(Publicado en la Carta Semanal 689 – ver en catalán)
Hace exactamente dos meses la moción de censura presentada por Pedro Sánchez en nombre del grupo parlamentario del PSOE consiguió lo que parecía impensable: reunir a todas las fuerzas representantes o que pretenden serlo de los trabajadores (PSOE, IU/Podemos) y los pueblos –particularmente el pueblo catalán y el vasco (ERC, Sortu, Compromís y PDeCAT, PNV). Sin duda con intereses a veces contradictorios estas fuerzas se sumaron para hacer caer al representante genuino de las instituciones heredadas del franquismo y a su «marca blanca» Ciudadanos.