(Publicado en la Carta Semanal 668)
Durante todo el desarrollo de la “crisis catalana”, la apuesta del capital financiero, sus medios de comunicación y sus instituciones (con la Unión Europea en lugar destacado) por la “Unidad de España” -es decir, por el régimen monárquico que la sustenta- y por el gobierno de Rajoy ha sido evidente y prácticamente monolítica. Y ello a pesar de la debilidad parlamentaria y política de Rajoy, y los escándalos de corrupción puestos de nuevo de manifiesto en los distintos procesos judiciales. Un apoyo del capital financiero que arrastraba consigo no sólo a Ciudadanos, sino también a la dirección del PSOE. Pero desde el momento de la derrota electoral del PP en Cataluña, se acumulan los signos de que los vientos pueden estar cambiando.