencia pacífica” con el capitalismo que el PC Cubano lleva a cabo abiertamente tras la salida de Cuba del Che Guevara (y que estuvo, en buena medida, en la causa de esa salida) conduce a Cuba a más aislamiento. En virtud de esta política, los dirigentes del PCC aconsejaron en la década de 1990 a los dirigentes sandinistas de Nicaragua que abandonaran a su suerte a los revolucionarios de Guatemala y El Salvador y aceptaran los planes del imperialismo de Esquipulas I y Esquipulas II, que llevaron finalmente a la derrota electoral del sandinismo y la muerte de la revolución nicaragüense.
El futuro de la revolución cubana no está en la benevolencia del imperialismo para el que es necesario liquidar toda forma de propiedad social y de soberanía nacional. Su futuro está en la unidad del combate de los trabajadores y los pueblos contra el imperialismo, comenzando por los pueblos de América latina. La defensa de la revolución cubana, como la de la revolución venezolana, la del combate del pueblo boliviano por la soberanía nacional y la nacionalización de los hidrocarburos se desarrolla a escala continental. Una cuestión que está al orden del día y que exige que la más clara delimitación respecto de todos los que, partiendo de partidos obreros como Lula en Brasil, han aceptado convertirse en transmisores de la política del imperialismo en el continente.
Sumario:
- Capítulo 1: Introducción
- Capítulo 2: La colonización
- Capítulo 3: La lucha por la independencia
- Capítulo 4: Independencia bajo tutela de los EE.UU.
- Capítulo 5: La dictadura de Fulgencio Batista
- Capítulo 6: Las fuerzas políticas antes de la revolución
- Capítulo 7: La lucha guerrillera contra Batista
- Capítulo 8: Revolución permanente en Cuba
- Capítulo 9: ¿Cuál es el futuro de la revolución cubana?